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26 febrero 2021

Hasta aquí. Crónica de un semestre.



Veintiséis capítulos y un semillero 


A mediados de septiembre del año pasado me tomé un tiempo para pensar. Llevo muchos años escribiendo el diario, desde noviembre de dos mil siete. Esta es mi primera experiencia fuera de mis escritos en el ámbito profesional y pronto pagué las consecuencias de entrometerme en un terreno en el que me sigo considerando un aprendiz. «Escribo para mí», decía en uno de los primeros comentarios que hice. Es cierto, ante todo escribo para mí y también para quienes quieran acercarse a la historia y sientan que les aporta algo. Más tarde, leyendo las biografías de auténticos escritores, he visto con gran sorpresa que no dije nada original.


Escribo para mí y lo comparto con todas aquellas personas que quieran leerlo. No busco que me halaguen; sinceramente, no creo merecerlo, pero tampoco entiendo la crítica feroz a una obra que no trata de convencer a nadie de nada.

La escritura, durante estos trece años, me ha producido más satisfacciones que desengaños aunque el balance ha ido variando con el tiempo, tanto que últimamente me hizo pensar si merecía la pena el esfuerzo. Le dedico a cada capítulo muchas horas, reviso una y otra vez, corrijo, cambio, busco la mejor expresión, la mejor palabra, elimino párrafos enteros, adjetivos innecesarios, redundancias y a pesar de todo siempre descubro gazapos después de haber publicado. No importa, me apasiona esa fase de revisión tanto como el tiempo que dedico a escribir. Pero todo esto cambió a lo largo de los dos últimos años, el placer fue dejando paso al hastío y llegó al límite en Septiembre. «Hasta aquí», dije en un breve comentario en el capítulo 135 cuando pensé que tal vez no merecía la pena continuar.

Quince días más tarde volvía a escribir, me puse a escribir para mí. Era lo que siempre había hecho y lo que, alejado de tanta presión, comenzó a dar resultados inmediatos. En poco más de un mes tenía material suficiente para publicar hasta la primavera. Fue entonces cuando decidí resucitar este blog y reservarme el derecho de admisión (todos tenemos derecho a elegir las compañías) y bastó el anuncio para que ninguno de los que vociferaban tanto se acercasen por el blog. Hasta hoy no he necesitado bloquear ni un solo comentario improcedente.





He vuelto a escribir con ilusión, incluso con más ganas que antes. Para finales de año disponía de veintiséis capítulos terminados, de los cuales ya se han publicado seis, unas tres horas y casi setenta páginas. De los veinte restantes surgieron dos más por segmentación y hay otros tres cuya duración supera los sesenta minutos (uno de ellos dura ciento ochenta) por lo que en su momento deberé segmentarlos. En total serán más de veintiséis capítulos que por ahora constan de cuatrocientas páginas y alcanzan unas diecisiete horas de lectura. 

Dispongo además de otros dos archivos de material escrito, el semillero, del que aún no he desgajado partes menores —capítulos—. En total más de doscientas páginas y unas diez horas adicionales de lectura, en borrador, que una vez segmentada, desarrollada y corregida darán para bastante más. Y sigo escribiendo.

Ese es el resultado de mi «Hasta aquí». Lo que podría haber sido el abandono del diario fue, gracias también al confinamiento y al teletrabajo, el resultado del empeño por hacer realidad lo que cantaba Peter Gabriel.


Don't give up

'cause you have friends

Don't give up

You're not beaten yet

Don't give up

I know you can make it good


El diario sigue vivo y, si no ocurre nada que lo impida, seguirá apareciendo aquí en el blog y probablemente en TR, donde nació y donde hay muchos lectores silenciosos ajenos al juego de los francotiradores que un día me llevó a pensar que no merecía la pena seguir con esto.

Gracias a todos.



7 comentarios:

  1. Muchas gracias, Mario aquí tu eres el protaginista y nosostros tus admiradores, pienso que no tenemos derecho a influir en tus decisiones, solo valorar si tu trabajo nos gusta o no.
    Solo decirte Mario que me corroe la impaciencia y que me digas que tienes todo eso escrito y que lo vas a publicar poco a poco... Ufff como nos haces sufrir.
    Por último una sugerencia que supongo que te lo habrán dicho muchas veces, ¿has pensado en publicarlas? tus compañeros de TR como Lola Barnon, Ander Mais y David Lovia ya lo han hecho y para mi tu Diario está a esa altura o incluso mas.
    Bueno solo me queda seguir mordiendome las uñas y seguir esperado. Gracias Maestro.

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  2. Gracias Mario.
    Gracias, por no abandonar este maravilloso relato, que al igual que a ti te ayuda escribirlo, a la mayoría de los lectores nos ayuda con su lectura.
    Gracias por ser valiente, no solo por escribir y publicar el primer relato, sino después otro, otro y otro.
    Valiente, porque a pesar de las criticas feroces al relato por parte de algunos aspirantes a estrellas de la literatura, que lo más cerca que han estado de realizar un relato coherente fue en el jardín de infancia, has seguido publicando unos maravillosos relatos. Unos mas intensos y otros con menos carga sentimental, pero ninguno insulso o aburrido.
    Gracias por todos los momentos que nos has permitido vivir junto con Carmen y Mario.
    En definitiva, gracias por todo el tiempo y el esfuerzo que inviertes en aumentar nuestro placer y conocimientos.
    Gracias y espero poder agradecértelo durante muchísimos años

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  3. TORCO

    Querido amigo, el Diario somos todos, la barra del Café La Humedad billar y reunión, sábados con trampa qué mágica función.

    En mi interior sabía que no ibas a claudicar ante los insultos, ese no es mi amigo. Creo, sin temor a equivocarme, que no esta en tu ser íntimo rendirte ante esos insultos y , doy gracias, no me equivoqué.

    Seguí adelante, tu compañera de la vida y nosotros estamos con vos.

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  4. Muchas gracias por seguir subiendo capítulos en TR. En cuanto a los comentarios que allí se hacen, tendrás que acostumbrarte a que habrá opiniones de todo tipo.

    El anonimato de las redes y la inmediatez de las respuestas fomenta todo tipo de respuestas impulsivas. ¡¡Que tiempos de la escritura a mano, cuando rehacias cartas a medio escribir, llenando la papelera de cuartillas a medio finalizar porque no expresaban lo que realmente querías decir!!. Hoy día escribes de forma visceral, ni corriges (o el autocorrector completa por ti sin darte cuenta) y con darle al "enviar" ya está lanzado el mensaje. Muchas veces sin pararte a pensar cómo se sentirá el destinatario al leerlo, o sin ponerte en su lugar.

    Bueno termino ya, solo quería felicitarte por el relato, y que me parece muy bien que escribas para ti. Eso es lo principal y lo importante. Al único que no tienes que defraudar al escribir es a ti mismo, los demás son opiniones.

    Un saludo.

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  5. Esto lo publicaste en Febrero y desde entonces has publicado cuatro de esos 22 capitulos. Las cuentas que me salen no son las tuyas. 22 menos 4 dan 18 luego estan dos capitulos de mas de una hora dan 4 capitulos de media horaa y el capitulo de 180 minutos salen seis de media hora, lo que hace un total de treinta capítulos mas o menos. No me dejes con la duda por favor.

    Si no he fallado mucho nos ponemos con una media de dos capitulos al mes y quitando el verano con catorce meses cubiertos, o sea, Julio o septiembre de 2022, pongamos Octubre.

    Y eso contando con que no estés escribiendo, cosa que no me creo. Si el puto virus no ha acabado con nosotros antes, o el cambio climático, o el vertido ese en el golfo de México del que no nos están contado nada... Pues te seguiré leyendo a pesar de las bofetadas morales que me has dado.

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  6. Hay conductas que no me gustan y que terminaron por llevarme a abandonar los comentarios en TR y a reactivar este blog. No puedo hacer nada para evitarlo lo que sí puedo hacer es decírselo a las personas con las que tengo confianza y que aprecio. Si eso lo entiendes como una bofetada moral lo lamento aunque hace ya bastante que no he vuelto a decirte nada sobre la forma en que te relacionas en los comentarios del diario en TR. Creo que no te beneficia ni a ti ni al diario, pero es tu decisión. Entrar al trapo siempre, siempre es un error.

    Con respecto al estado del diario te diré que no andas descaminado. Son treinta y ocho los capítulos terminados, aunque siempre hay algo que retocar (dar cera y pulir cera) y cuanto más se acerca la fecha de publicar más obsesivo me vuelvo con las comas, los puntos y comas, las redundancias y esas cosas que nunca terminan de estar como deben. Menos mal que aquí siempre puedo volver a corregir aún después de haber publicado porque los gazapos se esconden como alimañas.

    Sigo escribiendo, como no, y si todas esas catástrofes no acaban con nosotros antes de tiempo...

    Vaya, se me ha venido a la cabeza una de las canciones favoritas de mi hermano mayor, es de un grupo mítico español, Los módulos, viene como anillo al dedo a lo que estaba pensando ahora.

    Hasta aquí puedo leer.

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