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02 febrero 2024

Capítulo 182  Los retos abiertos 


Tiempo aproximado de lectura: treinta y seis minutos.


Días del futuro pasado 

Acompañadme, demos un salto en el pasado hacia el futuro que ya está en el pasado.


Verano del dos mil tres, una noche cualquiera del mes de Agosto. 

Me hubiera gustado despertar entre sábanas de satén blanco, la noche lo había merecido, pero nos alojábamos en un complejo hotelero, hubiera sido mucho pedir. Nos despejamos con una larga ducha y bajamos a desayunar apurados de tiempo a punto de encontrar cerrado el comedor. Después, nos preparamos y salimos a pasar una mañana tranquila de playa.

—¿Qué quieres?

—Zumo de piña.

—Ahora vuelvo.

Esperé en la tumbona a resguardo del sol bajo un gran toldo. No le había querido decir nada a Mario, aquel hombre no me quitaba ojo desde que llegó. Da igual, estoy acostumbrada y más haciendo top less como la mayoría de las chicas a mi alrededor. Lo que nos diferenciaba eran los aros en mis pezones, unos aros idénticos al del ombligo y a los pendientes. Había ignorado los reiterados toques de atención de mi conciencia que exigía prescindir de la parte más llamativa de aquel precioso juego de seis piezas antes de bajar a la playa, un valioso regalo de… dejémoslo ahí. No había motivo, salvo librarme del insistente acoso de algún que otro mirón como este, pesado e impertinente. Nos habíamos cruzado. No exactamente: yo fui a refrescarme a la orilla, pasé cerca, al llegar esquivé unos niños y me entretuve con la marea empeñada en robarme la arena bajo los talones. Lo vi a pocos metros, ¿me había seguido?, miraba hacia mí con descaro, como si nos conociéramos. No le di mayor importancia, nadé un rato y volví al toldo, me sequé aún de pie y al levantar la vista lo encontré observándome. Sí, me conocía, sin embargo yo no recordaba haberle visto jamás. Esto sucedió diez o quince minutos antes de que Mario propusiera ir a por algo de beber y, durante ese tiempo, caí en la tentación de dar alguna ojeada. Siempre lo encontraba esperándome, declarando que él sí me conocía.

A poco de irse Mario, el desconocido se acercó, miró alrededor y se puso en cuclillas.

—Nueve. ¿Cómo es que no nos hemos visto antes?

El aire se congeló en mi entorno. Después de tanto tiempo había sucedido. En un segundo tomé la decisión, equivocada o no, de hacerme la tonta.

—¿Cómo dice?

—Vamos, princesa, la marca. Llevas la marca en el culo, no me tomes por gilipollas.

—Perdone, pero se confunde. —volteé hacia el chiringuito. Mario estaba de espaldas ajeno a lo que ocurría. El intruso siguió el curso de mi mirada.

—¿Quién es, tu novio o tu marido? Vaya, vaya, no sabe a lo que te dedicas, ¿eh, golfilla?

—Si no se marcha, voy a llamar a la policía.

—Va, no te pongas histérica. Ya nos veremos.

—¿Qué quería ese? —preguntó Mario en cuanto volvió.

—Nada, me ha confundido con otra persona.

—¿Seguro?, no deja de mirarte.

—Luego te cuento.

—No, cuéntamelo ahora.

Lo hice, le conté lo que había terminado por suceder, lo que más de una vez habíamos vaticinado medio en broma.

—¿Quieres que le diga algo?

—Le he amenazado con denunciarle si seguía acosándome. No volverá a molestar.

—¿Estás bien?

—Sí, olvídalo.

—Sabíamos que podía pasar.

—Mira que te lo advertí, y tú, erre que erre.

—Lo siento.

Al día siguiente teníamos planes para  hacer una excursión; al otro, me las ingenié para quedarnos en la piscina del hotel; al tercer día propuse ir de compras. Mario aceptaba sin protestar, pero no podía seguir ocultándome, decidí recuperar nuestra rutina, bajamos a la playa y ocupamos el lugar habitual. Lo reconozco, pensé buscar otro emplazamiento pero no estaba dispuesta a dejarme intimidar. A medida que avanzó la mañana fui aliviando la tensión y pasamos la jornada sin que diera señales de vida.

Dos días más tarde el incidente estaba olvidado. Mario fue al chiringuito a por refrescos mientras yo terminaba de untarme protector solar.

—Hola, Carmen.

Reconocí al instante la voz quemada por el alcohol y el tabaco. A un costado estaba el intruso, y conocía mi nombre. Sonrió al verme desconcertada. Se agachó cerca, muy cerca.

—¿Qué esperabas?, yo siempre hago los deberes. Carmen Rojas, psicóloga de profesión y puta por vocación. Una comepollas de lujo, según cuenta Diego. Bastó enviarle una foto y me habló maravillas de ti, de la nueve. Por cierto, está deseando verte, te manda saludos. —miró de reojo al chiringuito—. También sé que ese mierdecilla es tu cornudo y no va a decir ni mu si te propongo pasar un par de horas conmigo. Qué me dices, esas tetitas me tienen loco desde el otro día.

—Estoy de vacaciones. —respondí sin pensar lo que decía.

—Yo también.

—Habla con Diego…

—Diego me toca los huevos. Te quiero a ti, aquí y ahora.

Pensé rápido, aquel hombre no era de los que aceptan un no por respuesta, las consecuencias si lo cabreaba eran imprevisibles.

—Te advierto que no soy barata.

—Eso mismo ha dicho Diego, eres cara de cojones pero lo vales, no hay problema. Cuánto.

—Seiscientos. —Tiré por lo alto con la intención de disuadirle.

—No me jodas, ¿estás de coña?, ¿seiscientos euros por un par de horas? Doscientos cincuenta y vas que te cagas.

Regateé, es lo que esperaba. Lo cerramos en cuatrocientos. Sería en nuestro hotel a las ocho. Lo de echar a mi marido le puso un montón y gané la tranquilidad de estar en mi terreno. Una vez terminado el acuerdo, Salvador, que así se llamaba, recogió sus cosas y abandonó la playa. ¿Cómo supo Mario que no debía acercarse cuando nos descubrió hablando? Alguien diría que tenemos un sexto sentido, o que estamos conectados. La realidad es mucho más simple: nos conocemos profundamente, con una mirada y a través de los gestos que pudo ver en la interacción con el putero supo que debía esperar, dejarme hacer y estar alerta.

—Cuéntame.

—Me hizo una foto y se la envió a Diego.

—¡Joder!

—Le ha contado todo sobre mí, cómo me llamo, a qué me dedico y lo que es peor: lo que hago para él cuando voy a Sevilla.

—Ya se lo habría imaginado.

—Quiere un servicio esta noche.

—Lo vas hacer, lo veo en tus ojos.

—No tengo elección, he intentado evitarlo pero no lo quiero de enemigo.

—Haces bien. ¿Cómo va a ser?

—Dos horas, cuatrocientos euros. 

—¡Cuatrocientos euros!

—Diego le dijo que soy buena y cara.

—Y lo eres. ¿A dónde vas a ir?

—En nuestro hotel, es más seguro que ir a otro sitio.

—Mucho mejor. De acuerdo, tendré que desaparecer. ¿A qué hora?

—A las ocho.

—Estaré cerca por si me necesitas.

—Cariño…

—Tranquila, lo entiendo. ¿Crees que querrá más?

—Espero que no.

Nos fuimos enseguida, quería prepararme con tiempo. Comimos temprano para hacer la digestión pronto y que el tránsito intestinal hiciera su trabajo cuanto antes. Alguien que paga cuatrocientos euros por una mujer no espera una negativa si lo que pide es razonable, debía estar preparada, mi experiencia me dice que no todos los hombres entienden que hay rutas cuya función principal no es el sexo y, pasado el momento cumbre, cualquier atisbo de suciedad a veces provoca reacciones difíciles de gestionar; mejor evitarlo. Mientras la naturaleza seguía su curso y Mario se encargaba de comprar preservativos, me depilé aunque no lo necesitaba, me pinté las uñas de manos y pies y me arreglé el cabello, más tarde dedicaría el tiempo necesario a maquillarme. 

—Es la hora. —le dije cuando consideré oportuno que se marchara.

—Lo estaba pensando, no quiero tener un encuentro incómodo.

—Te quiero.

—Y yo a ti, amor, ten cuidado.


…..


—Esto apesta a tabaco.

—Fuma como un carretero. Abre la terraza, voy a ducharme.

—¿Todavía no te has duchado?

—Se marchó enseguida, pensé que lo haríamos juntos.

—Qué idiota. ¿Ha merecido la pena?

—Como se suele decir, no es tan fiero el león como lo pintan. No creo que hubiera hecho nada si le llego a mandar a paseo, pero por si acaso mejor ha sido esto que quedarme con la intranquilidad.

—Y encima, has ganado cuatrocientos euros.

—Hemos ganado. Nos los vamos a gastar en caprichos. —dije echándole los brazos al cuello.

—¿Yo qué he hecho?

—Ayudarme, estar siempre conmigo.

—Comprar los condones.

 —¡Eso, comprar los condones! —le besé como si hiciera un siglo que no lo hacía—. ¿Vienes a la ducha conmigo?

—A la orden, nueve.

—¿Nueve?, voy a hablar con Diego, me cabrea lo que ha hecho.

—Ponerte por las nubes y subirte la tarifa. Te quejarás.

—No te das cuenta, esto va a traer consecuencias.

—De qué tipo.

—Verás lo que tarda en llamarme, aunque, conociéndole, esperará que lo haga yo.

—Ya sabes cómo es, si llama será para decirte que vayas.

—Ay, Mario, qué ingenuo eres a veces, no se trata de eso. He aguantado dos años sin dar mi brazo a torcer y ahora, ¿qué le digo?

—¿Qué vas a hacer?

—No lo sé.

—Yo creo que lo sabes.

—¿Ya estás como siempre, empujándome?

—Mejor no digo nada.

—Calla y ven a la ducha.

—Déjalo para después.

—Serás sucio…


Días del presente pasado 

—¿Cuánto es el café?

—Cien pesetas. ¡Booote! ¿Ya se va?

—Sí, vuelvo a casa. A mi amigo aún le quedan unos cuantos días de convalecencia.

—Pues con ese brazo no sé cómo se las va a apañar para conducir.

—¿Cómo sabes que voy a conducir?

—Hombre… —Señaló la llave que había dejado sobre la barra.

—Muy observador.

—Detrás de una barra se aprende a ver y a escuchar. 

—Como en la consulta de un psicólogo.

—Eso me han dicho más de una vez.

—Yo también soy bastante buen observador. Por ejemplo: a pesar de lo que parece, no eres el encargado, es ese aunque es más joven, y te fastidia, no te gusta que te manden, a que no. Además, llevas poco trabajando aquí, unos… dos meses. ¿Voy bien?

—¿Cómo lo ha adivinado?

—No se cantan las propinas en la cafetería de un hospital y no es la primera vez que te lo advierten; en cuanto lo has hecho, te has vuelto a mirar a tu jefe.

—Joder, qué bueno, ¿es policía o algo así?

—Soy psicólogo. Que te vaya bien. Y no cantes las propinas.

Emilio se recuperaba según lo previsto, volvía a mostrar su carácter y ese sentido de la responsabilidad tan acusado que en ocasiones le impedía vivir la vida en plenitud. La llegada de su hermana le liberó del agobio que sentía por tenerme retenido. Tras las despedidas volví al hotel a recoger el equipaje y me dispuse a emprender camino a casa. El hombro lastimado y la experiencia sufrida me movían a la prudencia. Cargué las maletas y por instinto rodeé el auto revisando las llantas a golpe de puntera, en eso estaba cuando sonó el móvil.

—Mario, perdona que te moleste.

—Estoy a punto de salir para Madrid. —contesté rozando la grosería.

—Solo será un momento. Al final llamé a Carmen, ya sé que me aconsejaste esperar pero tenía la necesidad de saber cómo está. Prácticamente me colgó, es evidente que no quiere nada conmigo.

—Te lo advertí, te dije que le dieras tiempo.

—Quiero saber si puedo solucionarlo o es definitivo.

—Tomás, no pareces consciente del daño que le has causado, eres una figura muy importante para ella, o lo eras. Está muy dolida, Carmen no es rencorosa pero cuando pierde la fe en alguien es difícil que la recupere.

—Estaba pasando por un mal momento, me obcequé. 

—Hay algo más, no entendiste lo que ocurrió en Conil. Es cierto que fue más allá del acuerdo fijado con Gerardo, supongo que tenías tus fuentes para informarte de lo que hacían, dónde lo hacían e incluso con quién lo hacía. —rematé, pensando en Santos.

—Lo sé todo, las salidas en moto, la aventura con su mujer o la escapada con el capitán del yate. No me molestó, te lo aseguro, aunque no lo entiendo. Es su cercanía a Gerardo lo que no tolero, le había advertido reiteradamente sobre él.

—¿Lo ves? Si la hubieras escuchado… Puso en marcha un plan para neutralizarlo, una idea magistral que os libra a los dos de un problema a largo plazo. No le diste la oportunidad de que te lo contara.

—¿De qué plan estás hablando?

—Eso deberías preguntárselo a ella, si no es demasiado tarde.

—Necesito tu colaboración, no voy a poder acercarme a Carmen si no es con tu mediación.

¿Acaso estaba pidiéndome que actuara de alcahueta?, a mí, al marido de su… Aparté esa idea que me estaba causando estragos, pensé en el aspecto positivo, en devolverle la alegría perdida y, por qué no, en la turbia satisfacción que me provocaba la relación entre ellos. 

—Tengo que salir ya o se hará de noche, será mejor que continuemos en otro momento.

—¿Nos vemos mañana?

Parecía impaciente, no era propio de él. Cerramos una reunión a mediodía, yo dediqué el viaje a preparar el acuerdo que acababa de aceptar con el hombre que prostituía a mi esposa, el tipo al que Carmen consideraba su dueño, el mismo con quien mantenía una relación incestuosa.


El encuentro 

Llegué cansado, la lesión me pasó factura a pesar de que había intentado forzar el brazo lo mínimo. No acostumbro a manejar coches automáticos, en esta ocasión lo elegí porque era la opción más conveniente. Me deshice del cabestrillo y conduje con calma. Al cabo de media hora comencé a resentirme y tuve que hacer más paradas de lo habitual, el dolor se extendió al cuello y la espalda y los últimos kilómetros fueron un suplicio. Aparqué cerca del portal, subí parte del equipaje, ya me encargaría del resto, quería ponerme cómodo cuanto antes y descansar. Avisé a Carmen cuando logré relajar la tensión muscular. Voy para allá, dijo. Disponía de media hora para subir el resto del equipaje y adecentarme.

No la oí entrar, estaba buscando qué ponerme. El vapor del baño invadiendo la alcoba; yo, desnudo y ella, imponente dominando el espacio como si fuera a…

—¿Vas a violarme?

Me avasalló, estaba tan cerca de la cama que le bastó un golpe seco para hacerme caer. La contemplé desnudarse con una calma exasperante, sin apartar la vista, con autoridad. Yo sentía crecer una brutal erección vigilada por sus ojos negros. Termina ya, quería gritarle, pero no lo hice, no iba a rogar. Lanzó la última prenda lejos, unas preciosas bragas grises, y subió a horcajadas sin llegar a tocarme.

—Te echaba de menos. —murmuró.

—Y yo a ti, no imaginas…

Lamió mis labios con una vulgaridad impropia de una dama, había amarrado mis muñecas con las manos y se dedicó a mi boca como si quisiera devorarme, resoplaba furiosa y, sin soltarme, reptó para ajustar el contacto deseado, inició un vaivén deslizando su húmedo sexo sobre mi hinchada verga. Liberó una de mis manos para, en una rápida maniobra, apoderarse de mi polla y embocarla, se empaló y volvió a encadenarme. Comenzó a danzar un baile ondulante subiendo y bajando sobre la estaca que la atravesaba. Erguida, haciendo gala de un cuerpo moldeado en la piscina y el gimnasio, vencida a veces en mi pecho o apoyada en mis hombros soporté el agudo dolor que me infligía sin saberlo, dolor que, al mezclarse con el intenso placer, se transformó en una sensación potente, incontrolable. Estallamos al tiempo, cayó sobre mí y quedamos sumidos en un estado cercano al desvanecimiento, un profundo descanso reparador.

…..

Es la mujer más hermosa, la que más quiero, es la mujer con quien pienso compartir el resto de mi vida. La miraba mirarme desde el quicio de la puerta del baño desnuda desenredándose el cabello. No dije nada, no hacía falta, nuestras miradas hablaban por sí mismas. Traté de bajar el brazo desde la nuca y un latigazo de dolor irradió reflejándose en mi rostro.

—¿Duele?

—Un poco, lo he tenido demasiado tiempo en la misma postura.

Se sentó al borde y lo masajeó con cuidado.

—¿Cuánto tiempo debes usar el cabestrillo?

—Una semana. Mañana iré al médico, él dirá. Haré unas sesiones de físio y listo.

—Por cierto, ¿sabes que Emilio es un experto masajista?, la última vez que estuve con él tenía un tirón en el brazo y me dejó nueva.

—¿Solo con un masaje o te hizo algo más?

—Idiota, estoy hablando en serio.

—Emilio tuvo una infancia complicada, su padre murió cuando era pequeño. La madre era profesora de matemáticas en un instituto, debía de ser todo un carácter y se hizo cargo de sus dos hijos, gemelos. La hermana destacó enseguida con un cociente intelectual muy alto y se volcó en ella a costa de que Emilio quedara anulado. Hizo una carrera asombrosa, doctorada en exactas como la madre, marchó a Suiza a ampliar estudios y allí sigue. En cambio, la excelente carrera como psiquiatra y psicólogo de Emilio nunca ha sido valorada.

—Qué injusto, y qué triste.

—Enfermó siendo aún joven, los primeros síntomas de la esclerosis no tardaron en aparecer.  Emilio se hizo cargo de su cuidado ya que su hermana estaba demasiado ocupada. Así es como aprendió todo lo que sabe sobre fisioterapia.

—Es desolador, ahora entiendo mejor su carácter.

—Me costó dejarle solo, Teresa no es precisamente la mejor compañía para un convaleciente.

—Podías haberte quedado, lo habría entendido.

—En el momento que llegó yo le sobraba, no obstante, le darán el alta pronto, ya se encargará Emilio de acelerarlo y Teresa estará encantada de marcharse de vuelta.

—Es una pena que, siendo la única familia, no puedan apoyarse.

—No es una mala persona, es el producto de su madre. En algunos aspectos me recuerda a tu hermana, resolutiva, exigente consigo misma, incluso tienen algún parecido. Por cierto, ¿la has visto?


El amigo invisible

—Pensaba haberla llamado ayer.

Dejé inconclusa la frase. ¿Cómo explicar lo que me tuvo ocupada hasta el punto de olvidar a Esther?

—¿Y?, ¿qué pasó?

—Ni te lo imaginas: Jacobo se presentó en el gabinete.

—No me digas, ¿qué es de su vida?

—Siguen en Zaragoza, ha venido a hacer unas gestiones y aprovechó para recoger el certificado del seminario al que asistió el año pasado.

—¿Estuvo en Madrid el año pasado?, ¿cuándo?

—Yo estaba en Euskadi dando soporte a Itziar, no lo llegué a ver.

—Y Reyes, ¿qué tal está?

—Bien, han iniciado un tratamiento de fertilidad y está muy ilusionada.

—Me alegro, con todo lo que han pasado ojalá esta vez lo consigan. 

—Estuvimos charlando sin parar, hacía tanto tiempo que no nos veíamos…

—Os dio para mucho.

—Y para más, incluso hablamos de mi fallido viaje a Nueva York.

—Toda una aventura, se quedaría pasmado.

—Le conté cómo me han recibido en el gabinete, porque algo notó.

—Culpa tuya, lo hiciste rematadamente mal.

—No empecemos. Teníamos cosas más interesantes de las que hablar.

—Supongo que os pusisteis al día.

—Se notaba que tenía ganas de sincerarse. Estuvimos tomando algo y después cenamos en el asturiano que te gusta tanto. Está preocupado, la relación no pasa por su mejor momento; en fin, nos dieron las tantas recordando viejos tiempos, la época de la universidad, el año que estuvimos de becarios…

—Vuestro amor de juventud…

—Pudo haber sido, no te lo voy a negar, pero no ocurrió. Éramos colegas y juramos no cruzar los límites de lo profesional.

—Siempre has hablado de él con nostalgia.

—Solo fue un beso, poco más. Nos dimos cuenta de que lo íbamos a estropear y paramos a tiempo.

—¿Os quedasteis con las ganas?

Sonreí como una boba.

—Bueno…

—¿Qué me estás queriendo decir?


Jacobo fue mi amigo desde los inicios de la carrera. Inseparables, nos pasábamos el día juntos, en la cafetería, en la biblioteca, en clase. Así transcurrieron los cinco años hasta completar la licenciatura, amigos hasta la muerte, nunca se nos pasó por la cabeza otra cosa, nunca hasta el día que nos concedieron la beca, esa tarde perdimos la razón y nos pegamos un morreo brutal, después nos miramos asustados y sin decir palabra, tiramos cada uno por su lado. Era viernes, tuvimos todo el fin de semana para pensar. El lunes, antes de entrar a la facultad, lo hablamos, había sido un error, prometimos no volver a cruzar el límite de lo profesional, dijimos muy circunspectos, nos queríamos demasiado para estropearlo por un rato de sexo, los dos sabíamos de qué iba eso y a lo que inevitablemente conduce. No, a nosotros no nos iba a pasar. Poco después, le presenté a Reyes, mi amiga de toda la vida, muy mona, de buena familia, un poco monja. A sus padres, no les hizo gracia que se ennoviara con un psicólogo recién licenciado. Don Justo, Coronel de Estado Mayor, y Doña Concha habían situado a sus dos hijas mayores con buenos partidos: uno, ingeniero industrial, el otro, médico, futuro jefe de cardiología, eso sí eran carreras prometedoras y no un psicólogo, ni siquiera psiquiatra. Nunca lo han dicho pero me tienen por una mala influencia para su pequeña Reyes. A partir de entonces nuestras vidas se separaron, ellos comenzaron a salir por su cuenta, yo seguí con los estudios, Jacobo iba por libre, nos llamábamos a veces, pero ya no era igual, se convirtió en una especie de amigo invisible. No vino a mi boda, estaba fuera cursando un postgrado. Nos invitaron a la suya y fuimos, claro que fuimos. Parecía contento, Reyes estaba feliz. Luego comenzaron los problemas, dos abortos seguidos y una depresión debida entre otras cosas al entorno familiar, sus hermanas ya tenían descendencia, estaban empeñadas en una carrera a ver quién paría más, ella se sentía presionada y nada comprendida. Hablábamos con frecuencia, luego se mudaron y poco a poco dejó de llamarme, tampoco respondía a mis llamadas, como Jacobo.

Hasta que apareció.


…..


Me desperecé bien a gusto arqueándome toda, una mano interrumpió el nirvana recorriendo mi cuerpo desde el estómago a los pechos y vuelta abajo a hacer hueco para apoderarse del «montecito que tienes entre las piernas». Qué mono. No estuvo mal, había logrado poner el broche perfecto a mi estiramiento y le premié abriendo el camino. 

—Qué gustito, vuelve a hacerlo.

—El qué.

—Acariciarme toda.

Creí que pondría una excusa, al fin y al cabo me tenía cogida en su palma con el dedo medio hurgando en los labios, cualquier otro habría remoloneado; él, sin embargo, subió lentamente para darme el gustito que le había pedido. Eres un amor, le dije de corazón, me besó en la sien mientras masajeaba el vientre camino de «las pechugas». Bobo. Me colmó de besos por toda la cara haciéndome desear que alcanzara de una vez mi boca. La encontró a la par que mis… pechugas y perdimos la calma. Las seis y veinte, teníamos tiempo para otro asalto. Habíamos pasado la noche enzarzados en una batalla con pocas treguas recuperando el tiempo que no sabíamos perdido sin dejar ni un espacio a la culpa. 


…..


—Eres increíble, ¿cómo no nos dimos cuenta entonces?

—Hicimos lo correcto, ¿te acuerdas?, lo hubiéramos echado a perder.

—¿El qué, nuestra amistad? Al final nos separamos de todas formas y yo he sido infeliz desde entonces.

—No digas eso, Reyes es…

—Un muermo, no puedo con ella, a veces me saca de quicio.

—¿Cómo no lo viste antes de casaros? Joder, Jacobo.

—Joder, Jacobo, Joder, Jacobo. No te das cuenta, ¿verdad? Estaba huyendo de ti.

—¿Por qué no lo dijiste?

—¡Pusiste las reglas muy claras: nada de sexo, nada de amor, lo nuestro era perfecto tal cual estaba!

—Jacobo…

—Déjalo.

Superé su resistencia, evité los manotazos y lo abracé, lo mecí  tratando de consolarlo. Había una sorprendente similitud con la historia de Mario y Elvira, una exaltación de la amistad que impidió el curso normal de la relación. Miedo al fracaso. Ahora lo tenía en mis brazos, habíamos hecho el amor, habíamos follado de todas las formas y maneras posibles, no sentía ningún remordimiento por estar traicionando a una amiga incapaz de confiar en mí y prometí que no sería la última vez que mi amigo del alma gozaría conmigo del sexo más salvaje que puedo brindarle a un hombre. Se lo debía.


…..


—¿Te fías de él?

—Dice la verdad, es la primera vez que hace algo así; además, Reyes es amiga mía aunque haga por lo menos… un par de años que no nos vemos. A Jacobo no le interesa ir contando que se acuesta conmigo.

—Lo dices como si tuvieras pensado repetir.

—¿Por qué no?, le quiero, es un tío potente, tiene un cuerpazo y fuera de la cama es estupendo y divertido. ¿Tú no repetirías?

—Cuerpazo, potente, estupenda y divertida, me has hecho pensar en Macarena. 

—¿Aún la echas de menos?

—Como no, tuvimos un final traumático, aún no lo he procesado. Pero estamos hablando de ti. No te prives, aprovecha la ocasión.

—¿Tú crees?

—Visto como lo planteas, sí, adelante. —respondió—.¿Por eso has llegado hecha una fiera?

—Estaba muerta de ganas por verte, encima te encuentro desnudo. Yo, que ya venía calentita…

—¿Ah, sí?

—Estuvo toda la mañana enviándome mensajes, que si lo pasamos bien, que a ver cuando repetimos, que si va en serio lo de pasar un fin de semana en la Sierra…

—¿Eso le has dicho?

—Le hablé de la casa, lo demás se lo ha montado él solito.

—Y a ti, qué te parece.

Evité sonar trascendental, ya habría tiempo de contarle el resto.

—Ahora que no está Laura espiando, no me importaría pasar un fin de semana juntos en la Sierra, sin llamar la atención, nada de dejarnos ver por el pueblo.

—Te ha dado fuerte.

—Está muy bueno, es el típico hombre que apetece tener encima.

—Ya imagino.

Me pegué a su pecho mimosa.

—Bueno, a ti, más que encima, te gustaría tenerlo detrás, ¿no?

—Anda, calla.

—Cuando vas a terminar de contármelo?

—¿Por qué sacas eso precisamente ahora?

—¡Ya estamos, tú y tus secretos!

—¿Dónde vas? Espera. Es que no me apetece hablar de eso.

—Eso. ¿Qué es eso?, ¿que te gustan los hombres?

—No sé si me gustan los hombres, no lo sé, lo que hice fue… Prefiero hablarlo en otro momento.

—¿Cuándo?, porque ya ha pasado suficiente tiempo como para que lo hubiésemos hablado, ¿no crees? No me has dado ninguna oportunidad para compartir lo que sientes, te has cerrado en banda como si lo que hiciste no hubiera ocurrido.

—Desearía que no hubiera ocurrido. Por las formas, por el lugar, porque te lo oculté, por todo.

—Eso ya está hablado y resuelto, sin embargo sigo sin saber lo que pasa por tu cabeza, en cambio tú conoces al detalle lo que significa para mí el sexo con una mujer. 

—Cada vez que intento pensarlo, me asaltan unas imágenes sórdidas de lo que hice y no puedo continuar. Estoy bloqueado. Da igual, puedo vivir sin ello, en el fondo siempre lo planteé como una teoría.

—La bisexualidad evolutiva lo llamabas, anda que no nos dabas la brasa.

—Si has pensado alguna vez que intento ocultarte algo, te equivocas. No puedo volver a ello, lo intento y no puedo.

—Deberías librarte de ese peso, ya sabes cómo, háblalo, sabes quién es la persona adecuada, ya te ayudó una vez.

—Algún día.

No insistí más, tendría que ser él quien encontrara el momento adecuado. Volví a Jacobo.

—Hemos quedado en vernos antes de su marcha. Tendrá que ser aquí, no me arriesgo a ser vista saliendo de un hotel entre semana a primera hora, ¿te importa?

—Por supuesto, dímelo y quedo con Elvira.

—Eres un cielo.

—De todas formas…

—Qué pasa.

—¿No te preocupa estar engañando a Reyes?, es tu amiga y con todo lo que han pasado y ahora, con lo de la terapia de fertilidad…

—Me preocupa que Reyes piense que un hijo va a apuntalar un matrimonio que ya hace aguas. Jacobo piensa lo mismo pero no es capaz de negarse.

—Vosotros veréis.

Me había irritado en exceso, no entendía el cambio de opinión de Mario, había pasado de apoyarme a censurarme. No quería estropear nuestro reencuentro por una bobada, entre el roce por la bisexualidad negada y esto, el ambiente estaba algo enrarecido. Busqué una vía de escape que lo oxigenara. Volví con dos copas de vino.

—Cuéntame, ¿en qué ha quedado el proyecto de fusión?


Candela

—En suspenso, me voy a poner con ello enseguida, quiero conocer la disposición de los candidatos tras los acontecimientos.

—Lo más probable es que quieran esperar a ver cómo evoluciona la situación internacional.

—Es lógico. De todas formas tendré que volver a Sevilla.

—Aunque solo sea por ver a Candela.

—Boba. Las decisiones no se dan por tomadas así, sin más, he de asegurarme y tratar de consolidar los acuerdos que ya tenemos.

—¿Llegaste a hablar con ella?

—La llamé para decirle que estaba de camino, le prometí que la vería esa misma noche.

—¿No la has vuelto a llamar?

—Lo hizo ella, estaba preocupada por ti, sabía que estabas en Nueva York.

—¿Le has dicho que estoy bien?

—No, se me ha pasado.

—Cómo puedes ser tan capullo. 

—¡Carmen, esa boca!

—Llámala ahora mismo.

—Mira qué hora es, estará trabajando.

—¡Pues le dejas un mensaje, tarugo!

—Ya está. —dijo al terminar de teclear—. No sé cómo lo olvidé.

—Mereces que te mande a paseo.

—Encima dale ideas.

—Tiene carácter la siete, no necesita consejos.

—Eso quién lo dice, ¿la nueve?

No sé a cuento de qué saqué a colación nuestros nombres de guerra, me había inflamado como una cerilla en una mancha de gasolina. Nos lanzamos el uno al otro, quién diría que acabábamos de hacer el amor, rodamos por la cama pugnando por quedar encima. Ganó él. Con la respiración agitada sin perdernos de vista buscamos en nuestra mirada lo que pretendíamos. Al final, lanzó una propuesta:

—Vente conmigo, cógete unos días y vente conmigo.

Entorné los ojos y sonreí descartando un sueño irrealizable.

—No puedo, me he comprometido con Itziar, vuelvo a retomar algunos casos, no puedo irme ahora, en serio.

—Hazlo, iremos juntos al Penta, yo estaré con Candela y tú volverás a hacer lo que más te gusta. —Le besé con la pasión desbocada.

—¿Eso es lo que piensas de mí?

—Lo disfrutaste, estuviste en tu salsa, niégalo. 

—Fue una experiencia increíble.

—Déjate de frases, plantéatelo así: una noche de burdel cada cierto tiempo y vuelves con las pilas recargadas.

—Procura no decir eso delante de Candela.

—Es broma, no tiene importancia.

—No creo que ella considere que, pasarse la noche follando con toda clase de hombres, sea volver a casa con las pilas recargadas.

—Lo sé, no pretendía…

—Sé lo que querías decir, solo digo que tengas cuidado, todo el respeto que le tienes se puede ir a la mierda por una frase desafortunada.

—Tendré cuidado, gracias por advertírmelo, a veces olvido que su vida no es fácil.

—Ella, sin embargo, no olvida nunca cuál es su posición y cuál es la nuestra, aunque no lo diga.

—No creo que le hayamos humillado nunca.

—No he dicho eso, digo que ella no confunde la relación que mantenemos.

—¿Nosotros sí?

—Espero que no. Debemos tener presente que mi motivación y la suya son diferentes. Ella trabaja por necesidad, para mantener a su hija, yo…

—Tu motivación para ejercer la prostitución no es económica, pero lo tuyo no es un juego y ella lo sabe, por eso habéis congeniado, sois compañeras y amigas, os cubrís las espaldas, hacéis buen equipo.

—Eso es verdad, nos entendemos muy bien, gustamos mucho, será porque nos parecemos.

—Valéis más juntas que por separado.

Me gustaba lo que estaba escuchando, era cierto, formábamos un tándem poderoso, llamativo, nos movíamos por la sala con soltura, pendiente una de la otra, levantando más atención de la que podía suscitar ella sola. Es lo que dijo Diego, “las dos juntas formáis un dúo cojonudo». Entonces, tuve un destello de sospecha.

—¿Por casualidad has estado hablando con Diego sobre mí?

—Hablar, hablar… algún comentario.

—Mario, has calcado un comentario que hizo en privado.

—A ver, después de la noche loca que pasaste en Sevilla, estuve un par de veces en el Penta, Diego y yo hemos hecho buenas migas.

—Eso no me lo habías contado.

—Tampoco es para tanto.

—Hacer buenas migas con el dueño del Penta, el chulo que se ha follado a tu mujer, en fin, sí es para tanto.

—Tal vez he exagerado, no somos íntimos. quería sonsacarme cosas sobre ti, ya sabes.

—No, no sé.

—Cuánto llevamos juntos, si siempre has sido tan…

—¿Zorra?

—Ligera.

—Seguro que no dijo ligera.

—Me preguntó si en Madrid también andas metida en el ambiente.

—En el ambiente, ¿qué ambiente?

—Ya sabes.

—Y tú, como eres un bocazas…

—Solo le conté vaguedades, que tienes un amigo al que ayudas a cerrar los negocios más importantes.

—¡Joder, Mario, eso no son vaguedades!

—Está colgado por ti, Carmen, quiere que vuelvas.

—Y como un buen cornudo, apoyas la moción.

—Estás deseando volver a trabajar codo con codo con Candela, reconócelo.

—Suponiendo que así fuera, Diego no me dejará. 

—Con todo lo duro que parece, lo tienes comiendo de la mano. Hará lo que le pidas.

—No, a menos que le permita tatuarme.

—Pues hazlo.

—¿Estás loco? No, de ninguna manera, sabes lo que opino de los tatuajes, y menos éste, un nueve en números romanos y una vulva.

—¿Quién va a a adivinar que esos trazos representan un coño?

—Es igual, no me lo voy a tatuar.

—Carmen: lo estás deseando.

—Tú qué sabrás. ¿Dónde vas? No, ni se te ocurra.

—Te conozco, te mueres por llevar en el lomo la marca de Diego. —Afirmó de regreso, con un rotulador indeleble y la libreta donde guardaba el modelo—. Date la vuelta.

—No, estate quieto, no quiero, ¡para!

—Déjame, anda.

—Además, con ese rotulador, luego no hay quien lo borre.

—¿Y qué?, nadie lo va a ver.

—Qué pesado eres. —claudiqué, rindiéndome al deseo.

—No te quejes, si te gusta.

—¿Y ahora qué voy a hacer?, quería volver al gimnasio, por lo menos en una semana no va a desaparecer.

—Ve tranquila, nadie va a descubrir un chochete en tres líneas.

—Idiota, lo digo porque un dibujo hecho a rotulador, es un poco cutre.

—Más a mi favor, nos acercamos a un salón de tatuaje y…

—Qué pesadito te estás poniendo.

—No te muevas, como se me vaya un trazo va a salir un desastre.

—No me muevo.

—No paras de mover el culo y me estás poniendo…

—Cómo.

—Ya te lo digo cuando acabe. No estaría mal que lo enseñaras en el gimnasio, ¿te gustaría mostrárselo a Guido?

—¿El culo?, lo tiene muy visto.

—Boba, el tatuaje.

—No creo que haya vuelto todavía, suponiendo que vuelva. 

—¿Te fastidia?

—¿Ya está?

—Casi, no seas impaciente. Di: ¿te fastidia que no esté?

—Me da igual.

—No sabes mentir. Deja de apretar el culo. ¿Te ha puesto cachonda pensar en Guido?, me está llegando un tufillo a hembra en celo.

—¿Te queda mucho?

—Ya está.

—Voy a verlo. 

—¿Te gusta?

—Ha quedado perfecto.

—Vuelve a la cama.


….


—Ven conmigo a Sevilla.

—No puedo, además…

—¿Qué?

—Nada.

—Dilo.

—Si voy, querrás que te acompañe al Penta.

—Naturalmente.

—Sabes lo que va a pasar si aparezco.

—Que te va a tatuar el lomo.

—Ni de coña. Supón que un día en la playa, nos cruzamos con un cliente de Diego. Lo reconocería al instante.

—Sería mucha casualidad.

—Tú qué sabes. Que no, ni loca.

—Y si llegara a pasar, tampoco sería una tragedia.

—¿Te parece poco?, Que un hombre al que no conozco de nada me identifique como…

—Como qué, dilo.

—Como una de las chicas de Diego. No pongas esa cara, cómo quieres que lo diga, ¿que soy una de las putas de Diego?

—¿Acaso no lo eres?

—Esa no es la cuestión —terminé por decir tras dudarlo—. Qué hago si alguien me relaciona con el Penta, cuéntame.

—Nada, ¿qué vas a hacer? 

—¿Tú crees que si un cliente de Diego tropieza con una de sus… putas en una playa, haciendo vida normal no va a querer aprovechar la ocasión? Venga, Mario, no seas cándido.

—Para eso estamos tú y yo, para ponerle en su sitio.

—Qué fácil lo ves todo en teoría, menos mal que no va a pasar.

—Claro que no, hay una posibilidad entre…

—Porque no me voy a hacer el puñetero tatuaje, ¿queda claro? Lo que pasó aquella noche estuvo bien pero entérate: no va a volver a pasar.

—Ya veremos. Date la vuelta.

—¿Otra vez?, ¡joder, Mario, qué te has tomado!

—Eres tú, me pones muy bestia.


Claudia

—Apaga la televisión.

—Un momento, espera que terminen de dar el último avance.

—¡Apágala, apágala!

—Vale, ya está.

—Lo siento, no puedo seguir viendo eso.

—¿Qué te pasa

—Es que…

—Dime.

—No consigo quitármelo de la cabeza.

—Tranquila.

—Debería haberle avisado, tuve tanto tiempo para hacerlo y sin embargo…

—Cálmate, termina de cenar.

—Se me ha quitado el apetito. ¿Te das cuenta?, si ha muerto habrá sido por mi culpa.

—¡No digas eso!, no sabemos lo que ha pasado. Probablemente canceló la reunión al enterarse de que no habías ido.

—No creo. Conmigo o sin mí, el proyecto iba a salir adelante. ¡Oh, Dios, por qué no le avisé!

—¿Cómo ibas a imaginar lo que estaba a punto de suceder? ¿Dónde vas?

—A hablar con Claudia, tengo que enterarme si sabe algo.

—Espera, es muy tarde.

Respiré hondo, me costaba enfrentarme a la esposa del hombre al que había abandonado a su suerte.

—¡Carmen!, por fin, ¿estáis bien?, ¿dónde estáis?

—Yo estoy en Madrid, no llegué a volar.

—¡Cómo!, ¿qué pasó?

—A última hora cambié de idea, estaba ya en el aeropuerto y decidí cancelar el viaje. Te llamo por si has tenido noticias de Ángel.

—No sé nada, no hay forma de comunicar, estoy muy preocupada, ¿qué te dijo, qué planes tenía?

—No hablé con él, pensaba llamarle justo cuando saltó la noticia.

Estaba conmocionada, mantenía una entereza que tarde o temprano se vendría abajo, en ningún momento reconoció la posibilidad de que la tragedia le tocara de lleno, yo no quise hacer alusión a ningún dato que pudiera hacérselo ver. Nos despedimos prometiéndonos llamar si obteníamos alguna información nueva. Al colgar me sentí culpable, muy culpable.


109 comentarios:

  1. Llevo días con un dolor en la espalda que no me deja dormir bien, me he levantado para no despertar a Nadia y me he encontrado con el nuevo capítulo.


    Me a gustado, sobre todo la parte del principio, he sentido a Mario lleno de paz y una compenetración entre el y Carmen brutal.

    Me a gustado lo de días del futuro pasado, uno de los mejores comics de los X-Men y un buen título para un futuro relato.

    Lo del penta estaba cantado, también hemos descubierto quien era el famoso acompañante de Carmen, Jacobo, este va a traer nubarrones, tengo la sensación que este quiere a Carmen para algo más que para follar.

    Lo de Jacobo y Carmen me a recordado a algo que pasó en mi cuadrilla hace unos años y la cosa terminó como el rosario de la Aurora, espero que Carmen tenga más suerte que mi amiga que terminó pagando los platos rotos.

    Lo del nueve tatuado en la espalda y esos viajes a Sevilla, me da que Carmen no volverá a trabajar para Tomas, por el capítulo especial que publicó en pandemia sabemos que Tomás y Carmen volvieron a ser más que amigos, pero no creo que Tomás apruebe que trabaje para otro que no sea el.

    Como dice Wonder Woman los hombres nacemos sin esa tendencia natural a compartir.

    Por último Claudia, tengo la mala sensación de que Claudia la va a tomar con Carmen, aunque no tengo nada claro de que Angel esté muerto.

    A sido un gran capítulo y muy esclarecedor, Mario es la pieza que encaja perfectamente con Carmen, en muchas ocasiones llegué a pensar que Carmen terminaría dejando a Mario, pero cada capítulo que leo esa idea se va difuminando.

    Estoy seguro que Corvacho y su compañera disfrutarán de este capítulo como lo he hecho yo, de hecho has conseguido que me olvide del dolor de espalda, voy a pedir a mi médico que me recete más capítulos del diario.

    Un abrazo muy fuerte para Carmen y para ti Mario.

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  2. El parto de los Montes que anunciaba Mario ha sido cualquier cosa menos un ratoncito, tengo que imaginar un animal poderoso y y bello, un venado de los que por estas tierras compiten entre ellos por exhibir la cornamenta más imponente para llevarse de calle a las hembras. Para mí este es uno de los mejores capítulo del diario, puede que el mejor. Y el guiño a un clásico está dirigido a quienes tenemos pasión por la música y hemos heredado una discografía de nuestros padres, era fácil de adivinar, con una noche entre sábanas de blanco satén los x-men escapan por la ventana, querido apasionado.
    Tengo que empezar a trabajar, ya seguiré comentando porque el capítulo tiene tela, besitos,
    Lucía la que lee.

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  3. Necesito tiempo para digerir el texto, lo he leído a salto de mata y ahora solo tengo cinco minutillos.
    Apasionado tiene razón, Jacobo va dar mucho juego, no hay más que ver que Mario le ha asignado etiquetas a él y a Reyes y eso lo hace solo a quienes van a seguir saliendo.
    Esta tarde seguiré comentando. Muy aguda Lucía con lo del blanco satén, menuda balada.

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  4. A mi hay dos cosas que me gustan mucho, los comics y el heavy metal, por eso el comentario de los X-men, pero escucharé esa canción entre sábanas de blanco satén, en vuestro honor Lucía y Mario.

    Diego es un personaje que a perdido todo interés para mí, de hecho cada vez que salga saltare esa parte del diario, darle el nombre apellidos y profesión de Carmen a un desconocido, lo siento, no puedo con las personas así, Jacobo me recuerda a mi amigo, aquel que os conté que le fue infiel a su novia, las mismas excusas.

    Si de verdad piensas eso, lo primero no te casas y lo segundo hablas con esa persona y dejas la relación, lo siento no puedo con los cobardes, este tío va a ser un grano en el culo en la vida de Mario y Carmen.

    Mario y Carmen son como dos pilotos de combate, adoran la adrenalina y el riesgo, Mario no duda en embarcar a Carmen en toda locura que se le ocurre, pero por lo que parece eso les mantiene unidos, porque los Mario y Carmen del verano del 2003 tienen una compenetración que en muy pocas parejas he visto.

    Concuerdo totalmente con Lucia, no se si el mejor, pero esta en el top 3 de los mejores capítulos del diario.

    Lucia Mario un abrazo muy fuerte.



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  5. Igual que he dicho que Jacobo es un cobarde porque lo es, Carmen a demostrado que como amiga no vale mucho, con decir que es una monja no justifica los cuernos que le a metido a su amiga.

    El día que Reyes se entere de la verdad el daño será irreparable, no solo lo traiciona el hombre que dice amarle, si no también su amiga, no me gustaría estar en su pellejo.

    Carmen no a actuado nada bien, se a dejado llevar por la calentura sin medir consecuencias, que seguramente las tendrá en el futuro, porque Carmen terminará dejándose llevar como lo hizo con el fotógrafo.

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    1. Cada vez me recuerdas más a mi hermano pequeño, no tan pequeño, 26 años ya, siempre le he tenido que andar sujetando para que no suelte lo primero que se le viene a la cabeza siempre le digo que cuente hasta diez antes de hablar y tú me lo recuerdas un montón. Ale, Carmen es mala amiga porque dice que Reyes es un poco monja como si eso fuera tan grave, yo tengo amigas que lo son y se lo digo a la cara y no pasa nada amigos que parece que han ido al seminario y a mí me llaman salido, qué pasa. Cuenta hasta diez y lee otra vez el capítulo, no te lo tomes tan a pecho. Hace falta que te diga que es un consejo de amigo?

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    2. No digo que Carmen sea mala amiga por decir que su amiga es una monja, sino porque le a puesto unos cuernos de la hostia, y si siempre digo lo que pienso para lo bueno y para lo malo, aprecio tu consejo, pero yo soy así, una persona con muchas virtudes, pero también con muchos defectos.

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  6. Pues fíjate que yo creo que al final Jacobo si que va a ser un ratoncito, olgo me dice que su relación con Carnen no va acabar bien y sera por culpa de los celos de él.

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  7. ahora sí a despejar las dudas, o a incrementar las,
    una ves que lea el capítulo lo analizo y comento

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  8. Este es el último comentario que voy hacer sobre este respecto, una traicion es una traicion y que lea el capítulo una o mil veces no va hacer que cambie de opinión.

    Carmen tuvo la oportunidad de follarse a Jacobo años atrás, pero entonces no lo veía correcto, pero ahora que esta casaso con Reyes se lo folla toda la noche.

    Me pongo en los zapatos de Reyes y no veo justificación alguna para semejante castigo, lo que han hecho Jacobo y Carmen está mal le pese a quien le pese.

    Yo respetaré todos los puntos de vista, pero he expuesto el mio, puede que tenga razón o puede que esté equivocado, pero estacas mi forma de pensar.

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  9. De todas maneras también voy a romper una lanza en nombre de Carmen, por como maneja el asunto del cliente del Penta de forma magistral en las vacaciones del 2003, sin perder la calma, sin entrar en las provocaciones.

    Consiguiendo que una situación complicada, se convirtiera en una situación provechosa para los dos.

    Como ya dije Carmen es mi personaje favorito, por eso la miro con lupa, pero al Cesar lo que es del Cesar y en esta ocasión me quito el sombrero con Carmen.

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  10. Acabo de leer este capítulo, muy interesante, pero tendré que volver a leer para tener una mejor comprensión. En el primera parte de días del futuro pasado, saco en conclusión si bien podría seguir en contacto con Tomas, no creo que siga en la misma situación, cuando el personaje distingue a Carmen por el tatuaje, y ella se prepara para recibirlo, ella menciona que se depila abajo, aunque casi no era necesario, este detalle me hace suponer lo antes comentado ya que a Tomas no le gustaba que sus pupilas estuvieran depiladas.
    Ya con más calma seguiré comentado.

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  11. Quería comentar el relato en profundidad esta noche y cómo ha saltado el tema del engaño me voy a adelantar un poquito. Hay un diálogo interesante entre Mario y Carmen.

    —No te preocupa estar engañando a Reyes?, es tu amiga y con todo lo que han pasado y ahora, con lo de la terapia de fertilidad…

    —Me preocupa que Reyes piense que un hijo va a apuntalar un matrimonio que ya hace aguas. Jacobo piensa lo mismo pero no es capaz de negarse.

    Ahí está uno de las claves: hay un matrimonio roto que una de las partes intenta sostener como sea. Jacobo pierde los nervios antes, “es un muermo, me desquicia”. Desde mi punto de vista no hay pareja, deberían hablar y poner punto final. Lo que ocurre entre Carmen y Mario hay que verlo desde estas coordenadas, creo yo

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    1. Lo siento mucho Lucía yo te compraría esta teoría si tuviera también la versión de Reyes, que ya te digo yo que diferira mucho de la que a contado Jacobo, una pareja está rota cuando lo deciden las dos personas que la conforman, y entre Jacobo y Reyes el matrimonio sigue vigente, por lo cual son unos cuernos como una catedral.

      Veremos si Reyes opina lo mismo que Carmen cuando se entere, porque tengo claro que se va a enterar, de momento tenemos a un Jacobo diciendo que mala es mi mujer, pero no me atrevo a dejarla.

      Yo lo tengo claro, me pongo del lado de Reyes, tal vez sea aburrida y una monja, pero de momento lo que no es, es infiel, Jacobo no puede decir lo mismo.

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  12. Entre Carmen y Jacobo quiero decir

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  13. Cómo acá decimos, Jacobo se está haciendo la película. Siempre estuvo enamorado de Carmen. El problema es cuando dejas pasar el tren y tomas el que le sigue, descubris que, con el tiempo, extrañas el que dejaste pasar.

    Ese amor puede transformarse en obsesión y eso ya es bastante pesado porque el tiempo ha pasado y ambos viven otras vidas. El problema es que el obsesionado no lo reconoce.

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  14. Es verdad que me lo tomo a pecho porque yo estube en la misma posición de Reyes, tal vez no hacía feliz a mi ex, tal vez se había aburrido de ver mi cara todos los días, tal vez era aburrido en la cama y ya no me aguantaba.

    Seguramente tendría mil excusas para dejarme, pero en vez de hablar conmigo y cortar, decidió que la mejor solución era engañarme, mejor solución para ella claro.

    La verdad puede dañar, pero la mentira destruye, con esto quiero decir que seguramente Reyes tendrá sus cosas malas como todos, pero que la engañen y la traicionen no es la solución, la infidelidad es el arma del egoísta.

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    1. Hay un matrimonio roto que una de las partes intenta sostener como sea. deberían hablar y poner punto final. ¿Qué parte de mi teoría no puedes comprar? Porque encaja bastante bien con la tuya: Hablar, y te lo digo porque yo también se lo que es eso de que “una pareja está rota cuando lo deciden las dos personas que la conforman”. Perdona pero una pareja está rota cuando una de las dos personas siente que ya no forma parte y lo intenta hacer entender. Hay muchas formas de no querer darse por aludido, de no oír lo que no se quiere oír. Lo he vivido, se de lo que hablo. Es un tema muy delicado y cuando toca directamente nadie es objetivo

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  15. Entiendo tu punto de vista y lo comparto, pero aquí solo tenemos la versión del infiel, una versión muy conveniente. Me gustaría saber lo que Reyes tiene que contar, porque ahora mismo ella es la víctima de una infidelidad.

    Jacobo no fue sincero con ella desde el primer momento, porque el quería a Carmen, Reyes fue con lo que se tuvo que conformar. Además si no quieres continuar ese matrimonio vas a un abogado y preparas los papeles del divorcio, despues si la otra persona no quiere entrar en razón hablas con la familia expones las causas por las que te quieres divorciar y te mudas.

    Pero es más fácil engañar, tal vez esté equivocado, pero creo que nada justifica una infidelidad.

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  16. No quiero entrar en polémica, todos los que han expresado su opinión respecto a los cuernos de Jacobo a Reyna, tienen cierta razón, si la cuestión moral, si Reyna es una monja, si esto, si lo otro, desde mi punto de vista es una cuestión personal y todo lo que digamos en favor o en contra es intrascendente. Los únicos involucrados son los que tienen que solucionarlo de una u otra forma. Tendríamos que estar en los zapatos de esta pareja para ver realmente como son las cosas, porque una cosa es lo que le dice Jacobo a Carmen, y otra puede ser lo que realmente es, yo puedo pensar que Jacobo le cuenta eso a Carmen para que no piense en Reyna como su mejor amiga y así no sienta que la esta traicionado, por eso digo cada cabeza es un mundo.


    Por otro lado concuerdo con los que dicen que Jacobo va a querer sacar raja de Carmen, se le ve entusiasmado y teniendo un sexo exquisito como lo sabe dar Carmen, y Carmen quedo satisfecha. Pero Carmen y Mario están en otro nivel, y el piense que Carmen podría dejar a Mario esta equivocado, Mario y Carmen hacen un equipo perfecto, los dos sabe quienes son y hacia donde se dirigen, con Jacobo no creo que funcionara de igual manera.

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  17. Lo mejor será que lo deje estar, en este punto soy inflexible, jamás podré ver a Jacobo como una víctima, para mi la infidelidad es injustificable.

    Pero si creéis que la infidelidad de Jacobo está justificada lo respeto, no pretendo imponer mi forma de pensar a nadie, os pido disculpas si me he puesto muy pesado, pero este tema me puede.



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    1. Estoy de acuerdo en que lo mejor es dejarlo como está porque es un tema que levanta heridas y no nos va a llevar a ninguna parte. Puede que no nos hayamos entendido, yo no he justificado la infidelidad de Jacobo. Identificar las causas que al cabo del tiempo producen efectos y, si se dan las circunstancias (un encuentro con la persona adecuada) llevan a otro efecto no significa justificar sino exponer unos hechos, ocurre todos los días. Desde mi punto de vista hay un matrimonio roto desde el principio, un matrimonio que quizás no se debió celebrar y que con los pocos datos que ofrece Mario estaba destinado a fracasar, por aburrimiento crónico, o por otras causas. Sigo especulando, si esa etiqueta de “monja” es lo que se suele aplicar a una chica modosita, de formación religiosa y con la familia que tiene, es probable que haga lo imposible por “salvar” su matrimonio aunque no haya nada que salvar (sigo especulando), como meter un hijo por medio, menudo error.

      Sigo sin justificar la infidelidad, expongo las causas que llevan a ella cuando surge el encuentro con quien fue su amor imposible. Solo es mi punto de vista.

      Lo dicho, dejémoslo así porque no vamos a avanzar y que cuente mi caso no va a aportar nada más que mi impresión subjetiva.

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    2. El diario es puro sentimiento y muchas veces es imposible no dejarse llevar.

      Por ello te pido perdón Lucía, tengo el defecto de dejarme llevar por mis sentimientos y sin darme cuenta arroyó a todos a mi alrededor.

      Es un defecto que tengo que corregir.

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    3. No te disculpes, es comprensible. Además, todos te conocemos, mira como te contestó Dosoctavas, como un hermano mayor, desde el cariño.

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  18. Vuelta de tuerca. Si Jacobo inventa esa versión en su afán de conseguir algo con Carmen? No sería el primer hombre que inventa una historia similar para intentar seducir a otra mujer con el personaje del marido cuyo matrimonio naufraga y su mujer intenta retenerlo a como de lugar.

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  19. Bruto.
    No sé qué es lo que discutís, desdé hace bastante tiempo tiempo veo a Carmen como un personaje bastante egoísta.
    Está a lo suyo primero y luego ya veremos.

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  20. Yo no soy imparcial aquí lo reconozco, entiendo perfectamente lo que expone Lucía, lo he vivido en mi familia, la parte que no quería romper el matrimonio se salió con la suya, ahora la otra parte esta atrapada y no es feliz, tampoco veo justicia en eso.

    Hay que saber reconocer cuando el matrimonio está acabado, muchas veces es mejor empezar de cero.

    Como bien dice Jacobo el amaba a Carmen y se caso con Reyes como válvula de escape, me imagino a Reyes enamorada de un hombre que finge amarla, todo para intentar olvidar lo que siente por Carmen.

    Para mi esto es una tragedia, porque seguramente Reyes siga enamorada de un hombre que nunca la amo, seguramente para Jacobo no habrá tenido que ser fácil fingir un amor que no siente, casarse por despecho no es una buena solución.

    Después de volver a leer el capítulo, veo que por mucho que diga Carmen que Reyes era su amiga de toda la vida no se siente así, ella tiene mucha más empata con Candela una persona que conoció meses atrás que por Reyes que se conocen desde pequeñas, Carmen lo dice claro, no diente remordimientos por estar engañando a Reyes, parece que se siente culpable por no haber correspondido ese amor de juventud.

    Esta parte de Carmen no me gusta nada, me pregunto si la Carmen del principio del diario hubiera actuado así.

    Yo aquí veo un Jacobo sacando su obsesión por fin, consiguiendo eso que tanto anelaba, una obsesión que seguramente le a llevado a aborrecer a Reyes, una Carmen que se acuesta con Jacobo para intentar compensar ese miedo que tuvo en la juventud para dar ese paso y después de comprobar que Jacobo es bueno en la cama no está dispuesta a dejarlo escapar.

    Por último esta Reyes, una mujer condenada desde el principio, porque el hombre que ama, siempre amo a otra mujer.

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  21. Le he dado al botón de enviar sin querer, sigo, Jacobo y Carmen van a disfrutarlo y será Reyes la que pague los platos rotos.

    Para Carmen Reyes no es nada importante, habla de ella desde la distancia como si estaría contando lo ocurrido a una vecina, no siento ni una pizca de empatia, tal vez en emalgun momento la considero su amiga, pero eso ya no es así.

    Jacobo nunca amo a Reyes, ahora que tiene a Carmen a su alcance y receptiva, le da igual lo que pase con Reyes.

    Reyes no lo a pasado bien en la vida, una presión excesiva por parte de su familia, dos abortos y una depresión por esa causa, veo a una persona que siente que decepciona a todo el mundo, que no está a la altura.

    Eso que todabia no conoce la guinda del pastel, la infidelidad de su marido con su amiga de toda la vida, le ahuguro mucho dolor en el futuro.

    Reyes tenía la partida perdida antes de empezar, creo que debería empezar a buscar su felicidad, porque de momento lo único en lo que está gastando sus energías es en agradar a los demás.

    Siento empatia por Reyes, porque ella ya era la perdedora desde el momento que Carmen le presentó a Jacobo.

    Gracias a todos por tener tanta paciencia conmigo.

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  22. Dejando las discusiones a un lado, este capítulo a dejado muchas ventanas abiertas.

    -La irrupción de Jacobo a las vidas de Carmen y Mario.
    -El acercamiento de Tomás a Carmen con la ayuda de Mario, me da que Mario se va a llevar más de una bronca.
    -La bixesualidad de Mario, veremos como se desarrolla eso en el futuro, pues parece que Mario está bloqueado con ese asunto.
    -El viaje a Sevilla, tengo claro que Carmen viajará con Mario y se tatuara.
    -La reacción de Claudia, la verdad es que me temo lo peor, Claudia parece una persona muy vengativa.

    Luego hay un personaje que siempre está ahí, pero no termina de coger importancia, Esther la hermana de Carmen, según Mario fría y metódica, es un personaje que despierta mi curiosidad.

    Por último ese viaje al futuro, donde vemos a Carmen y Mario como una pareja bien consolidada, donde saben lo que hacer solo con mirarse a los ojos.

    Seguro que me dejo muchas cosas, si es así corregirme por favor, pero tengo que decir que a sido un capítulo lleno de emociones y muy completo.

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    1. Por eso lo habrá llamado Retos abiertos a lo mejor
      Batman

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  23. Espero que estéis disfrutando del fin de semana.

    Como autor del relato que soy, os debo una explicación, que diría el alcalde de Villar del Río, el mítico pueblo de “Bienvenido Mr. Marshall”. Pues eso, os voy a contar de donde nace el subtítulo de “días del futuro pasado” que tanto ha dado que hablar.

    Cuando estaba redactando esa escena hablábamos del ciclo del tiempo: escribimos sobre el pasado y nos movemos en él avanzando hacia el futuro que hoy ya es pasado. Entonces recordé el título de un álbum de los Moody blues que ya es un clásico publicado en mil novecientos sesenta y siete, Days of future past, días del futuro pasado, un álbum mítico que forma parte de mi memoria porque lo escuchaba mi hermano sin cesar y porque contiene una de las baladas más grandes de la música británica, nights ni white satin, noches de blanco satén que ha sonado durante décadas. De ahí el guiño que le dediqué en el primer párrafo y que enseguida fue descubierto por Lucía.
    Nada de x-men

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    1. Pues días de futuro pasado es un comic de X-men y muy bueno ademas, uno es freak, que le vamos a hacer.

      Ademas Días de futuro pasado también es una canción de los Iron Maiden

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  24. Las ventanas abiertas de Apasionado serían los retos del título, muchos temas abiertos para pensar. Y para pensar esta frase que le dice Carmen a Mario en el 2003 “he aguantado dos años y ahora qué le digo”. ¿Qué es lo que ha aguantado? Ya me contáis

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    1. Diego le habrá pedido durante dos años que trabaje para el en exclusiva y Carmen le habrá dado largas, pero después de lo ocurrido y viendo Diego el dineral que podría ganar a costa de carmen y se lo exigirá.

      Creo que Diego, por una razón que no conocemos a consentido que trabaje esporádicamente, aunque lleve el tatuaje del Penta, pero me da que ese tiempo se a terminado y Carmen tendrá que viajar a Sevilla para trabajar a tiempo completo.

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  25. En uno de los capitulos, no me acuerdo en cual, se pudo leer como Carmen estaba haciendo las maletas para ir a Sevilla ante la tristeza de Mario, corregidme si me equivoco, creo que muchos pensamos que se iba con Carlos, pero y si con el que se va es con Diego.

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  26. En Aranda de Duero esperando a entrar a comer un buen cordero.

    Apasionado, no compró tu teoria, sospecho que Carmen ha aguantado dos años de presión por otra cosa.
    Ese capítulo que dices no me suena, Carmen fue a Sevilla por el congreso a reunirse con Mario y conoció a Candela y a Diego, no recuerdo que haya vuelto.
    Alem me voy a poner fino de cordero. Adioooooooos!

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    1. La verdad es que mi teoría tiene poco peso, la otra alternativa es que Diego se haya encaprichado de Carmen tanto que quiera que deje a Mario y se mude con el.

      Es poco probable, pero no deja de ser otra teoría.

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  27. Otra cosa en la que me he fijado es que desde los capítulos de Conil, has dejado de describir los actos sexuales de Carmen, como con el cliente de la playa del 2003 o el mismo Jacobo.

    Tampoco es que me queje, pero como no sueles dar puntada sin hilo, pienso que tiene su razón de ser.

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  28. Disoctavas, ¿cual crees tu que es el motivo por el que Carmen lleva negándose durante dos años?

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  29. Después de 182 capítulos, qué decir, pues que no dejo de emocionarme cada vez que vuelvo a leer una nueva parte de esta impresionante historia. Si además añadimos que la temática que está tratando ahora es parte de mis sueños y fantasías, no puedo pedir más. Cuando ha hablado de marcarla, he notado que un placentero rayo recorría mi cuerpo.

    Con respecto al estilo de escritura, más de lo mismo. Hay momentos en que pierdes el hilo, aunque se pueda recuperar pronto, pero es un hecho constatable; como lo es, también, la utilización de excesivas frases cortas, tanto que hacen, en muchas ocasiones, la lectura poco fluida.

    Un besazo enorme.- C

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    1. Me alegra que el diario siga emocionándote, Cris, y sobre todo, que toque los temas sensibles para ti.
      En cuanto a los defectos de estilo te doy toda la razón, abuso de las frases cortas, no es la primera vez que me lo adviertes, es algo que antes no me ocurría. Prometo tratar de corregirlo.

      Un beso, Cris, gracias por seguir conmigo.

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  30. Buen lunes para todos, primer corte de la mañana.

    Por ahí hay alguien que dice que no perdamos tanto tiempo discutiendo, que Carmen es un personaje bastante egoísta que va a lo suyo y lo demás le da lo mismo.

    Es curioso, porque si me dejo llevar de lo primero que me viene a la cabeza cuando recuerdo las muchas maneras en las que Mario ha ido manipulando a Carmen a los largo del diario hasta convertirla en lo que él quería, podría decir exactamente lo mismo de él: Mario es un personaje bastante egoísta que va a lo suyo y lo demás, en concreto Carmen, le da lo mismo.

    No cierro los ojos a lo que el relato, con razón o sin ella, cuenta, hay acción en común de ambas partes en un mismo sentido, el “generoso” esposo se acuesta con sus amigas cuando y cómo quiere sin que suponga ninguna humillación a su mujer y ella lo hace con sus amantes sin que sea un deterioro de la hombría de su marido, menos para quien lo ve como un acto de infinito egoísmo.

    Lo hablaba este fin de semana con mi pareja, es lo mismo que ha dicho el autor varías veces, hay quien no puede evitar ponerse en el papel del personaje y sufre lo que el personaje no sufre. No sufre, lo está diciendo a voces ¡no sufre!. Tú no lo harías, no lo consentirías, muy bien, no pasa nada, relájate.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo Lucía, Mario no hizo las cosas bien, sobre todo en la época en la que Roberto estaba acosando a Carmen y Mario no se dio cuenta porque estaba cegado por el placer que estaba sintiendo.

      No fue capaz de ver lo sola que se encontró Carmen, después llegó la época de Domenico y las tornas se dieron la vuelta, ensayo y error cuantas veces lo han dicho Carmen y Mario a lo largo del diario.

      Si leemos el extracto del 2003, Carmen y Mario son un equipo de remo con una soncronizacion casi perfecta, Carmen ya no se siente sola porque sabe que Mario está a su lado de forma incondicional.

      Esa parte me hizo pensar, entre ellos no existe el engaño, ni humillación, quieren probar algo nuevo lo hacen sin reproches, siempre juntos.

      Los dos pueden acostarse con quien quieran y después utilizan eso para aumentar más el placer cuando se demuestras su amor.

      Yo lo reconozco, no sería capaz, pero no considero a Mario menos hombre que yo, ni a Carmen una mujer ligera de cascos como alguien la a descrito.

      Que pases un buen día Lucía.

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    2. Bruto.
      Lo he escrito yo pero no lo he puesto por eso, si me preguntas desde el verano veo a Carmen más centrada en lo suyo, egoísta al fin, e iba por la despreocupación por su supuesta amiga, me viene bien pues a por ello, que antes el egoísta lo fue Mario y mucho es cierto, pero ahora es así y que ha habido, hay y habrá gestos de absoluta generosidad por parte de ambos estate segura.
      También tengo la sensación de que son capítulos de transición, no sé ni a qué ni a donde pero es lo que me parece, a mí.
      Mario presenta cosas que van a pasar pero son pinceladas y nos deja suponer por dónde va ir la historia, en eso es un maestro.

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  31. A mi me ha parecido un gran capítulo y esclarecedor.
    Al tiempo de saber con quien rompía la línea de la profesionalidad, importante pero yo no veo a Jacobo en el futuro, nos coloca a Carmen en una situación frente a Diego que no entiendo. ¿Necesita a Diego como proxeneta para ejercer como puta de barra? Yo creo que no, es mucho más mujer aunque lo tenga un poco en el olvido. Ni siquiera si solo quisiera ejercer la prostitución y dejar la psicología. Y teniendo el completo apoyo de su marido.
    Mario propuso a Macarena ser su proxeneta y enviarla a trabajar con sus contactos. ¿No lo podría hacer con Carmen si quisieran?.
    Pero además esta Tomás, Domenico, si reaparece, Mahmoud (se que soy muy pesada pero creo que él cerraría el circulo), incluso Claudia.
    Pero, como siempre digo, prefiero esperar lo que nos cuente Mario.
    Un besazo para todas y todos
    Giovanna

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    1. No es eso Giovanna, en Sevilla si quiere trabajar tiene que pagarle tributo a Diego, tampoco lo veo nada justo, pero de no hacerlo se metería en problemas.

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  32. Sobre la bisexualidad, entiendo que la posición de Mario es así porque fue en un contexto y en un ámbito muy negativo. La crisis con Carmen y el local del sauna no fueron el mejor comienzo.

    Entiendo a Carmen en su afán de que Mario se abra.

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    1. Yo creo que Carmen lo que quería impedir es que Mario se volviera a encerrar en si mismo.

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  33. Buen día, había estado pensando si comentar en este capítulo o solamente leer los buenos comentarios de todos mis compañeros lectores pero luego de leer el comentario de Giovanna pues me antojé.
    Lo del tatuaje ni comentar ya se veía que esto podía pasar. Fue un requisito que le puso Diego cuando Carmen pasó esos días junto a Candela. Que necesite volver a Sevilla para ejercer en esa barra no lo considero necesario pero es parte de su historia y no me opongo a leerla.
    En cuanto al acompañante misterioso me equivoqué en mi predicción, todos han hablado sobre la infidelidad y el dolor que causa a la persona afectada. Se ha dicho bastante sobre las excusas que ha puesto Jacobo con respecto a su matrimonio. Y cada quien pone las que necesita para justificarse. Pero estamos hablando de una historia de un matrimonio abierto en donde los dos disfrutan de relaciones con otras personas.
    Tengo entendido que cuando Mario conoció a Carmen no era la máquina sexual que es en este momento y él moldeó su carácter y su sexualidad a tal punto que se sintiera complacido. Él ha hablado de cómo le enseñó todo respecto al sexo oral, no pudo hacer lo mismo con el sexo anal y le tocó ser mamporrero de Doménico. Cuando Jacobo se casó con Reyes, y vio que esta era modosita prácticamente una monja como esposo debe guiarla para que disfrute de su sexualidad dentro del matrimonio y no lo hizo.
    Cada matrimonio es diferente cada relación es diferente y cada persona también es diferente lo único que sí sé es que un hijo no detiene a un hombre que no quiere a la madre.
    Carmen está en otra liga disfrutando de su cuerpo al 100% y dándole a Mario las emociones que este anhela sentir. Son una pareja que han formado una Unión mucho más grande que el propio matrimonio, ya se conocen completamente sin necesidad de hablar y eso es muy bueno.
    Saludos desde un no sé cómo decirlo soleado, nublado... bueno confuso (en cuanto al clima) lugar del mundo

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  34. En el diario hay unos cuantos personajes masculinos que desprecian a Mario, para mi los más representativos son Angel y Gerardo, el primero con su actitud chulesca en aquella fiesta del gabinete y el segundo con todo su comportamiento durante las vacaciones de Conil.

    Le llaman cornudo de una forma muy despectiva, pero si miramos el diario con lupa, Gerardo y Angel también son cornudos.

    Según dijo Gerardo su mujer hacia su vida y tenía sus aventuras y en el caso de Angel Claudia no se priva de nada.

    ¿Cual es la diferencia?, a su forma de ver Mario es un cornudo porque permite a Carmen follar con otros, pero ellos hacen exactamente lo mismo permitiendo a sus mujeres hacer lo mismo.

    Tal ves este errado, ya me diréis que pensáis sobre esto.

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  35. Ahora mismo tomando unas cervezas con Nadia y Lidia, esta última me comentaba que Jacobo tarde o temprano se dará de bruces con la realidad, después de cumplir ese anelo de juventud, esta emocionado y feliz, mandando mensajes al día siguiente como un chiquillo enamorado, sin darse cuenta que Carmen y Mario juegan en otra liga.

    También comentaba que seguramente este será el revulsivo para que Jacobo se divorcie de Reyes, pero sin lograr lo que el tanto desea que Carmen se combierta en su pareja.

    En cuanto a Reyes me comentaba que seguramente Jacobo no haya sido la primera vez en serie infiel y que no le extrañaría que ella fuera consciente, pero viendo la familia de esta seguramente el divorcio será un tema taboo, por lo tanto si Reyes se divorciara seria una desonrra para su familia.

    Por eso la locura de ser madre como solución para seguir con el matrimonio, según Lidia Reyes tenía que estar desesperada, viendo que su marido no la amaba y recibiendo presiones inhumanas por parte de su familia.

    Nadia cree que divorciarse es lo mejor que le puede pasar a Reyes, aunque eso ponga a toda su familia en su contra, porque su relación con Jacobo a sido una mentira desde el principio y podria encontrar a un hombre que la amara de verdad.

    Las chicas creen que el tatuaje que llevaba Carmen en las vacaciones del 2003 no era real sino uno de los dibujos que le solía dibujar en la espalda Mario, de hay cuando Carnen le dice ya te habise que esto podía suceder.

    Seguramente Carmen se habrá negado a tatuarse de verdad durante estos dos años y ahora después de lo ocurrido no le quedará otro remedio que hacerlo.

    De ahí la frase que le voy a decir ahora después de no dar mi brazo a torcer en dos años.

    Dosoctavas las chicas dicen a ver que te parece esta otra teoría.

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  36. Había ignorado los reiterados toques de atención de mi conciencia que exigía prescindir de la parte más llamativa de aquel precioso juego de seis piezas antes de bajar a la playa, un valioso regalo de… dejémoslo ahí.

    Esta frase también me ha llamado la atención, esta claro que es el regalo que le hizo Gerardo, este personaje lo volveremos a ver seguro, pero por el tono de Carmen no se si pensar que las cosas no acabaron muy bien.

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  37. Lo que para mi es un gran acierto es esa mirada al futuro que nos da Mario en este capitulo, espero que no sea el ultimo, porque esa conversación que tienen Mario y Carmen sobre el dueño del Penta nos a dejado intrigados a muchos.

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  38. Hablando de no dar puntada sin hilo ahí va otra que he descubierto, dos aros más dos pendientes más un piercing del ombligo suman cinco no seis. Mario suma mal o nos ha colado un gazapo debajo del bikini de Carmen 🤣 🤣

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  39. Jajaja. Lo da gazapo debajo del bikini no irá con segundas, no?
    Es verdad, Mario no comete errores de tal calibre, si dice que son seis, sin seis, habrá que buscar la sexta pieza, puede ser un anillo o una gargantilla además de lo estamos pensando porque ese “y tú, erre que erre” es muy significativo, también lo de que lleva dos años aguantando y ahora qué le va a decir a Diego es para interpretarlo de muchas maneras. Mario nos quiere tener cavilando.

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  40. Voluntario para mirar debajo del bikini si Carmen me deja
    Batman

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  41. Nunca se me han dado bien las matemáticas; cinco, seis, no te. As a poner a contar cuando tienes delante un cuerpo hermoso y bien adornado.
    A otra cosa: He recuperado un CD (sí, yo sigo escuchando los cd’s que grabé hace no tantos años, tengo un reproductor en el despacho) con una recopilación de Gotan Project, un grupo de los dos mil, ¿os suena? A Corvacho, probablemente. Si os interesa pongo algún enlace.

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    1. No cuela, los números se te dan de cine jajaja.

      Con respecto al grupo de Gotan Project, en la coleccion de mi padre hay tres discos.

      - La revancha del tango.
      -Inspiración Espiración.
      -Lunático.

      Yo la verdad es que no los he escuchado nunca porque el era como yo, nos gustaba escuchar la música con los cascos puestos disfrutando de un buen café y de un cigarro cuando yo fumaba.

      Les daré una oportunidad, tal vez mecsorprendan.

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    2. «No te vas a poner a contar», quería decir, y salió lo que salió.

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  42. En este momento me encuentro 0escribiendo el que pudiera ser el primero de mis relatos. Pero quisiera hacer una consulta cuál es el formato que más le llama la atención al estilo del diario donde varias personas dan su punto de vista de momentos diferentes o del mismo momento o uno que sea tipo narración donde una sola persona se encarga de contar toda la historia desde su punto de vista. Les agradezco sus consejos.

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    1. Yo normalmente suelo usar el tipo de narración donde una persona lleva el peso narrativo, pero yo te recomendaria que probaras con los dos y vieras cual se ajusta más a tu forma de escribir.

      Espero haberte ayudado.

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  43. Ya lo dijo el filósofo: Uno más uno son siete, quién me lo iba a decir. Pues eso, dos más dos más uno bien pueden ser seis. ¿No cuela?

    No es el único enigma matemático que plantea este capítulo, hay otro más huidizo. Ha pasado suficiente tiempo como para que los cazadores de gazapos le hubieran dado caza, aunque no se trata de un gazapo si bien lo parece. Ahí lo dejo.

    Me despido parafraseando a Sidney Pollack. Buscad, buscad malditos.

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    1. Muy bien traído, nos acercamos peligrosamente a la situación que describe el libro. Por cierto, me gusta más el libro que la adaptación de Pollack aunque es muy buena.

      Buscaré, no sé por dónde pero buscaré el no-gazapo. Si es numérico ya es una buena pista.

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    2. Danzad, danza malditos, era una película que vi hace unos años, en ella se refleja perfectamente la época de la gran depresión en los estados Unidos.

      La primera vez que la vi no la aprecie en absoluto, era demasiado joven, pero durante la pandemia la volví a ver y me pareció magnifica, además si a eso le sumamos que en ella trabaja Jane Fonda, una grandisima actriz, además de ser una mujer elegante y muy hermosa, que más se puede pedir.

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  44. Esto me recuerda a la película descifrando enigma película protagonizada por Benedict Cumberbatch, os la recomiendo una gran película.

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  45. Mario no cuela, creo que se por donde va la cosa porque si se trata de números no hay mucho donde mirar, estoy leyendo capítulos hacia atrás lo que pasa es que hasta el finde semana no tengo tiempo pero tengo una pista a ver si no estoy equivocado

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  46. Carmen comento que el juego que le regalo Gerardo también traía un piercing para el clitoris y con ese serían seis, buff yo que soy aprensivo a las agujas solo de pensar en el daño que tiene que hacer ne entran escalofríos.

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  47. Le decía ayer a mi chica que a Mario hay que leerlo como a Nostradamus. ¿Os encaja que le guste la serie de Los Serrano la última de Fran Perea? A qué no, se lo dije por whattapp a Dos Octavas y me dijo lo mismo, esto es como perseguir la pista de un ladrón de guante blanco.

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  48. No puedo con algunos de los comentaristas de TR, me ponen de una mala hostia profunda, si no le he contestado es por no darle lo que el quiere, que Mario deje de escribir el diario.

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  49. Buenos días a todos Hoy no me puedo levantar, ya quisiera yo que fuera por culpa del fin de semana al estilo de Mecano. 38 de fiebre y toda la noche con una tiritona y sudando como un pollo, llevo despierto desde las siete menos mal que vendrán a cuidarme los amigos que para eso están. Y las amigas.

    Me pasa como a Apasionado que no lo soporto, disimulo y me callo pero no lo aguanto Como me tengan que pinchar voy a pasarlas canutas, pero ya se sabe que algo quiere algo le cuesta y los amantes del piercing aguantan lo que sea, de todas formas creo que el regalo no es de Gerardo, lo hubiera dicho, ese es otro enigma que nos deja Mario para resolver algún día.

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    1. Cuidate mucho amigo Dosoctavas y ponte bueno pronto, lo de la agujas bufff.

      Con lo del regalo tienes razón, puede ser cualquiera, tendremos que esperar con paciencia.

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  50. Después de mucho tiempo vuelvo a escribir para reiterar mis felicitaciones a Mario por tan magnífico relato. Simplemente lo disfruto, y me descubro a diario entrando a revisar si es que se da el gran momento de encontrar que haya subido uno nuevo.
    Have rato veo cómo Carmen se enoja con mucha facilidad cuando se da cuenta/imagina/intuye/cree que Mario no le cuenta todo, pero al mismo tiempo ella con mucha facilidad decide lo que es conveniente contarle a él, hasta dónde, qué sí y qué no, o directamente nada.
    No acostumbro a.releer los capítulos pasados, pero tengo la seguridad que en el Penta, Carmen lograba alcanzar el nivel de Proeza Sexual a través de un consumo descontrolado de drogas.... Volverá a eso?
    Saludos a todos, muchas veces no escribo porque ya está todo dicho por uds


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  51. Sigo vivo, menuda gripe estoy pasando, todavía estoy de baja aunque ya parezco yo.
    Ayer ya tenía ganas de trastear con la tablet y empecé a investigar lo que sospechamos Lucía y yo, me dice que está muy liada de trabajo y que lo cuente yo.

    1º Candela no es la siete, es la ocho, no me acuerdo del capítulo pero está escrito. Coincidimos en que Mario no da puntadas sin hilo y que no es un error, algo trama.
    2º creemos que el juego sé si es piezas no es De Diego, lo habría dicho,
    3º en 2003 no se ha hecho piercing en el clítoris, hay comentarios que lo prueban “y tú, erre que erre”, “si llama sabes lo que me va a pedir” y algún otro.

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  52. Error, en el 2º quería decir “el juego de seis piezas”, se entendía pero por si acaso lo aclaro.

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  53. Yo creo que el juego de pircings que lleva Carmen son el que le regalo Gerardo, a no ser que en esos dos años Mario le haya comprado uno.

    Jajaja, yo esperaré al fin de semana para revisar los anteriores capítulos que tengo más tiempo.

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  54. En mi trabajo me he hecho toda clase de heridas y me he hecho más quemaduras de las que pueda contar, pero comparado con lo del piercing en el clitoris todas minucias.

    Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta, una amiga se lo está pensando, pero tiene miedo que se le infecte, le han debido de comentar que después el clitoris está más sensible y sentirá más placer.

    No se yo si el dolor que sentirá compensa el placer quecdentira después.

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  55. Míralo de este modo: El dolor, pasa; el placer, permanece.

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  56. Seguramente sea así Diva, pero yo no sería capaz, vamos, salgo corriendo a una velocidad capaz de ganar las Olimpiadas.

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  57. Hoy hemos pasado de estar a 24 grados a estar ahora a 8, menudo invierno mas loco y extraño.

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  58. Estimado DOSOCTAVAS espero que mejores pronto. En lo que respecta a los pinchazos, lo mío es cuando me extraen sangre, pero lo que no soporto no es el pinchazo, sino cuando debo sacarme el aposito que te colocan. Ocurre que salgo a mi padre por la cantidad de vello que poseo, lo que según mi compañera no es muy bello.

    Querido amigo, un hermoso regalo lo de Gotan Project. Soy de la generación que los tangueros de la vieja guardia quisieron quemar en la hoguera por escuchar a Piazzolla. Pero el creador de Adiós Nonino venció.

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    1. Este fin de semana escojo una selección y preparo el enlace homenaje a Gotan Project

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  59. Yo lonpaso faltal cada vez que vienen hacérselo reconocimientobmedico a la empresa, la enfermera que nos extrae la sangre ya me conoce y me intenta animar diciendo que es un pinchacito.

    Normalmente me suelo poner de los primeros, la última vez me preguntó si tanto odiaba las agujas, porque era de los primeros.

    Le dije así, los malos tragos como las tiritas lo antes posible y del tirón.

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    1. Señor Apasionado, no lo tomaba por miedoso a las agujas... Bueno, cuando me hice el piercing, mi marido se desmayó.Los tuve muy en cuenta a ti, a Mario y a Dos Octavas en Miami.Disfruté la playa, los vinitos y las comidas, y eso que no es mi ciudad favorita en el mundo.

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  60. Regresé. Mucho trabajo, pero valió la pena. Me puse al día con el diario y debo decir que este es uno de mis capítulos favoritos.
    Mariale.

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  61. Aunque todo el trabajo de investigación lo ha hecho Dos Octavas no me quito mi parcelita de de mérito, recordaba que en algún capítulo Candela aparecía como la ocho, creía que era Mario el que la mencionaba, me ha faltado tiempo para buscarlo, menos mal que tenemos al inspector Clouseau entre nosotros y ha dado con la clave.
    Estamos los dos de acuerdo también en que el piercing, a fecha de Agosto de 2003, está por hacer, las pistas son bastante evidentes.
    También coincidimos en que el precioso o valioso juego de seis piezas no es el regalo de Gerardo, tiene que ser de algún otro amigo que se sabrá cuándo Mario le dé la gana.
    Me voy a disfrutar del fin de semana que lo tengo merecido, vaya semanita, dosochi, termina de ponerte bueno. De salud porque de lo otro ni en Lourdes. Jajaja.

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    1. Podría ser regalo de Mario, en un capítulo hablaron de hacerlo los dos juntos y también le dijo Carmen a Mario porque el nunca le había regalado un juego de aros para los pezones.

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  62. Feliz día a todos, hay algunos puntos que me llaman la atención en este capítulo y que aclaran algunas situaciones de capítulos anteriores.
    Mario mencionó que extrañaba a Macarena, lo cual me hace pensar en la situación que los separó, el que Mario cambiase su papel de consentidor al papel de macho dominante. Y que desafortunadamente por él no ser dominante no tiene la experiencia para controlar la situación y se le fue de las manos.
    En el diario hemos encontrado a varios machos dominantes como; Doménico, Mahmud, Gonzalo, Gerardo, Ángel, Diego y otros que son dominantes dependiendo de la situación como Tomás, que en los capítulos donde conoció a Carmen, le prestó su departamento y comenzaron su relación no tenía el carácter dominante que surgió en el momento en que Carmen le pidió dinero para el taxi. Desde ese momento hay una dualidad en el carácter de Tomás, como jefe es dominante, como amigo es cariñoso.
    Carmen por su parte se lleva bien con los cariñosos como; Mario, Carlos, el Fotógrafo, el Michelín, Emilio, su ginecólogo y Salif. Que no por ser cariñosos dejan de ser buenos amantes lo único es que no demuestran ese carácter posesivo y dominante que tienen algunos.
    Cuando Carmen encuentra un dominante ella entra en el papel sumiso que hemos visto durante muchos capítulos. Y vemos que hay una fuerte atracción entre Carmen y ellos.
    En este capítulo conocimos a Jacobo pero todavía no sé en qué categoría colocarlo ya que está enamorado de Carmen y pudiera ser de el tipo cariñoso, pero habrá que esperar próximos capítulos para poder comprobar esta teoría.
    Saludos a todos.
    P.S. bienvenida de vuelta Mariale.

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    1. Según mi punto de vista Carmen disfruta de toda su sexualidad sin complejos, ella puede ser dominante, pero también disfruta tomando el rol de sumisa.

      Disfruta del sexo hetero, pero también del sexo Lesbico, incluso follo con una transexual.

      Disfruta de todo, pero aunque a veces las fronteras están difusas, sabe diferenciar sexo de amor.

      Angel, Gerardo, Domenico incluso Tomás creen que la tienen dominada, pero la realidad es muy distinta, es Carmen quien los domina a todos, porque todos terminan haciendo lo que ella quiere.

      El único que es consciente de ese hecho es Mario y el lo disfruta como el que más.

      Una amiga me dijo una vez que su novio iba de macho dominante y que la tenía dominada en la cama, pero el siempre terminaba haciendo lo que ella le pedía y más disfrutaba.

      Quien dominaba a quien, es como el caso de Diego, muy dominante, pero es el quien le insiste a ella.

      Carmen disfruta y hace bien, que bastantes palos nos da la vida.



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    2. Para mi el único que encaja en el prototipo de dominante es Domenico, el no necesito ni amenazar ni intentar menospreciar a Mario, Gerardo y Diego son unos macarras y Angel no lo veo como Dominante, más bien es Claudia la dominante.

      Tomás es dominante en los negocios como bien dices, pero lo veo más dominante que Gerardo.

      Pero como ya he dicho en otro comentario no dejan de ser juguetes en manos de Carmen y Mario, aunque eso no quita que las actitudes de Gerardo, Angel y Diego me resultan irritantes.

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    3. Me perdi, quien es Diegoya estbe dandole a coco y no recuerdo de momento quie es ese Diego.

      Creo que tendria que darle una leida a todo el diario y hace una especie de memoria para recordar quien es quien en el diario.

      Haber si ahguien me saca de esta duda

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    4. Diego es el dueño del Penta, el bar donde trabajo Carmen junto a Candela en Sevilla.

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    5. Gracias Schubert. Aún recuperándome del jet lag (y de los aviones, que no me gustan) y me tomé unos días libres para atender a mi marido, que pobrecito, lo dejé solo e hizo desastres en la cocina.
      Y creo que el vecinito de enfrente anda enamorado de mí... anda con unas miraditas en el ascensor...
      Mariale.

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  63. Dosoctavas, Lucía me quito el sombrero, un trabajo de investigación impecable, En mi caso menos mal que no soy inspector, porque estoy más ciego que un topo.

    Como a dicho Lucía nos enteraremos de los misterios cuando nuestro querido autor le de la gana.

    Buen fin de semana a todos yo estoy deseando llegar a casa y darme una ducha larguísima porque menuda semana.

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  64. Hola a todos.
    Ante todo no quiero darle méritos a quien no lo merece del todo. Sí es cierto que Doménico no fue sarcástico ni ofendió a Mario, mientras estuvieron interactuando, esa noche en que Mario le entregó a Carmen.
    No tenía necesidad ya tenía lo que quería. Y esto fue porque se vendió de la manera correcta; asegurando que él no se iba a interponer entre Carmen y Mario, que él iba a estar de su lado y que si alguien quería llevarse a Carmen tendría que enfrentarse a él también.
    Me pregunto qué hubiera pasado si el día que Carmen se fue donde su amiga cuando se separó de Mario y se encontró casualmente con Doménico este igual la hubiera apoyado como lo hizo, pero, hubiera realizado una llamada o algún tipo de contacto con Mario para decirle; no te preocupes ella está bien y no que ocurriera todo el plan de investigación, las horas de vigilancia y el malentendido que no fue tanto, ya que Mario pensaba que se iban a montar una orgía con Salif y Mahmud luego de que llegaran de una fiesta donde Carmen ya se había entregado a una relación con Irene había pasado por las manos de este arquitecto que no recuerdo su nombre y tampoco me preocupa y una joven de aspecto oriental que tampoco recuerdo su nombre. Quizás no hubiera pasado tanto tiempo y no habría ocurrido tampoco el episodio con Gonzalo que todavía está pendiente esa frase que durante las vacaciones ella recordaba algo como ciega sordomuda o que veía pero que no podía hacer nada y que llevó al desenlace con el patrón Santos.
    Creo que son muchos interrogantes y nos hubiéramos perdido un poco de todas las aventuras que han ocurrido en el diario, pero mi comentario va respecto a que en ese momento, Doménico se convirtió en egoísta al llevarse a Carmen a su casa con el pretexto de protegerla, pero aprovechando que ella estaba allí la utilizó como su propiedad algo que había surgido en la noche del trío.
    En cuanto al sexto elemento en ese juego Yo sí considero que Carmen le cumplió La promesa a Mario de que la acompañara para hacerse ese piercing que a él tanto le emocionó.
    Recuerden que Tomás también se ofreció a llevarla con un doctor amigo de él para que todo fuera con excelente salubridad.
    No los entretengo más que pasen un excelente fin de semana.

    Me olvidaba para la persona que preguntó quién era Diego, es el dueño de un bar de Sevilla donde Mario conoció a candela y Carmen ejerció como dice su capítulo creo que fueron dos puta de barra de bar y él tenía la costumbre de que todas las que trabajaban en ese antiguo oficio llevaban una marquilla especial un tatuaje en la cadera o en la nalga no recuerdo exactamente.
    Ahora sí un abrazo para todos

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    1. Tienes toda la razón con Domenico, el intento sacar tajada, pero salió trasquilado, lo que obtuvo fue, puedes tenerme pero Mario está por encima de ti y si le pierdo tu me pierdes a mi.

      Domenico que es un hombre acostumbrado a mandar y a ganar, tuvo que saberle a derrota.

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  65. Había dicho que durante el fin de semana pondría un enlace con temas de Gotan Project, pero he preferido dedicar mi tiempo libre a terminar de pulir el capítulo 183, supongo que no tendréis inconveniente. Lo dejo en bodega unos días para que madure y en breve lo pongo en pista de despegue.

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  66. El Gotan puede esperar, el buen vino porsupuesto que no.

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  67. Para qué tenemos spotify si no es para escuchar Gotan Project? Tranquilo, haz que el capítulo se relaje en la bodega y ponlo en la pista pronto.

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  68. Respuestas
    1. Llevo con el puto cinturón apretado toda la tarde, despegamos o no despegamos???

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  69. El ultimo capitulo fue publicado entre las doce y la una de la noche, tengamos paciencia.

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  70. Tripulación: Armar rampas.

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