Quince de Noviembre, catorce velas
En la novela hay una cierta materia que “quiere decirse”; y en un sentido no es el novelista quien hace la novela, es la novela que se hace sola, y el novelista no es más que el instrumento de su venida al mundo, su partero.
(Michel Butor)
El quince de Noviembre de dos mil siete comencé a escribir este relato, han pasado catorce años que inicié sin un plan preconcebido, jamás pensé que llegaría tan lejos, no era mi intención porque solo escribía para mí.
He dicho en varias ocasiones que escribo para mí; ha sido el único motor que me ha empujado, partido a partido, sin ninguna otra ambición o interés. Escribo para mí, sin que eso suponga que no valoro a los lectores; ¿qué escritor no escribe para él mismo en primer lugar? «Escribir para mí» significa que disfruto con lo que hago, trabajo cada capítulo hasta obtener lo que considero mejor y sigo fiel a lo que pretendía cuando comencé a poner sobre papel la historia que estáis leyendo.
El diario no es lo que muchos esperaban; pero igual que las personas evolucionan y siguen su propio camino, las historias siguen su rumbo inexorable y nada, ni el autor, puede evitar que avancen hacia donde está escrito.
Quiero mostrar mi agradecimiento a quienes continúan leyendo el diario, tanto aquí como en el blog; a quienes expresan su opinión desde el respeto y a quienes estuvieron y ya no están.
Y a Cris.
También a los que desde la falta de respeto me ayudan a practicar una virtud imprescindible: la templanza en el sentido que la define Aristóteles, un ejercicio de equilibrio. Mis disculpas a quienes pude molestar y con ello alejé. No fue mi intención.
El diario sigue vivo; ahora mismo hay cuarenta y cinco capítulos a la espera de ser publicados, lo que supone algo más de quinientas cincuenta páginas y alrededor de veinticinco horas de lectura. Tengo trabajo pendiente de chapa y pintura, dar cera y pulir cera en ellos como para estar ocupado bastante tiempo.
Y no dejo de escribir. Si nada me lo impide —otra pandemia, un volcán, un meteorito o algún partido ultramontano bien financiado— hay diario para rato.
Mis felicitaciones, son muchos años escribiendo un relato a un gran nivel.
ResponderEliminarNo llueve a gusto de todos, algunos les gustará más y a otros memos, pero como tu dices, escribes para ti.
Deseando leer esas 500 pajina.
Como ya he dicho, mis más sinceras felicitaciones.
Felicitaciones, aunque escribas para tí, al compartirlo lo haces en cierta medida de tus lectores. Y felicidades también por esa constancia que manifiestas en pasar a papel esas sensaciones que tu mente recrea durante tantos años.
ResponderEliminarAunque no escribamos a menudo, somos muchos, pienso yo, los que nos asomamos a leer tu obra.
Cobayin.
Felicidades, es una buena noticia lo que nos tienes reservado y en cuanto al rumbo que ha seguido el diario, como tú dices en el prólogo es la obra la que quiere decirse y poco puede hacer el autor para cambiarlo, esa idea se la he oído a algun otro autor, no conocía esta cita pero parece que les sucede a muchos.
ResponderEliminarÁnimo y sigue adelante que somos muchos y muchas esperando cada capítulo.
Lucia.
Flexycam
ResponderEliminarGracias por tanto! Feliz cumpleaños al Diario
Todos los días entro porque todos los días me acuerdo de ti y porque te echo de menos; porque todos los días te siento a mi lado aunque tú, igual, no quieras percibir ni mi aliento, ni mis deseos, ni mis sentimientos,… o no quieras ver mis ojos cansados, parte de mi destartalada figura creada por tantos momentos de confidencias compartidas.
ResponderEliminarESTUVE, ESTOY Y ESTARÉ SIEMPRE A TU LADO Y POR ENDE, AL LADO DEL DIARIO.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!!!!!!!!!
Un beso enorme para ti y para ella.
Guau, qué fuerte!
ResponderEliminarEn fin, felicidades, haces bien en escribir para ti, se nota, la calidad del diario es brutal y somos nosotros los que te tenemos que seguir no tú a nosotros. Un enorme abrazo.
Feliz aniversario para todos y todas, esto lo celebramos juntos y mucho más con lo que nos adelantas.
ResponderEliminar¿Para cuándo el siguiente capítulo?
TORCO
ResponderEliminarHace 15 años llegó hasta mi costa una botella con un mensaje. Un mensaje de un hombre que necesitaba abrir su corazón y compartir con alguien su experiencia de vida.
Fuimos y somos muchos los que encontramos esa botella que nos atrapó y nos sigue atrapando.
En mi caso encontré a un hermano, categoría que supera a la de amigo cuando coincidis en muchas cosas, ideas, gustos musicales, cine etc.
Hay piel, hay un vínculo que supera a la historia que relata el diario. Hay cercanía a pesar de las distancias. Hay preocupación cuando la botella tarda en regresar y felicidad cuando arriba.
Felicidad hermano.
Es un gustazo saber que estáis ahí, al otro lado.
ResponderEliminarEste debería haber sido el prólogo del siguiente capítulo pero por motivos que no vienen al caso "Jaque a la reina" tardará un par de días en publicarse. Ojalá la espera no os defraude.
Besos, abrazos, achuchones.
Mario.
Defraudar nos defraudas nunca, además el título suena muy interesante.
ResponderEliminarTomate tu tiempo, las cosas buenas se hacen esperar.
He atendido el consejo que me dabais algunos en los mensaje del capítulo anterior y he guardado la tijera. Setenta y cinco minutos. Dan ganas de dividirlo en dos pero no es posible, rompería la esencia del relato.
ResponderEliminarTORCO
ResponderEliminarMe gusta el título. Se supone que una reina que sufre semejante jugada es una mujer con años vividos.
Seguro hay un "príncipe consorte" que quizás, ante la llegada de otra mujer, más joven, inteligente, sensual, fogosa, etc, etc haya pensado que es tiempo de que la primera abdique en favor de la segunda y se retire a cuarteles de invierno.
Delirios que uno tiene.
Querido Torco, no creo que esa mujer se haga a un lado tan fácilmente.
ResponderEliminarEstoy deseando leerlo.
TORCO
ResponderEliminarQuerido APASIONADO, el título es Jaque a la reina no Jaque mate. Habrá que ver
cómo se se desarrolla esa jugada.