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16 marzo 2021


El aleteo de una mariposa…


Y lo demás ya lo sabéis: de una poderosa hipótesis de la teoría del caos de Edward Lorenz unida a un proverbio chino nace una manoseada frase que lleva repitiéndose desde la era de la new age. ¿El aleteo de una mariposa puede provocar efectos al otro lado del mundo?


Traigo esto aquí porque hace unos días Lucia Lee publicaba una entrada en el capítulo 101 del blog. Lo reproduzco aquí: 



 


Es un propuesta interesante que ha podido pasar desapercibida por algo de lo que, unos días más tarde, Mía nos alerta: la plantilla del blog para móviles parece que no muestra la barra lateral que aparece en PCs, MACs y algunas tablets. (lo lamento, pero para eso no tengo solución por ahora).


 



Mía lanza una hipótesis sobre cómo cree que habría sido la historia en caso de no mediar la coca. Es una alternativa posible, probable, interesante.

Y como el acceso a los comentarios en los capítulos antiguos está muy limitado por lo que ya ha dicho Mía, es por lo que planteo este post de modo independiente: ¿Cómo pensáis que habría afectado el aleteo de la mariposa en el devenir de la semana santa. Si Álvaro hubiera respondido a la petición de Carmen y esta no hubiera acudido a Claudia? 

Ver el capítulo 101



Y en el capítulo 97, la escena en la que Carmen va al club y le pide a Álvaro marihuana


«Hizo tiempo, dio un par de pasadas con el coche hasta que vio movimiento en la puerta del club. Dejó el auto en un parking cercano y caminó despacio, calmando los incipientes nervios que le atenazaban el estómago, todavía tenía que sortear al portero.

—Buenas noches.

—Buenas noches —El portero, el mismo que les recibió aquella vez, no hizo intención de franquearle el acceso.

—¿Ha llegado Álvaro?

—Sí, ya está aquí —respondió con evidente confusión.

—¿Puede avisarle? Dígale que soy Carmen. Soy amiga de Doménico —Añadió al verle dudar.

La hizo pasar a un pequeño hall.

—¡Carmen, qué sorpresa!

La tomó de las manos, se besaron en las mejillas, tan cariñoso como siempre.

—¿Cómo tú por aquí? No me podía esperar…

—Yo tampoco, la verdad es que ha sido algo bastante improvisado.

Álvaro la llevaba cogida del brazo.

—¿Cuánto tiempo hace, un mes, dos?

—No, no tanto.

Llegaron a la barra y le ofreció una banqueta, él se sentó a su lado, sin dejar de mirarla sonriendo.

—¿Qué tomas? Déjame que te sorprenda. No, no te preocupes, nada… esotérico —dijo al ver como brotaba una expresión de preocupación en su rostro.

—Bueno, ¿qué es de tu vida?

Carmen generalizó, evitó entrar en detalles personales, entonces se dio cuenta de que quería saber, necesitaba saber.

—¿Y vosotros, qué tal por aquí?

—Bien, como siempre, el ambiente sigue tranquilo, no ha habido incorporaciones y las que hubo, como tú, desaparecieron —dijo poniendo expresión de lástima y tomando su mano.

—¿Y Doménico, sabes algo de él? —No pudo contenerse, le urgía tener noticias. Álvaro la miró a los ojos, ella entendió que sabía más de lo que aparentaba.

—Sigue en Italia. Por lo que me han contado no tiene intención de volver a corto plazo, creo que le rompieron el corazón.

Carmen bajó la mirada. Solo la voz de su interlocutor consiguió romper ese incómodo momento.

—Y además de eso, ¿qué más puedo hacer por ti? —¿Tan evidente era que había venido por algo más? Comenzó a pensar que aquello había sido un error.

—Pues sí, pero no sé cómo empezar, apenas nos conocemos y temo que te vayas crear un impresión errónea…

—¡Ay Carmen, si supieras las cosas que he visto y escuchado aquí! Este lugar es como un gran confesionario y yo, a estas alturas, me merezco el titulo de psicólogo. —Se acercó  a ella y tomó ambas manos en las suyas —Anda, cuéntame.

Por alguna razón se sintió segura con él, comenzó a abrirse. No entró en detalles pero sí le contó su crisis matrimonial, su proceso de autoanálisis y la etapa de ansiedad por la que inesperadamente estaba pasando ahora que comenzaba a desmenuzar el diario que había ido construyendo las últimas semanas.

—No me lo puedo permitir, no ahora que me juego la posibilidad de recuperar mi matrimonio ¿me entiendes? He pensado medicarme, ya sabes, ansiolíticos —Álvaro rechazó la idea con un gesto—, lo cierto es que lo único con lo que he conseguido neutralizar esa ansiedad y volver a trabajar los diarios ha sido con marihuana, pero la que me quedaba estaba pasada, apenas me valía; además, ya la acabé y —Dudó, le  avergonzaba parecer una novata—, sinceramente, no  sé cómo conseguirla, no tengo ni idea y si lo supiera, tampoco sé si lo que me vendieran sería de buena calidad o…

—Así que has pensado que yo te la podía conseguir ¿es eso? 

Se ruborizó sin poder evitarlo. Un brote de orgullo surgido de algún profundo lugar la irguió, se levantó de la banqueta y cogió el bolso de la barra. Su rostro todavía conservaba esa expresión mezcla de desvalimiento y tristeza.

—Déjalo, no debí venir, perdona si te he…

Álvaro se levantó y la tomó de los hombros sin ejercer apenas presión.

—Carmen, Carmen, espera. Sé que no te ha debido ser fácil hacer esto.

Ella lo miró, no había rastro de suficiencia en su mirada, solo serenidad, comprensión.

—Siéntate. Por favor, siéntate —insistió ante su indecisión.

—No te imaginas lo que significa para mí haber tomado drogas, no te lo puedes imaginar. He vivido de cerca ese drama, toda mi vida he estado radicalmente en contra. No sabes, no puedes saber lo que me ha costado enfrentarme al hecho de que yo…. yo…

Se detuvo, no podía seguir hablando, las imágenes que la bombardeaban eran tan intensas que no le permitían articular palabra. Ella, cargando la pequeña paleta en el polvo blanco, aspirando, sintiendo el intenso efecto encima del globo ocular. Ella perdiéndose en una nube espesa, ella observando cómo Claudia la instruía para no toser cuando el humo le llenase los pulmones vírgenes y viéndola sonreír cuando imitaba sus gestos y aspiraba el humo caliente, filtrado primero por sus puños formando una copa. Ella preparando rayas como si llevase toda la vida haciéndolo. «Juegas en otra liga». La voz profunda de Mahmud se hizo presente en sus oídos. ¡Y se sintió orgullosa, por Dios!

—Y ahora, cuando creía tenerlo superado, no imaginas lo que me supone estar aquí, buscando marihuana.

—No te martirices, lo que me planteas tiene poco que ver con una adicción. Necesitas algo que te ayude a superar esta crisis de ansiedad provocada por un trabajo personal muy intenso, muy valiente diría yo. ¿Ansiolíticos? No, gracias. Creo que has hecho la elección correcta, la menos dañina, la que menos te perjudica.

—¿Tú crees? A estas alturas yo ya no tengo nada claro.

—Permíteme que me declare en este terreno, experto.

Álvaro hizo una pausa, tomó la copa y bebió sin dejar de mirarla.

—Dame unos días, no es algo que maneje habitualmente. Dame tu teléfono y prometo llamarte en cuanto consiga algo fiable.

—No sabes cómo te lo agradezco —dijo apretando afectuosamente su mano.

—Otra cosa. Si hablas con Doménico, si algún día lo ves, no le cuentes nada de esto por favor.

Álvaro sonrió y asintió.

—Cuenta con ello, ya te dije que a veces parezco más un confesor que un barman.»

Ver el capítulo completo



6 comentarios:

  1. Buff, Mia Lucía Lee sois unas luces y aves hecho un curro de investigación muy bueno, ese escenario que planteáis lo cambiaría todo.

    Me pongo a reflexionay aveces me da miedo pensar lo que una decisión tomado en un momento puntual como podrá influenciar en mi futuro.

    Chicas un gran trabajo, me quito el sombrero por las dos.

    Un abrazo a todos.

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  2. TORCO

    LUCIA LEE y MIA proponen pensar que hubiese ocurrido si Álvaro le hubiera conseguido la marihuana a Carmen.

    Destino, casualidad, causalidad, el aleteo de la mariposa, la Teoría del caos.

    "La verdad es un ejercicio atractivo por el desafío que significa" Alguna vez leí que "Lo que estaba destinado a suceder siempre encontraría una forma única, mágica, y maravillosa para manifestarse".

    Determinismo loplaciano mediante, cuestionamiento de POINCARÉ luego, llegando a la apasionante Teoría del caos de LORENZ.

    Tenemos que un cambio pequeño al principio provoca efectos enormes en los resultados. Lo que los que saben llaman a esto dependencia sensible a las condiciones iniciales.

    Dónde concluimos que, como dijo alguien, "El azar no es más que la medida de la ignorancia del hombre".

    Qué hubiese ocurrido si Álvaro le consigue la marihuana. Pues Claudia y Ángel serían historia. Aparecería Solís, Tomás consiguiria la información sobre su título, la salida del falso profesional se produciría pero me parece que de una manera no muy limpia.

    La situación en el gabinete podría estar tambaleando porque no se produciría la jugada de Ángel.

    La no aparición de Álvaro es ese pequeño cambio y Claudia con su marido son los provocadores de esos efectos enormes. El aleteo de la mariposa se concretó.

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  3. Bueno con Angel y Claudia el aleteo es más bien de un buitre.

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  4. Yo tambien creo que la novela habría tenido otro planteamiento menos oscuro si Álvaro le hubiera conseguido la maria. Para empezar, la terapia que Carmen siguió en la montaña habría sido diferente porque ella no habría estado con ese nivel de ansiedad que tuvo, no habria necesitado llamar a Claudia y eso habría marcado una grandisima diferencia. Para empezar, Angel no estaría en la historia. Por otra parte creo que en el capitulo que se titula “El regreso”, cuando se despide de Tomás, esa despedida habría sido definitiva porque luego durante la semana santa, al no haber coca, no se le habría ocurrido volver a llamarlo y eso es la otra gradísima diferencia. Tampoco habría habido terapia de puta porque Mario no se habría puesto ciego y esa es la tercera grandísima diferencia que veo.

    Por el contrario, creo que se habrían quedado sin tiempo para terminar de poner en común todos los temas habrían tenido que volver a juntarse para hablar porque si no volverían a saltar los problemas. Ya se vio en la terapia de puta que había mucho resquemor.

    Y por ultimo pienso que a lo mejor mario habría cerrado el diario con un final feliz de los de fueron felices y comieron perdices al terminar la semana santa, hay gente que lo hubiera preferido.


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    1. Me parece un poco raro que Alvaro no pudiera conseguir marihuana, cuando tenia acceso aciertas drogas para mezclar en los convinados muy muy raro.

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    2. Desde que lo leí he pensado que Álvaro se desentendió del encargo de Carmen o no le dio importancia y como ella no le insistió lo olvidó, tambien puede ser porque apenas la conocía. Desde luego no está bien explicado en el relato.

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