Capítulo 183 Los ausentes
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La reunión en la sombra
—Gracias por atenderme. Supongo que, con lo sucedido, estarás muy ocupado.
—Descuida. Tú dirás.
Dedicó una mirada al cabestrillo bien sujeto al hombro y al brazo, entendió que no me apetecía hablar del accidente y fue directo al grano.
—Aquí estamos, el marido y el…
—El amigo, el amigo de la esposa. Vamos a empezar desde esa perspectiva y luego, ya veremos.
—Es la faceta más importante de nuestra relación, aunque te cueste creerlo.
—Me cuesta poner orden a todos los aspectos de vuestra relación. No dudo del valor de vuestra amistad, lo que no sé es qué lugar ocupa.
—El primero, amigos ante todo.
—Quién lo diría.
—Yo no quería que se dedicara a la prostitución, traté de evitarlo por todos los medios, pero es terca como una mula.
—Qué me vas a contar. —«Cuidado, no entres en el compadreo.», pensé.
—Cuando la conocí en el club, ¿te ha hablado del club? —asentí con un gesto—, parecía tan desorientada… No hice nada de particular para que confiara en mí; puede que necesitara alguien que supiera escuchar, cualquiera le habría valido.
Durante un instante se abstrajo en los recuerdos, luego recuperó su penetrante mirada y continuó.
—Le ofrecí el apartamento, pensaba buscar un hotel, no quería volver a casa y a esas horas me pareció absurdo teniendo yo un lugar donde podía pasar la noche. Desconfió, es normal tratándose de un desconocido; Álvaro, el dueño del club, le despejó las dudas. Yo no pretendía nada, solo ayudarla. Lo que vino después fue producto de la empatía; éramos dos almas heridas, dos solitarios que sintonizan.
—Sí, muy bonito, pero acabaste acostándote con ella.
—No lo buscamos, te lo aseguro, convertimos el apartamento en un refugio. Supongo que la contemplación del dolor de cada uno nos movió a darnos consuelo. Hacía muchos años que no tenía una relación con una mujer como Carmen, me supera en todos los sentidos, estaba decidido a darle lo mejor de mí porque lo necesitaba, ambos lo necesitábamos. Me encontré ante un paisaje maravilloso, no sé explicarlo de otra forma, toda ella es un paisaje al que dedicarse con calma, la edad y mi salud me impiden una maratón sexual, sin embargo puedo contemplarla como quien visita un museo repleto de obras de arte; la recorro con los dedos, la boca y el aliento usados a modo de pinceles, con paciencia la llevo varias veces al orgasmo. «Para, no puedo más», suplica, pero no lo dice en serio y al final mi breve potencia culmina cuando ya está satisfecha. Perdona si he ido demasiado lejos.
Nada de disculpas, le transmití con un gesto apremiante, era el relato de la seducción de mi mujer hecha por un experto que además se entregaba a la labor con cariño, un hombre que, como yo, consideraba el coito un paso más, no el objetivo primordial. Mi actitud le animó a continuar.
—Así son nuestros encuentros, no podría ser de otra forma, me embeleso mirándola, tocándola, escuchando los cambios en su respiración, aspirando los distintos aromas de su cuerpo, bebiendo de ella, sintiéndola estremecerse, viéndola renacer después del orgasmo.
—La volverás a sentir, estáis demasiado unidos para que un error os separe.
Son esas palabras impulsivas que, una vez pronunciadas, causan un vértigo de donde es imposible retroceder.
—¿Tú crees?
—Una vez admitió que era tuya, cómo has sido capaz de perderla. —dije en un vano intento por recuperar terreno.
—Lo es, mía en cuerpo y alma.
—¡Qué dices!
—Calla y escucha.
—No te tolero…
—Como quieras.
—Siéntate. Por favor, siéntate. Continúa.
—Es mía, hazte a la idea. Le ordené que te lo dijera, es tu mujer, por supuesto, pero cuando la reclamo y acude me pertenece; quise poner las cartas sobre la mesa, es lo mejor para todos. Le voy a… le iba a exigir más, mucho más y necesitaba estar seguro de que ambos estabais convencidos del paso que iba a dar.
—¿No lo ha dado ya? ¿qué le vas a exigir que no haya hecho todavía?
—Haz lo que sea para que las cosas vuelvan a ser como eran, es bueno para ella y para nosotros.
—No has contestado.
—Limítate a conseguir que Carmen recapacite, lo demás no te incumbe. Estoy dispuesto a pedirle perdón y a escucharla, para eso necesito tu colaboración.
—Te lo vuelvo a repetir: ten paciencia, déjame hacer a mí.
—Lo pongo en tus manos, no me falles.
El camarero retiró los platos, aproveché para sondearle.
—¿Qué ocurrió para que vuestra relación pasara del sexo a la prostitución? —Tomás acusó el golpe.
—Lo nuestro no es solo sexo, creí haberlo dejado claro. Qué ocurrió, dímelo tú: ¿Por qué la llevaste al límite haciéndole repetir que es una puta? ¿por qué la forzaste hasta el punto de pagarle por follar contigo? Le quebraste la mente, no hace falta ser psicólogo para saber lo que le hiciste, con ayuda de drogas, además.
—Lo hemos hablado, me ha perdonado.
—El perdón está sobrevalorado, Mario, tú te habrás quedado satisfecho pero el daño persiste.
—Eso es otra cosa.
—¿Otra cosa? A mí me parece un lavado de cerebro. Carmen volvió de Semana Santa distinta, todavía recuerdo el día que llamó para decirme que abandonaba el apartamento, nunca lo hacía a esas horas y me lo temí. Lo cierto es que volvió cambiada. Cuando llamó para decirme que quería verme no me lo podía creer, daba por perdida la relación, sin embargo ahí estaba diciéndome…
—Que no le gustaba cómo os habíais despedido, estaba con ella.
«—No me gustó cómo nos despedimos, así no lo hacen los amigos.
—Fui un cobarde, perdóname, no fui capaz de ponerme y decirte adiós, no quería que me vieras flaquear.
—¿Y ahora, te ves capaz de tomar un café conmigo?
—¿Lo estás diciendo en serio?
—¿Tú qué crees?
—Si tú quieres, claro que sí. —La emoción traspasó la distancia.
—Mañana todavía estoy libre, tengo que hacer algunas gestiones a primera hora, si te parece cuando termine te llamo.
—Perfecto. Por cierto, te dejaste el kimono y algunas otras cosas. Si quieres, podemos quedar por allí cerca y las recoges.» (1)
—Eso es. Quedamos en la cafetería debajo del apartamento, tuve que armarme de valor para acercarme, te parecerá ridículo. Estuvimos charlando un buen rato, la invité a subir, había mandado reformar el piso. Le gustó, dijo que ya no parecía un picadero, era la broma de siempre y dio pie a preguntar por las chicas. Cuando estuvo alojada intuyó lo que pasaba y acabé por contárselo. Ese día hablamos a fondo sobre ellas y su trabajo, la noté extraña.
—¿Qué tenía de particular?
—Su insistencia en conocer detalles, preguntas retóricas sobre lo que podían sentir al cobrar por sus servicios, algo irrelevante porque, en la mayoría de los casos, las chicas no les cobran a mis clientes, faltaría más.
«Qué sentirán esas chicas? —murmuré; buscaba mis bragas, debían de estar por algún lado, tal vez debajo de la colcha.
—¿Qué quieres decir?
Le ofrecí la espalda para que enganchara el cierre del sujetador, un pequeño detalle que le complacía.
—No puedo imaginarme qué sienten cuando, después de tratarlas tan bien, abres la cartera, sacas unos billetes y les dices… ¿qué les dices? ¿o les pagas antes, cuando llegan?
Tomás reaccionó de una manera que me hizo pensar si acaso habría dicho alguna banalidad; su sonrisa, acompañada de una expresión condescendiente, casi paternalista, enfatizó la diferencia generacional que nos separaba.
—Las cosas no son así. Son mis amigas, casi todas, no es tan frío como lo planteas. Has idealizado su vida; trabajan para asegurar su subsistencia. Cobrar por tener sexo, no es un juego, Carmen, el acto de recibir dinero a cambio de acostarse con alguien no les produce ningún morbo, yo trato de que sea lo menos humillante posible, es lo único que puedo hacer, por eso resulta tan chocante que conviertas ese intercambio en algo especial.»
—¿Le preguntaste el porqué de tanto interés?
—No quise violentarla, se comportó de un modo inusual, desde luego. De pronto decidió marcharse, en la misma puerta fingió haberse olvidado la cartera en casa y me pidió veladamente dinero para llenar el depósito. La había visto llegar en taxi, entendí lo que pretendía y le ofrecí más de lo necesario.
«Seguía escuchando sus consejos envuelta por el fervor de la alumna, consciente de que la admiración había abierto hueco al deseo y el deseo enlazaba con el enigma no resuelto: ¿Qué sienten esas chicas cuando cobran por su servicio? Atendía sus palabras sin embargo mi cabeza tendía otra trama; Mario pagó sí, pero Mario era Mario; Solo Borja me llevó al borde del precipicio a punto de lanzarme al vacío hasta hacerme sentir el ahogo del vértigo. Le seguía atendiendo, no perdía detalle de sus palabras al tiempo que el deseo crecía y una idea descabellada se abría paso, una locura que traté de sofocar sin éxito.
Un atisbo de cordura me advirtió de que debía salir de allí.
—Bueno, es la hora, debo irme.
Se levantó sorprendido por mi abrupta interrupción, parecía intimidado, cosa rara en él; había algo en el ambiente, algo me decía que no estaba todo hablado. Recogí en silencio la gabardina.Te dejas el móvil, dijo y volví a abrir el bolso bruscamente a punto de volcarlo.
—Un momento, voy a por el kimono. —dijo de forma atropellada, enseguida regresó con un discreto paquete.
—Vaya, nuestro conserje se va a quedar con las ganas de saber qué contiene. —bromeé sosteniéndolo en las manos. Había sido todo tan violento, sin embargo no había tratado de retenerme; una sombra de remordimiento me pesaba.
—Olvidaba el conjunto. —dijo interrumpiendo mi mala conciencia. Le detuve.
—Déjalo, ya te dije que era un regalo.
Caminamos hacia la puerta, yo seguía dándole vueltas a esa locura; tenía unos pocos segundos para decidirme.
—Ah, por cierto, tengo que pedirte un favor-
—Tú dirás.
—Verás —comencé a improvisar sin llegar a mirarle a la cara—, menos mal que apareciste justo a tiempo antes de que tuviera que pagar en la cafetería porque, en fin, he olvidado la cartera en casa, uno de mis clásicos despistes; además, he llegado con la reserva casi agotada, no quise entretenerme a repostar…
—No digas más —me hizo callar echando mano a la solapa.
—Me resulta tan violento…
—Por favor, Carmen. —Sacó la cartera y comenzó a mover billetes—. Solo llevo de diez mil…
Nuestras miradas se quedaron enganchadas. Yo insegura, él expresando un mudo reproche. Atrapada en mi propio enredo me sentí más desnuda que nunca. Ahí estaba, con la mano en la cartera y la mirada clavada en mis ojos. Debería haber dicho algo.
—¿Sabes una cosa? —dijo comenzando a separar uno a uno varios billetes—, quiero hacerte un regalo, cómprate algo, un anillo, unos pendientes —Su voz me sacó de la parálisis en la que me hallaba, bajé la vista hacia su mano que ya acumulaba cincuenta mil—, ojalá pudiera acompañarte pero te podría poner en una situación incómoda. —sacó los billetes y me los ofreció.
Él lo sabía, su sonaba tan distinta. Sentí un intenso calor en las mejillas.
—Tomás, no tienes por qué…
—Por supuesto, tan solo es un pequeño detalle, una muestra de lo que te aprecio, nada más. Anda, cógelo.
Me temblaba todo el cuerpo, estaba sucediendo, la mirada de Tomás había cambiado.
—Gracias, eres muy generoso. —¿Cómo pude decir aquella frase? Tomás restó importancia con un gesto.
—Y guárdalo en tu billetero rojo.
—Noté cómo la sangre abandonaba mi rostro. Le miré; debió de ver todo el estupor que me produjo.
—Te vi llegar en taxi, además has dejado el bolso abierto en más de una ocasión, cielo, no he tenido dificultad para ver tu cartera, salta a la vista.
Me sentía tan avergonzada, estaba dispuesta a aceptar lo que decidiera, si pensaba echarme lo entendería, podía repudiarme, tenía todos los motivos para hacerlo porque había tratado de engañarle.
—¿Esto es lo que quieres, saber lo que se siente?
—Tomás, yo...
Me cogió por la cintura con una brusquedad impropia de él y me dejé besar; no era el Tomás al que estaba acostumbrada.
—Vuelve al dormitorio, ve desnudándote, voy a hacer un par de llamadas antes de…
Le miré; jamás había empleado un tono tan directo. Sonrió al verme preocupada.
—Antes de tu bautismo.»
—Desvelé que la había descubierto, no supo reaccionar. Vuelve al dormitorio y ve desnudándote, le dije. Fue como si se transformase en otra.
—¿Qué quieres decir?
—Cambió, no parecía ella; no estaba acostumbrada a verme actuar como soy en esas circunstancias y pensé que se acobardaría. En absoluto, parecía otra mujer.
No quise ahondar en ese terreno, tal vez en otro momento.
—¿Qué es lo que pretendía, según tú?
—Había tomado una decisión, quería dar el paso y no supo cómo hacerlo sin esa triquiñuela. Me puso un cebo y lo acepté aunque no contaba con verse descubierta. Le seguí el juego, la usé como a una prostituta, sin contemplaciones, quería que fuera consciente de la realidad, no estábamos hablando de un juego.
—Nunca lo ha tomado por un juego.
—Lo sé, aún así no creo que tuviera claro el mundo en el que se estaba metiendo, por eso intenté ponérselo difícil, no es un camino de rosas, había conocido al amigo y al amante, quise que viera otro perfil, el que puedo ser cuando dejo de lado los sentimientos. He de reconocer que me sorprendió, mientras hablaba con uno de mis contactos se portó como una auténtica profesional, no quiero entrar en detalles…
—Yo sí, no es una cuestión de morbo.
—Si es lo que quieres… Me hizo una felación perfecta, pocas están a su nivel. Me exasperaba ver la transformación de la mujer con la que había trabado amistad y había compartido confidencias, me dolía verla convertida en una furcia, ¿por qué? ¿qué sentido tenía? Se me fue la mano, le propiné un azote desproporcionado, al principio me avergoncé, inmediatamente me excité, ella también. Deberías estar con tu marido y mírate, le dije, a esto has venido; le volví a azotar hasta hacerla gemir. ¿Quieres que siga?
—Quiero saberlo todo.
—La había tumbado sobre mis rodillas, perdí el control porque su culo me vuelve loco, lo amasé, lo acaricié y sin pensar lo que hacía la azote sin piedad, empecé a tocarlo de otra forma, buscando, hundiéndome hacia… ¿Sigo?, de acuerdo: hundí un dedo sin ningún esfuerzo, ella respondía, probé con dos, sabía que no es virgen pero no podía imaginar lo fácil que lo pone. Le gusta.
—Le gusta. «Cállate, no es tu amigo.»
—Le pregunté cuántas pollas se lo habían follado, no supo responder y la volví a azotar hasta dejárselo ardiendo. Exploté: Si fueras mi hija, dije sin poder contenderme. Fue la primera vez que me atreví a expresarlo en voz alta.
«—Si fueras mi hija… —El corazón me dio un vuelco, volví el rostro y le miré aunque el cabello me impedía verle.
—Si fuera tu hija, ¿qué harías? —Pareció reaccionar como si se arrepintiese de lo que estaba haciendo; no sé qué vio, tal vez las lágrimas que empapaban mis mejillas, puede que mi interpelación le trasladase a un escenario enterrado en lo más hondo de su mente; yo no sabía entonces cuánto le estaba removiendo.—. Dímelo. —insistí, Tomás se agarró el miembro y comenzó a agitarlo con furia, yo seguí presionándole—. Di, ¿qué me harías?
Me agarró la cabeza y la dirigió hacia su sexo, yo besé el hinchado glande y lo hundí en mi boca; «¡Oh niña, mi niña!» escuché y me trastorné. Lo engullía con ansía, lo devoraba como si no se la hubiera mamado antes, la
—¡No, para, para!
Me asustó, no sabía qué le sucedía.
—Date la vuelta; aquí. —ordenó golpeando la cama.
Me incorporé, clavé los codos en el colchón, dejé las rodillas separadas y el pecho hundido, todo daba vueltas, aquella tremenda felación me había mareado. Se colocó hasta quedar situado detrás, no creí que pudiera hacerlo, tendría que ayudarle; me equivoqué, se manejó con soltura para sujetarme por la cintura con una mano y situar la polla entre los labios empapados, noté la gruesa punta tanteando, sabía que no me iba a doler. Me preparé, aflojé cuando sentí la presión, fue sencillo, muy sencillo, antes de darme cuenta la tenía dentro, escuché un resoplido; ¡Oh sí!, Carmen… Gemí para satisfacerle y empujé encontrándonos en el impacto de nuestros cuerpos, para Tomás era un triunfo conquistar mi culo y le hice saber que me sentía vencida, derrotada, abierta aunque no fuera verdad; gemí, dejé caer la cabeza y suspiré con ganas cada vez que la pequeña verga me penetró, pero me cuidé de no exagerar la escena. Por fin sentí la inminente llegada de la eyaculación y me ayudé con los dedos para alcanzar mi placer.» (2)
—Pensé que sería suficiente. ¿Ya sabes lo que se siente?, le pregunté cuándo nos recuperamos, para mi sorpresa lo negó; según ella, yo había sido tan dulce como siempre, ¡dulce, si la había azotado y sodomizado sin el menor escrúpulo!, le había pagado, es cierto, pero tú también le habías pagado, no era más que una simulación. Entendí que no lograría sacarle de la cabeza esa locura hasta que se viera inmersa en el mundo que viven a diario mis chicas. Llamé a Lorena, tardó poco en venir, Carmen trató de adecentarse pero se lo impedí, tenía que enfrentarse a la realidad de una puta. Le propuse empezar a trabajar con ella. No se lo propuse, lo di por hecho y aceptó. Así fue como comenzó, le faltaba rodaje pero sabía que estaba dispuesta y tenía ganas, cometió errores pero aprendió rápido. Es, con diferencia la mejor de todas.
—¿Era necesario?
—Me rendí, Mario, estaba decidida a emprender ese camino, si lo hacía conmigo al menos podría protegerla.
Tenía sentido, podía imaginar el peligro que habría corrido si hubiese caído en manos de cualquier pervertido dispuesto a explotarla. Tomás continuó:
—Le gusta, es su talón de Aquiles. Puede que haya empezado buscando el origen de un trauma o lo que sea aunque dudo mucho de que, cuando lo encuentre, abandone esta vida; le gusta demasiado.
—Qué sabrás.
—Lo veo en sus ojos, se siente en su salsa, tendrías que verla, se mueve como pez en el agua. No la vas a apartar de esto el día que te arrepientas.
—¿De dónde sacas que nos vayamos a arrepentir?
—Estoy hablando de ti, en algún momento abrirás los ojos.
—Te agradezco el consejo, ahora permíteme uno: Estás convirtiendo «Si fueras mi hija» en «Si fuera mi mujer» y te equivocas, no la conoces tanto, no sabes lo que ocurre en nuestro matrimonio ni lo vas a entender nunca si lo analizas desde tu modelo de pareja. Por cierto, si tu esposa fuera mi mujer… No voy a seguir por ahí, tú verás si estás llevando la vida que tu mujer espera de ti; pero qué sabré yo para darte consejos.
—Tocado y hundido, disculpas por meterme donde no me llaman.
—Disculpas aceptadas. ¿Ahora, qué?
—Ahora, cumple lo acordado: consigue que Carmen recapacite y todo volverá ser como ambos queremos que sea.
Presión
«Carmen, ¿dónde te metes? Llámame, anda, no seas perra».
Lorena no me llamaba nunca; Luca sí, a veces, aunque llevaba tiempo sin hacerlo. Pensé que era un encargo de Tomás, enseguida descarté la idea, no sería propio de él. Intenté olvidarme, estuve a lo mío toda la mañana, salí a almorzar con Itziar y me distraje hablando de uno de los casos que había retomado. De vuelta me enfrasqué en los temas pendientes aunque sin mucho éxito, Lorena seguía rondándome.
—Creí que me habías mandado a tomar por culo.
—He tenido un día complicado, ¿qué querías?
—Yo, muy bien, gracias, ¿y tú, qué tal?
—Perdona, ¿Cómo estás?
—Imagínate, con las mismas mierdas de siempre, ahora resulta que el casero nos quiere subir la renta una barbaridad, ¿tú te crees? Pensará que somos millonarias.
—Habla con una asesoría, llévale el contrato de alquiler y haz que lo revisen.
—Buena idea. Y tú, ¿qué es de tu vida?
—Como siempre: trabajo, casa, piscina…
—Qué asco das, jodía.
—No seas bruta, ¿y las demás?
—Te echan de menos. Yo no, ya sabes cómo soy.
—Ya, una ostra.
—¿Me estás llamando aburrida?
—Eres como una ostra: caparazón duro y blandita por dentro.
—¡Qué tierna! Nadie me ha llamado ostra; de mi almeja han dicho cada cosa, pero ostra…
—Calla, idiota. Cuéntame, qué querías.
—Pedirte consejo: Tomás quiere que me encargue de Javier. Coño, Javier el bodeguero, espabila.
—Ya sé quién es.
—Dice que lo conoces bien, tiene mucho interés en que vaya como la seda.
—¿Te dijo que hablaras conmigo?
—No hizo falta.
—Qué te puedo decir…
Le conté todo lo que necesitaba saber sobre Javier: gustos, carácter, manías,,, lo demás lo tendría que poner ella. No iba a salir bien, ojalá me equivocase; le deseé lo mejor y quedó en contarme cómo le había ido.
—Prefiero que no lo hagas, si estoy fuera, estoy fuera.
—¿Es definitivo?, Tomás no ha soltado prenda pero está de un humor de perros.
—No lo sé, Lore, hoy por hoy, es difícil que vuelva.
—¿Qué ha pasado? Algo muy gordo habrá sido.
—Déjalo, no me gusta que me presionen.
—Eh, para el carro que nadie te está presionando, no te mosquees.
—Si él no os lo ha contado no voy a ser yo quien lo haga.
—Vale, chitón. De todas formas podíamos quedar a tomar algo todas y charlar como buenas amigas.
—Claro. —dije sin mucho convencimiento.
—Yo me encargo.
La conversación me puso de los nervios. Era mi cliente y me lo estaban robando. Una parte de mí quería correr y decirle a Tomás que no la cagase. Eso mismo: no la cagues con Javier, ya estoy yo aquí para hacer el trabajo. Es lo que buscaba con la puta llamada, el muy cabrón: provocarme. Javier era para mí una persona cercana con quien había establecido un vínculo difícil de definir: pagaba por mis servicios, sin duda yo era una prostituta que ejercía el oficio con arte, eso él lo valoraba tanto como para haber pactado un servicio mensual conmigo y con ninguna otra. ¿Tan importantes eran sus negocios para llegar a semejante acuerdo?, aún hoy lo dudo. Tomás desconocía los verdaderos datos de la ecuación: Javier y yo habíamos intimado en el plano personal, él me había contado cosas de su vida que no habría compartido con otra, yo le había forzado a azotarme para mostrarle algunas de mis debilidades y descubrirle las suyas. Éramos más que un cliente y una puta, y me lo estaban robando.
No iba a salir bien, lo lamenté por Lorena. Tomás se estaba equivocando. Porque yo no estaba dispuesta a ceder.
La llamada
—No lo cojas. —susurró al oído. Lo pensé pero la insistencia terminó por imponerse.
—Claudia, ¿sabes algo?
—Nada, aún. Te llamo por otro motivo. He estado dándole vueltas a la conversación que tuvimos, no consigo entender varias cosas. Primero, los motivos por los que de repente decides, a pie de avión, no emprender un viaje al que te has comprometido. Segundo: por qué no le pones al corriente enseguida para que pueda reorganizarse. ¿Tienes alguna explicación?
Me deshice del abrazo para poder salir de la cama.
—Verás, desde que me propuso el proyecto no estaba cómoda.
—Lo sé.
—Ni el plan de negocio ni la estrategia concuerdan con mi…
—Déjate de excusas, si tan poco te agradaba ¿por qué cambiaste de opinión de un día para otro y pasaste de un no rotundo a un sí, lo que quieras, como quieras?
—Veo que te lo contó.
—Con pelos y señales.
Me estremecí, ¿hasta dónde sabría lo que ocurrió en el despacho de Ángel?
—Lo sé todo. —añadió como si estuviera leyéndome el pensamiento.
—Era una gran oportunidad, creí que podría convencerle de moderar los aspectos menos adecuados.
—A tu manera, supongo. Luego, cuando estabas a punto de embarcar, lo pensaste de nuevo y le dejaste colgado.
—No fue así.
—Le dejaste colgado. ¿Por qué no le avisaste? Podías haberle llamado o, si no te atrevías a dar la cara, podías haberle enviado un sms, qué menos. Pero no, te fuiste a casa a dormir mientras mi marido creía que estabas cruzando el Atlántico para reunirte con él a pasar una semana de sexo desenfrenado, porque ese era el plan, ¿no es cierto?, trabajar lo justo y follar como cerdos en la villa de Paul y Maggie, ¿o crees que no iba a enterarme de la jugada?
—Esa es otra de las cosas que no me gustó desde el principio. Te lo dije hace tiempo, Ángel estaba confundiendo la relación que manteníamos.
—¡No te consiento que hables de Ángel en pasado como si estuviera muerto!
—Te equivocas, hablo de una relación que, cuando regrese, no volverá a ser igual.
—Te subestimé, creí que serías una de tantas putitas jóvenes que han pasado por nuestra cama con las que se ha encaprichado, se lo dije a Mario. No contaba con que se engancharía hasta ese extremo.
—No es lo que quería, te lo advertí pero no me escuchaste.
—Ahora mi preocupación es otra; cuando todo se solucione, me encargaré de acabar con esto.
—Comprendo que trates de buscar un culpable para lo que está sucediendo pero no soy yo. Si hubiera volado, ahora estaría también desaparecida. Si le hubiera avisado, no habrían cambiado las cosas, él habría acudido a la cita con Robert o no, tampoco sabemos qué decisión tomó. Estoy tan preocupada por él como tú.
—De eso nada, ¿quién te has creído que eres?
—De acuerdo, pero no soy tu enemiga, no me conviertas en tu oponente porque desde el principio hemos estado en el mismo bando, juntas con él, y cuando he visto algo que no iba bien te lo he dicho. Este viaje era un error en lo profesional y en lo personal, a nosotras nos perjudicaba y a vosotros también. Por eso no volé. Ahora, piensa lo que quieras.
Silencio, silencio.
—Si me entero de algo te llamo.
—Yo también, trata de descansar.
Solté el teléfono, no era capaz de asimilar la conversación, estaba agotada.
—¿Qué ha sido eso?
—Nada, vuelve a la cama.
—¿Vienes?
—Necesito estar sola un rato, voy a la terraza.
—No salgas en pelotas, vas a coger frío, ponte algo.
Marqué, estaba temblando pero no de frío.
—¿Carmen?
—Mario, perdona, os he despertado.
—¿Qué sucede? Es Carmen. —dijo en voz baja.
—Ha llamado Claudia. Oh, Dios, ha sido…
—Tranquilízate, qué te ha dicho.
—Lo siento, lo siento.
—No pasa nada, cariño, cuéntamelo.
Incertidumbre
Dormí mal, los esfuerzos de Jacobo por aliviarme el desasosiego fueron inútiles y al amanecer decidimos no prolongar una noche que Claudia se había encargado de arruinar. Sin más intentos frustrados nos despedimos con la promesa de recuperar la ocasión antes de su partida.
Llegué demasiado pronto. Desayuné con calma en la cafetería de la glorieta, la única sin televisor lo cual me libraba de soportar las mismas noticias sobre el tema que eclipsaba el resto de sucesos acaecidos en el mundo. Pasé por el kiosco: Bush, a toda portada, amenazaba con una larga guerra; Solana apostaba por una gran coalición contra el terror.
Subí sola en el ascensor recordando la conversación con Claudia; llegué a mi planta; debería haber sido más sincera con ella la primera vez que hablamos; rebusqué las llaves en el bolso; sí, habría evitado malos entendidos y roces incómodos; abrí sin dejar de darle vueltas y más vueltas a lo que dijo y le dije, a lo que entendió y no supe explicar. Qué extraño, ¿qué hacía todo el mundo en el hall?
Citas
(1) Capítulo 120 Una nueva alianza 29 de Marzo, 2019
(2) Capítulo 121 Testimonio 23 de Mayo, 2019
Tomás me a caído como el culo en este capítulo, el perdón que va a pedir es más falso que una moneda de seis céntimos, espero que Mario sea sincero con Carmen, luego esta en esos negocios que quiere meter a Carmen, ya nos enteraremos cuando Mario lo crea conveniente.
ResponderEliminarNo se quien me cae peor, si Claudia o Angel, si me dieran a elegir entre pasar una noche con otros dos o ser arrastrado por un ancla atada a mis piernas hasta el fondo del mar, elegiría la segunda sin dudarlo.
Angel no está muerto, vamos ese final de capítulo blanco y en botella leche, la relación de Jacobo y Carmen no se porque no le veo futuro, sigo sin tragar con la infidelidad.
Este capítulo me a sabido a muy poco, es como ir a cenar pintxos en la parte vieja de San Sebastián, te llena en el momento, pero pasado un rato vuelves a tener hambre.
Por lo demás genial como siempre.
Me gustaría saber si vas a continuar con la historia del verano de 2003 o la verdad es que se quedo en el punto de mayor interés.
ResponderEliminarEn la conversación entre Claudia y Carmen queda medidianamente claro que es Angel quien se a encaprichado o algo más por Carmen y Claudia se siente amenazada.
ResponderEliminarTambién queda claro que Carmen no siente lo mismo por Angel, Claudia sabe perfectamente porque no fue a ese viaje, pero a este matrimonio no le gusta que le lleven la contraria.
Nadia anda con una infección de garganta y tiene fiebre, a la 1:30 le tocaba tomar el antibiotico, así que después he vuelto a leer el capítulo.
ResponderEliminarTomás quiere a Carnen por interés, como amigo es una auténtica puta mierda.
Dosoctavas y Lucía tienen toda la razón, suelto lo primero que me pasa por la cabeza, pero esto tenía que decirlo.
Me da gusto tener un nuevo capítulo. En cuanto lo lea haré mis comentarios
ResponderEliminarSegún Tomás Carmen es suya en cuerpo y alma, el es su amo, pues menudo amo de mierda, que aunque parece que le esta exigiendo a Mario, en realidad le está suplicando para que le ayude a que Carmen regrese a su lado.
ResponderEliminarSi yo hubiera sido Mario me hubiera reído en su cara, la auténtica ama es Carmen.
Doctora Rojas, esa boca. Algo parecido le dijo Mario hace poco. No le había oído hablar tan mal nunca, ¿no la cagues? Como la oiga su madre le da un grito, ¡niña, por Dios!
ResponderEliminarSeguro que es porque cuando se junta con sus colegas, Luca, Lorena y las otras, se le pega el lenguaje de burdel, debe de ser inevitable pero me ha chocado en ella, tan educada.
Por lo demás, estoy con ella en que lo de Javier no va a salir bien y al final la cabra tira al monte y volverá porque Javier es mucho Javier y darle por las narices a Tomas es un gustazo.
Mario se lo deja clarito: no tienes ni idea de lo que pasa en nuestra pareja, deja de darme consejos, ya nos apañamos nosotros. Con lo fácil que se ponen y tiene que enredar.
Mi chica apuesta por que Ángel ha muerto y Claudia va a montar la de Dios, yo me la juego por que ha aparecido. No os cuento lo que nos hemos apostado, es muy fuerte.
No se porque me da que al final vais a salir ganando las dos, jajaja.
EliminarA ver Lucia, no somos curiosos pero se puede hacer un concurso a ver quién le llega más cerca a la apuesta jajaja es broma, sea lo que sea se la pasarán bien esperando la.confirmación.
EliminarBuen día, un excelente capítulo donde se aclaran mucha situaciones, para Mario, qué habíamos leído en capítulos anteriores, pero que ahora se le da un sentido más detallado.
ResponderEliminarRecuerdo cuando leí la visita de Carmen al club para que le consiguieron un poco de aquella sustancia que Doménico tenía.
Estaba pensando buscar un hotel para quedarse porque no quería regresar a casa y un caballero andante le ofreció un apartamento que tenía cerca.
En ese momento viendo la insistencia de ese caballero pensé algo malo va a surgir de esta relación.
Luego ese caballero aparecía por casualidad por el apartamento con excusas como; "estaba por aquí cerca y en la panadería de la esquina el pan estaba recién hecho, compre para que tomemos un café", o mejor, "venía por el camino que lleva a Valencia y en una pastelería había unas fresas con crema que se veían espectaculares y pensé que te gustaría por eso las traje para compartir", se que estoy exagerando con la descripción (y puedo ser más exagerado aún) pero fue lo que sentí en ese momento, al leer aquellas líneas. En este capítulo el explica a Mario; que se acostó con Carmen, porque aquello surgió de repente, no surgió de repente; ¡él lo hizo surgir!
Está bien que le prestó el apartamento pero imaginé a un casero, qué alquila una caja a una hermosa dama y todos los días va a preguntarle si el agua de la ducha sale tibia o sale fría, si le estufa calienta realmente los alimentos o desea que le lleve comida de un restaurante.
Es algo forzado desde el principio yo sabía dicho en castellano para que me entiendan que "iban a terminar liados"
Lo de Jacobo por el momento lo veo como la relación que tuvo con Carlos.
Sí Carmen no le aclara las cosas y Jacobo piensa que Carmen también es infiel se puede llegar a una situación similar a lo que pasó con Carlos.
Claudia como siempre prepotente y controladora como dice Apasionado, para mí esa pareja es como una patada en el culo. Pero le dan cierta emoción tenebrosa al diario ya que no sabes qué esperar de ellos.
Un abrazo a todos y sigan disfrutando muchas gracias Mario por un excelente capítulo.
Y tan tenebrosa, terror como las películas de terror de los años 80, esas sí que daban miedo.
EliminarLa verdad es que me he reído un montón con el capítulo y con Lucía haciendo de madre de Carmen, ¡niña por dios! Es verdad, no me imaginaba a la educadisima doctora diciendo “la vas a cagar”, lo que pasa es que cuando uno se mete en faena pierde los papeles, sobre todo si lleva un par de copas de más que no es el caso de la doctora hablo por mi.
ResponderEliminarNo os fiéis de Mario, no es trigo limpio, el final del capítulo tien3 trampa seguro y vais a caer todos, os está llevando al huerto y dais por seguro que En la próxima escena, tachán!!!, aparece Ángel. Pues no, eso es lo que el quiere que penséis, menudo golfo. Yo estoy con Lucía, la historia de Ángel está agotada, Mario lo ha matado con la ayuda de Bin Laden y ahora la que lo va a liar y gorda es Claudia, prepararos.
Pues a mi me a llevado al huerto de cabeza, pero también es verdad que todos pueden estar en corro por la noticia de la muerte de Angel y de Roberto.
EliminarMe da que Claudia la va a intentar liar, pero la cosa no va a salir bien para ella, ella y Angel han jugado con las personas saliendo ellos bien parados y pagando otros los platos rotos.
Ahora les a tocado a ellos, si Angel a muerto no es por culpa de Carmen, que ella hubiera estado tampoco cambiaría el resultado, hubiera sido una víctima más.
Me parece que Claudia y Angel estaban acostumbrados a hecer lo que les diera la gana y si algo salía mal culpar a otra persona.
Si dosoctavas esta en lo cierto Angel ya no volverá y la siguiente en dejar el relato puede que sea Claudia, la ira y el resentimiento no son buenas consejeras y te llevan a tomar muy malas decisiones.
Yo nunca apuesto, pero si tendría que hacerlo apostaría a favor de Lucía, como ya he dicho en mi comentario Angel a vuelto, lo confirma esa multitud que ve Carmen.
ResponderEliminarAparezca Angel o no Claudia la va a liar, porque ve una adversaria en Carmen, hasta ahora tenía todo controlado y de repente a llegado una mujer como Carmen más joven más hermosa y mucho más lista de lo que Claudia cree, que a conseguido que Angel pierda el norte.
Lo de Javier va a ser un fiasco y no porque Lorena no sea capaz de hacer bien su trabajo, sino por la concesión que a surgido entre Carmen y el.
Tomás es incapaz de pararse a ver lo que tiene alrededor, juzga al matrimonio entre Carmen y Mario, pero ni se preocupa en saber nada más, ve a Mario como un monstruo que a destruido a Carmen.
Tomás me a parecido un ridículo, si a Mario no le pudiera el morbo que le provoca la relación entre Tomás y Carmen le hubiera cortado tajantemente.
En algo le voy a dar la razón a Tomás, Carmen no va a dejar el mundo de la prostitución le gusta demasiado, pero tengo el palpito que terminará trabajando para ella misma y tal vez formando una asociación con Candela, soñar es gratis jajaja.
Yo también soy un mal hablado, así que el lenguaje de Carmen no me a llamado la atención, voy a tener que empezar a hacer caso a los consejos que ne de mi suegra y empezar a dejar los tacos a un lado, no prometo nada jajaja.
Que tengáis todos un buen día, yo acabo de salir a comer, la mañana se me a hecho interminable, es lo que tiene dormir poco, pero a merecido la pena, Nadia me a llamado para decirme que se encontraba mejor.
Como dice mi jefe, sarna con gusto no pica.
Si todo el mundo en el hall, significa que llegaron noticias de USA y creo que no deben ser buenas, por Angel o por Roberto o por los dos
ResponderEliminarPor si acaso queda la duda, Robert no es Roberto.
EliminarHay quien se sorprende del lenguaje de Carmen, no es habitual escucharla hablar tan mal. Tened en cuenta que no habla, piensa, lo cual es muy, muy distinto. Yo tampoco empleo jamás esas expresiones, nunca he mandado a tomar por culo a nadie, tampoco la he cagado. Será porque esas frases no han formado parte de mi entorno, ni mis padres ni mi hermana ni mis tíos han dicho jamás cosas semejantes. No creáis que me ofendo ni me escandalizo si lo oigo, de pequeña no me ponía colorada, no penséis que soy o he sido cursi o tímida, ni mucho menos, es que me resulta desagradable. Sin embargo, a veces, cuando estoy cabreada o algo no me sale como yo quiero, la cabeza va por libre y pienso, ¡a tomar por culo! Y me quedo tan ancha. No es habitual pero a veces es un desahogo. Es lo que ha hecho Carmen, desahogarse.
ResponderEliminarYo seguiré hablando con mi habitual educación, jamás la cagaré, la fastidiaré; no mandaré a tomar por culo ni a la mierda a quien lo merezca, como mucho lo mandaré a hacer puñetas o le diré que me deje en paz, sé hacer que el mensaje se clave como un puñal, puedo ser fría como el hielo, no necesito perder la educación.
Perdonad el sermón, me pareció que algunos no se dieron cuenta de que Carmen no perdió la compostura, solo estaba pensando y gracias aa Mario tenemos la posibilidad de leer sus pensamientos.
Estas perdonada, yo soy un mal hablado, muchas veces lo hago sin darme cuenta sobre todo en el trabajo, o cuando estoy en casa y sale algo en la tele que me disgusta, entonces veo como me mira mi suegra y me disculpo.
EliminarMe suele decir que me va a lavar la boca con lejía, por eso el lenguaje que a utilizado Carmen a pasado desapercibido para mi.
Pero tienes razón, no hace falta perder la compostura para que un mensage sea contundente.
Nadia me ha preguntado porque no apuesto nunca, no se como será en otras comunidades, pero en el País Vasco he visto a personas por llamarles algo, apostarse su casa y llegados al máximo extremo apostarse a su mujer.
ResponderEliminarQue salvaje se apuesta a su mujer, como si está fuera una de sus propiedades, ver cosas como esas hicieron que aborreciera apostar.
Carmen es un espíritu libre, yo también opino que Carmen no dejará esa vida, pero matizó, Carmen dejará esa vida el día que ella desee dejarla, esto es como un fumador, ningún fumador deja de fumar si no desea dejarlo, puedes dejarlo durante un tiempo incluso años, pero el gusanillo sigue dentro de ti y en cuanto te descuidas has vuelto a fumar.
ResponderEliminarMario tiene razón, Tomás no conoce a Carmen y mucho menos a Mario, según mi percepción el tendón de aquiles de Carmen es Mario y el de Mario es Carmen.
Si creéis que estoy equivocado podéis corregirme, me gustaría saber vuestra opinión.
Esta deseando que haya la más mínima excusa para volver a trabajar con Tomas, lo veremos en el siguiente capítulo.
ResponderEliminarLo de Ángel está cantado, está vivo y de regreso, a ver cómo se lo toma su mujer.
Batman
Tal vez tenga ganas de volver a trabajar con Tomás, pero lo de que Tomas es su amo y señor me da a mi que se a terminado.
EliminarCarmen está muy decepcionada con Tomás, las cosas se hablan y Tomás se a comportado como un chiquillo malcriado.
Eso Mario que es lo que la va a exigir Tomás?
EliminarMe voy a tener que comprar una libreta para que no se me olviden y poder apuntar todas las preguntas que van durgiendo 🤣🤣🤣🤣🤣.
Menudo día e tenido, me a tocado soldar en el exterior, de repente a empezado un viento y una lluvia con una fiereza increíble, me encontraba como el protagonista de bailando bajo la lluvia.
ResponderEliminarQue es lo que le le v a exigir Tomas cuando vuelvan? porque volver vuelven, eso está cantado.
ResponderEliminarLo de los tacos no es la primera vez, hay una escena por ahí que las chicas la hacen hablar como ellas, no recuerdo en que capitulo fue y yo creo que desde entonces perdio la verguenza, deberias hacer lo mismo Diva y soltarte un poquito, o ya lo has hecho????
Me ha gustado mucho este capítulo, en la cita de Mario y Tomas, me ha gustado saber de boca de tomas como surgió el que Carmen empezará a ejercer de prostituta, me dio una más clara idea de lo que siente Carmen, releí el capítulo 120 y 121 al que hace referencia Mario, y me dejo mucho más claro todo, Tomas toma a Carmen como su amiga amante, compañera de negocios y su brazo derecho, no creo que deje de verse con Carmen, mas tarde o temprano tendrán que hablar, ahora habrá que ver como le cuenta Mario a Carmen que se vio con Tomas, se va a enojar y con justa razón, pero Mario sabe que Carmen necesita a Tomas como Tomas necesita a Carmen, esa es mi percepción, espero que Mario nos despeje pronto de todo esta maraña de sentimientos que tiene Carmen.
ResponderEliminarRespecto a Claudia, creo que va a tener un encontronazo con ella, no se si Angelregreso pero si asi es también va a haber mucha fricción entre Carmen y Ángel, pero según veo Carmen tiene bien claro lo que ya no quiere que suceda con Angel, y este va a tratar a toda costa seguir manipulando.
Con Claudia si Ángel no regresa será un golpe duro, pero no podrá o no deberá de reprocharle eso a Carmen, ya que como ella mismo le comenta, si yo me hubiera embarcado lo mismo me habría pasado a mi, estaría desaparecida, asi que Carmen no tiene culpa alguna de lo que haya pasado a Ángel.
Respecto a Jacobo, no creo que prospere mucho esa relación, Carmen solo le a contado que vive una matrimonio abierto pero no que se dedica a la prostitución regenteada por Tomas, si se llega a enterar no creo que Jacobo le guste esa faceta de Carmen, y eso va hacer que se alejen, lo que si creo es que antes de que Jacobo antes de que parta a su lugar, tendrán otro encuentro.
Yo creo que la aglomeración que encuentra Carmen en el hall debe ser por que saben algo de Angel, Mario no ha contado cuento tiempo ha pasado desde el día que paso lo del atentado hasta este momento, según recuerdo, las cosas se empezaron a normalizar y poder realizar vulos tanto locales como internacionales fueron varios días 5 o 6, y por lo que entiendo en la lectura solo ha pasado 3 días, Mario aclaranos esto por favor.
Como siemore Mario nos deja mas dudas que respuestas, nos vas a matar de tanto suspenso.
A mi la pregunta que me surge al leer la parte de Tomás y Mario es la siguiente.
ResponderEliminar¿Tomás quiere recuperar a Carmen porque le hecha de menos o porque la necesita para sus negocios?
Me gustaría saber vuestra opinión.
No tengo ninguna duda, Tomás y la echa de menos, los negocios son algo secundario en su relación. Echa en falta a la amiga con le compartir confidencias y a la amante. Por descontado que el perfil de prostituta le seduce, “es la mejor con diferencia”, pero si pudiera la apartaba de esa vida.
EliminarDe lo que no la retiraba es de su vertiente Lolita, es más fuerte que ellos mismos, ninguno de los dos se resisten a interpretar el papel de hija seducida y padre corruptor. Ojalá les sirva para algo más que revolcarse en los recuerdos y puedan superarlos si es que realmente lo desean.
Buen fin de semana.
Lucía
No dudo que quiera seguir acostandose con ella y que la quiera como amiga, pero no actúa como un amigo, no se a presentado ante ella a pedirla perdón.
EliminarQuiere que Mario la vuelva a manipular y sea ella la que vuelva a él, lo que dije y mantengo, Tomás es una puta mierda como amigo.
Otro que no aprende ni a las malas es Mario, va a volver a intentar manipular a Carmen guardandose información importante para ella, le volverá a pillar con el carrito del helado y volverán a discutir creando otro muro de hielo entre los dos, esto se empieza a parecer a juego de tronos.
Yo soy muy desconfiado y lo siento pero no me fio ni un pelo de las intenciones de Tomás.
Lucía, dedicándote a lo que te dedicas, no te lo puedo pasar por alto: «Ninguno de los dos se resisteNNN a interpretar”. Me sangran los ojos, Lucía, cómo has podido. Entro en modo Cayetana y te lanzo el conjuro: No te lo perdonaré jamás, Lucía, jamás.
ResponderEliminarEsto me pasa por no repasar lo escrito, no pensé que me lanzaras un dardo tan afilado, Mario, aún me duele.
EliminarBueno, yo no le daría más importancia, fallos los tenemos todos y yo el primero, solo hace falta leer la prensa en los últimos tiempos, que se comen letras de las palabras o se olvidan de las tildes, publicandolas así, sin repasar.
ResponderEliminarFeliz domingo a todos.
Mario siempre nos la cuela, carmen esta en la cama tan a gustito y la interrumpe una llamada de claudia, ella se libra del aabrazo de Mario, habla con ella y la deja echa una mierda le dice que necesita estar sola y mario le dice que no salga a la terraza en pelotas, carmen coge el telefono y llama aquien? Sorpresa, a mario.
ResponderEliminara mi me la coló estaba convencido de que estaba en la cama con Mario y no señor, estaba chupando el caramelo tipico de zaragoza, un adoquin bien gordo.
Jajajaja, acabo de leer tu comentario y me ha hecho mucha gracia.
EliminarTienes toda la razón a mi también me la colo, me imagino que sería Jacobo.
Saludando con fiebre y dolores musculares, nada grave.La cría ha traído el resfriado del cole.
ResponderEliminarTomás ha estado nefasto en este capítulo.Y Claudia, bueno, nunca fue santo de mi devoción.
Bonita semana para todos.
Mariale.
Cuidate mucho Mariale.
EliminarHola Mariale espero te sientas mejor de salud. Mucho líquido y mucho amor.
EliminarUn abrazo
Hoy hablando con un compañero de trabajo al que le recomendé el diario y por fin se a puesto al día me comentaba.
ResponderEliminarJoder, pobre Mario, Carmen se incha a follar y el a dos velas.
Le he mirado, me he reído y le he dicho que Mario folla más de lo que queda reflejado en el diario, le he puesto el ejemplo de la noche que Carmen folla con Jacobo mientras Mario está con Elvira, le he dicho a mi compañero si pensaba que Mario y Elvira iban a jugar al mus.
Que Mario no lo ponga explícitamente no significa que no esté pasando.
En las vacaciones de Conil Mario follo con Carmen casi todos los días y si no follo mas fuera de casa exceptuando con la mujer de su amigo fue porque no le dio la gana.
Carmen folla más, pero Mario no se queda corto, además le he dicho otra cosa.
Carmen ha probado con distintos amantes, llegando a follar con Gerardo que lo describió como el mejor amante que había tenido, sin embargo Carmen jamás a dejado desatendido a Mario y no por pena, sino porque Mario es el único hombre con el que Carmen jamás se cansa de hacer el amor y también de follar.
Mi compañero decía que pobrecito el cornudo, le he contestado que el pobrecito cornudo seguramente follaba más que el.
Me gustaria saber vuesta opinion.
Buenos días a todos, como respuesta solo puedo decir, que el diario es para personas de criterio formado. Aquellas personas que vienen con algún tipo de prejuicios, verán el diario como una falta de respeto a la masculinidad, tacharán al consentidor de poco hombre o quizás de maltratado por su mujer, cuando el diario se mantiene desde el principio en la categoría de intercambios y no de infidelidad o grandes series o cualquier otra categoría,en la que el consentidor se siente humillado en alguna forma, por la relación que mantiene con su esposa y los amantes que esta pueda tener. Muchas personas se han preguntado por qué el hecho de que esté en la categoría de intercambios en la página de TR y es precisamente porque al principio del diario el primero que salió de la relación para tener sexo con otra persona fue Mario, el día que estuvo con Elena en aquel viaje que hicieron a Sevilla. Y sí Carmen tiene un oficio especial y le gusta mantener relaciones prácticamente todos los días y a toda hora y las disfruta al igual que Mario conociendo cada detalle de estas relaciones.
EliminarUn abrazo y coméntale a tu amigo para que entienda.
Jajaja, ya le va cogiendo el tranquillo al diario, poco a poco.
EliminarLleva desde el fin de semana pasado que no para de llover, como siga asi, voy a terminar teniendo una casa con piscina, a mi terraza le cae más agua de la que puede desaguar.
ResponderEliminarMe voy a comprar un chaleco salvavidas.
Yo tengo la sensación de que si Angel no vuelve y Claudia monta en cólera contra Carmen va a salir escaldada, ¿a alguien más le pasa?
ResponderEliminarLa que va a salir escaldada es Claudia, aclaro.
EliminarBuenos días, a mí me parece que la reunión que encontró Carmen en el Gabinete, no tiene que ver con noticias sobre Ángel, sino más bien, con un regreso no deseado.
ResponderEliminarAlguien más tiene este presentimiento
Saludos
Pues conociendo a Mario yo no lo descartaria, es una teoría muy plausible.
EliminarLa cuestión no es quien folla más o menos, las personas que leen el diario desde esa perspectiva se pierden lo fundamental del relato, creo yo.
ResponderEliminarEl sexo es una parte importante aunque no es para mí la principal, el hilo de la historia son las emociones que constituyen el tejido del diario, la principal de todas, el egoísmo de Mario que desde el capítulo uno manipula a Carmen para obtener lo que desea, verla en brazos de otros hombres. Es su obsesión con Carlos en Sevilla y cuando aparece la propuesta de Roberto la manipula para que se ofrezca y consiga el ascenso a base de sexo. No digo que Carmen sea inocente, podía haberse negado aunque creo que está tan manipulada que se deja convencer hasta que lo para en el último momento. Después vuelve Carlos y Mario refuerza su manipulación hasta que los ve en la cama. ¿Podía haber quedado la cosa ahí? No, Mario es insaciable, quiere más y por eso después de su aventura en la sauna y su ligue, provoca a Carmen y esta convierte un encuentro inocente con el italiano en un trío que el propio Mario es incapaz de soportar, la insulta y genera una crisis desproporcionada. Carmen se va de casa, se desquicia, comete errores y cuando intenta reconducir la crisis solo encuentra más insultos e incomprensión. El último intento se produce en Semana Santa y de nuevo Mario la manipula hasta provocar un ataque sádico que él llama terapia de puta en el que usa drogas y la obliga a repetir ”soy una puta” mientras la viola y le paga por follar. A Carmen se le quiebra la mente y acepta esa frase como una realidad y a partir de ahí toma las riendas de su nueva personalidad: es una puta en busca del origen de su trauma.
No digo que Carmen sea inocente de lo que ha ocurrido, tampoco digo que Mario sea el único culpable, pero la responsabilidades están, desde mi punto de vista, claramente repartidas. Parece que ambos se han perdonado y caminan juntos.
Está diluviando, hace frío, esta tarde, mantita y peli. Buen fin de semana a todos.
Lucía
Concuerdo totalmente con tu comentario Lucía, has plasmado magistralmente lo que me hace sentir el diario, en muchas ocasiones no soy capaz de plasmar esas sensaciones, esos sentimientos con palabras, tu lo has hecho de forma magistral, Mario sigue siendo un egoísta, porque pretende manipular otra vez a Carmen para que vuelva con Tomás, simplemente para satisfacer su morbo.
EliminarCarmen a cometido errores, irse con Domenico, Darles tanta manga ancha a Claudia y Angel, pero de los errores se aprende, Carmen ya toma sus propias decisiones, espero que la siguiente sea cabrearse con Mario por volver a tramar a sus espaldas.
Cuando comenté lo de follar es porque todo el mundo cree que Carmen folla mucho y el pobre de Mario se chupa el dedo, nada más lejos de la realidad, Mario además de follar es el puto titiritero en las sombras.
Otra cosa, acabo de salir del cine de ver Dune parte dos, la película es una auténtica maravilla, os la recomiendo totalmente, no os defraudará.
Feliz fin de semana a todos.
Tengo una especial debilidad por Carmen, no lo puedo evitar, desde siempre he visto a Mario como un obseso del sexo que tiene una fijación con ella y la utiliza como una muñeca, no entiendo por qué se ha dejado manejar tanto, será porque lo quiere pero hay amores que matan y el Mario es un pelón tóxico. Por las pistas que han ido dejando la historia sigue y en tiempos de pandemia estaban juntos y unidos, luego se han perdonado mutuamente, al menos es lo que el Mario escritor nos cuenta. De los errores se aprende y en esta historia hay errores pro ambas partes que podrían haber acabado con la pareja varias veces, también creo que su forma de entender la pareja les ha hecho fuertes y para resistir. Y superar.
ResponderEliminarLucía, prepara la manta que hoy va a hacer un frío del carajo
Dosoctavas, tienes toda la razón, Mario parece el profesor chiflado que utiliza a Carmen para sus locos experimentos, me imagino que con el tiempo Mario habrá ido perdiendo esa obsesión que tiene con Carmen, también tengo la sensación que con el pasar de los años habran conseguido un balance entre su antigua vida y esta nueva que están viviendo.
ResponderEliminarSi no es imposible, llegaría un punto donde Carmen diría hasta aquí hemos llegado, porque lo que sta claro es que Carmen es la que más expone mientras Mario se queda en una esquina maquinando cosas.
En Comil Mario dijo que Carmen era Peor que Maquiavelo, pero la realidad es que el rey de las maquinaciones es el, llevando hasta el final el dicho el fin justifica los medios.
He leído los comentarios y me hace preguntarme hasta qué punto realmente es Mario el dominante.
ResponderEliminarLos psicólogos y psiquiatras y algunas personas que tienen capacidades extraordinarias para dominar situaciones e incluso hipnotizar a personas saben que solamente pueden ser hipnotizadas las personas que están con la capacidad para ser hipnotizadas. Este ejemplo puede ser equivocado pero la capacidad de Carmen en cuanto a su desempeño sexual va de la mano con el morbo que Mario siente al verla interactuar con otras personas. Digo verlas en el sentido general ya que en las ocasiones en que él ha estado presente los sentimientos le nublan la razón y no sabe si es una sensación de celos, inseguridad, opresión o algo que lo hace sentir mal. Recordemos ese día con Carlos donde él fue por unos refrescos y cuando regresó encontró a la pareja en acción y allí sintió por primera vez ese oscuro sentimiento. La siguiente vez fue con Doménico. En el momento en que Carmen decide sentarse al lado de el italiano y no al lado de su marido comenzó la inseguridad de Mario y los consiguientes problemas con las discusiones la separación y todos los capítulos que siguieron después hasta la semana Santa.
Mario no ha tenido oportunidad de ver a Carmen con otra persona hasta llegar a Gerardo y las veces que estuvo presente hubo una confusión que lo mantuvo al borde del abismo. Aquella vez que llegó luego de la reunión que le había pedido Emilio, fue un golpe duro para él. Igual que capítulos después cuando Gerardo se aparece luego de que Carmen se fuera con Santos, y le dice a Mario que le diga al invitado que suba, él los escucha desde la escalera y no sabe; si subir a mirar, si masturbarse allí mismo o si salir corriendo de la casa. Luego viene la escena de la piscina y él se retira cuando ve que ya los juegos que ellos estaban haciendo no eran tan inocentes. Cuando vuelve al área los encuentra sobre el césped y se retira para leer un libro hasta que Carmen llega a preguntar qué iban a almorzar.
Mario puede ser manipulador pero además tiene la inseguridad de perder a Carmen con alguno de sus amantes y el defecto de ocultar algunas cosas que serían importantes para la pareja en sí.
De que va a meter su mano al fuego por Tomás es más que seguro. Sobre todo aprovechando la ventaja que le da la relación que Carmen tiene con Javier aquel que fuera su primer cliente oficial y con el que tiene algunos acuerdos y costumbres que van más allá de una relación cliente-prostituta.
Voy nuevamente a mezclar al señor Mahmud, que a muchos no les agrada incluyéndome a mí, pero, qué es el que mejor visión ha tenido de la potencialidad que tiene Carmen. Él desde el principio le dijo que si Carmen puede separar el pensamiento, la racionalidad, el cerebro, de su cuerpo sería la puta más próspera y eficiente. Él sabía el potencial que Carmen tiene en cuanto al sexo pero veía algo que muchos no le hemos prestado atención, Carmen mezcla sentimientos en sus interacciones con sus clientes y amantes, Javier, Tomás, Ángel, Gerardo, Emilio, Irene, Claudia, Sara, Gabriel en donde además de sexo ella forma un lazo afectivo que mantiene con estas personas aunque algunas de ellas le causen mucho daño.
No sé si este comentario sea demasiado largo pero todavía hay mucha tela por cortar un saludo para todos especialmente a nuestros protagonistas Carmen y Mario.
Pues fijaros que siendo Carmen mi personaje favorito, es su hermana Esther la que más curiosidad despierta en mi, Carmen es la viva imagen de su madre, pero no recuerdo si Esther a sido descrita en el diario.
ResponderEliminarLo que tengo claro es lo mucho que se quieren las dos hermanas, espero que en el futuro tenga más protagonismo.
Durante casi cuarenta y ocho horas he estado sin poder acceder al blog como administrador y tampoco he podido visualizarlo. Antes de acudir al soporte de google he tirado, como decían Los Beatles de a little help from my friends y tanto shubert como Kiko me confirmaron que no tenían problemas para entrar en el blog, lo cual limitaba bastante el rango de la incidencia. Hace una hora y sin causa aparente el sistema ha vuelto a la normalidad.
ResponderEliminarGracias a todos, a los que encontré disponibles, a los que cuando salgan de trabajar leerán mi grito de auxilio y a los que, como el director del café La Humedad, lo he debido pillar durmiendo al otro lado del charco. Gracias a todos, en situaciones como esta se agradecen los años de cercanía que hemos ido creando.
El dormilón te contestó por medio de la botella. No ha sido una noche muy amena con la avería de la casa. Todavía perdura el olor a alimento en mal estado a pesar de toda la limpieza que hicimos.
ResponderEliminarA mi me has pillado en la cama con fiebre, tengo una sinusitis, no puedo ni tocarme la cara de lo que me duele, así que me acabo de enterar al leer tu comentario, te pido disculpas
ResponderEliminarYo por ejemplo puedo acceder con Chrome, pero con Firefox no me deja iniciar sesión desde el móvil, de todas formas blogspot de muchos problemas y es muy tiquismiquis.
Hace una hora volví a tener dificultad para conectar. Dos octavas me dicho por mail que también ha tenido ptoblemas y que le han pasado un link de una web donde hablan de una caída de blogger ayer y hoy.
ResponderEliminarUna caída no, cortes continuados desde ayer.
ResponderEliminarEstuve hablando con los informáticos durante la comida y les pregunté si sabían algo. No tenían ni idea pero uno de ellos se informó en una web que se llama down detector y me enseñó una gráfica de los cortes de servicio de blogger durante el día de hoy. Parece que no es habitual y les pasa también a otros servicios de blog a veces.
¿Qué he hecho yo para ser excluida del selecto grupo de elegidos para ayudar a Mario a resolver la incidencia? A mí no se me ha pedido que participe, ¿será porque soy mujer y nosotras no “entendemos de tecnología”? Porque solo he visto tíos respondiendo, ni una chica. En fin….
ResponderEliminarNo es eso, pensé que a las horas en que pedí ayuda estarías muy liada con tus textos y tus libros, perdóname. Ahora me siento fatal
EliminarEstoy de broma, ¿no se ha notado?
ResponderEliminarHabéis visto el anuncio de un perfume en el que suena Noches de blanco satén? A ver si el publicista va a ser lector del diario y le ha dado la idea
ResponderEliminarO mejor todavía No será que Mario es publicista en vez de psicólogo???
Parece que vuelve a funcionar bien no?
ResponderEliminarJajaja, Mario es como Batman, multimillonario, playboy de día y superheroe de noche.
ResponderEliminarTengo que decirte Lucía que yo soy un ceporro con la informática, el día de nochevieja no se lo que hice, pero borre windows de mi portatil, unos días después un amigo tuvo que volver a instalarmelo otra vez.
El cabron se sigue riendo de mi, yo me lo tomo con humor, te aseguro que en cuestión de ordenadores tu ayuda será mucho más productiva que la mia.
Que paséis un buen día, yo por lo menos hoy me he despertado sin fiebre que ya es algo, porque parece que me a pasado un camión por encima jajaja, me rio por no llorar.
Id abrochándoos los cinturones.
ResponderEliminarYa me lo he abrochado.
EliminarBruto.
ResponderEliminarBuenas tardes Cayo,
Así me gustan las cosas, corriditas, que no haya parones.
Espero muchas novedades y que te hayas dado tanta prisa es por qué lo tenías avanzado desde antes, que por suerte he visto borradores y se que tienes muy preparados y pensados los capítulos.
Ave, Bruto, publicaturi te saluta
EliminarEstaba avanzado, como bien supones, y la tarea de corrección, encerado y pulido ha ido mejor de lo esperado, lo he tenido macerando una semana mientras trabajaba el siguiente capítulo, no hay motivo para esperar más salvo un último repaso.
Habemus capítulus nuevus, Aleluya!!!
ResponderEliminarAcabo de terminar de ver Reina Roja pedazo de serie, echadle un vistazo mientras nuestro anfitrión sube el capítulo nuevo.
ResponderEliminarNosotros, en cambio, no fuimos capaces de superar los quince primeros minutos. Ya se sabe que sobre gustos…
EliminarLo que estoy notando es que en España se han puesto las pilas y cada vez están haciendo mejores series, antidisturbios también es otra gran serie cortita 6 capítulos, pero los actores de diez.
ResponderEliminarPara gustos los colores, que si a todos nos gustara lo mismo este mundo sería muy aburrido.
Yo estoy deseando que le den luz verda a Loba Negra el segundo libro de la trilogía de Reina Roja.
Jajaja nos vas hacer esperar.
ResponderEliminarTodo listo, en cuanto disponga de una hora publico «Fuego», el nuevo capítulo, treinta y cinco minutos de… fuego.
ResponderEliminarEspero disponer de tiempo a mediodía, en caso contrario será esta noche.
Fuego, me gusta mucho el título.
ResponderEliminarMe ha costado quedarme sin comer. Estoy en ello.
ResponderEliminarMario no te quedes sin comer por subir el capítulo, la comida es sagrada.
EliminarA ni no me importa leerlo esta noche y si no se puede hoy pues mañana, creo que todos pensamos lo mismo, pero como te quedes sin comer te hecho la bronca.
EliminarEn cinco minutos despegamos
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