Capítulo 126 Tensión
(Tiempo aproximado de lectura: 54 minutos)
Se extremadamente sutil, completamente misterioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tu oponente.
Sun Tzu
El arte de la guerra.
La semana comenzó acumulando tensión. Solís no se puso en contacto conmigo, sin embargo mantuvo una reunión con Andrés que tuvo consecuencias inmediatas: un comunicado en el que se oficializaba la presencia de su gente. Los chicos de Solís, como los llamábamos, adquirieron el rango de asesores adjuntos a la dirección de departamento sin función específica alguna.
—Comisarios políticos. —sentenció Varela, arrugó el comunicado y lo lanzó al suelo de la cafetería donde nos habíamos reunido.
—No exageres —dijo José Luis en un intento de serenar los ánimos—, ponte en su lugar, tiene que ceder un poco.
—Hemos de aceptarlo y manejar la situación con mano izquierda, lo que más le gustaría es que provocásemos una situación de enfrentamiento. —propuse para tratar de aunar posturas. Todos asintieron. José Luis me señaló con el dedo y dijo:
—No todos disponemos de un as en la manga como tú. ¿Qué es lo que tienes contra Salcedo?
Me encontré frente a siete pares de ojos ávidos de información. No podía descubrir mis cartas, mi fuerza residía en mantener oculto lo que todos creían que poseía.