Página

10 marzo 2020

Capítulo 129 Mi vida con Luca

(Tiempo aproximado de lectura: 69 minutos)


«Así que vas en serio?» 

«A estas alturas deberías saberlo, siempre que me meto en algo voy en serio.»

«Eso ya lo sé, pensaba que con lo que ya has pasado y alguna otra experiencia más te bastaría para evaluar tu experimento.»

«Estás deseando que lo deje. Pareces el típico padre angustiado por las primeras salidas nocturnas de su hija; lo tolera, hace como que está de acuerdo pero si pudiera la mantendría en casita a buen recaudo.»

«¿Así es como me ves, cómo un padre temeroso?»

Fue lo último que nos dijimos, si le hubiera respondido nos habríamos hecho un daño innecesario; menos mal que no suelo dejarme llevar por el primer impulso. Pero se dio cuenta, es inevitable, nos conocemos demasiado bien. Hoy apenas hemos hablado durante el desayuno, qué pena. 

Me desconciertan estos cambios de humor. Si lo que sucedió el viernes hubiese sido más… convencional, suponiendo que cobrar por tener sexo se pueda definir de ese modo, anoche habría reaccionado de otra manera. Sigue afectado por lo que me hizo Javier y no lo culpo. Tenemos que volver a hablarlo.

—Vaya, me has leído el pensamiento, iba a llamarte en cuanto llegase.

—Estupendo porque tengo una noticia que darte.

—Ah, hola Tomás, buenos días; creí que eras mi marido.

—Buenos días, ya lo supuse. Tengo algo que te va a alegrar el día; te invito a desayunar.