Capitulo 149 Otra vuelta de tuerca (1)
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Torco, responsable del buen hacer en los diálogos argentinos.
Mario me llamó a las once, estaba en magistratura, luego tenía que ir al despacho y después se quedaba libre. Nos citamos para comer, fue una conversación breve, dejamos en el aire lo que ambos sabíamos que iba a pasar. Nada más colgar salí para casa, tenía que recoger el destrozo que habíamos dejado Guido y yo. Lo que me encontré era mucho peor de lo que recordaba, el sofá tenía una enorme mancha oscura que iba a ser imposible disimular, lo coloqué en su sitio y fui al dormitorio; ventilé, cambié las sábanas y lo dejé presentable. El baño contaba la historia de una intensa batalla de sexo; recogí las toallas esparcidas, me quedé en bragas, entré en la ducha y la limpié a fondo. Cuando acabé me dediqué a la cocina y por último subí al ático, lo regué a manguerazos y le metí presión sobre la tumbona, llena de restos secos de semen y flujo; luego puse la colchoneta al sol. A la una y media salí a su encuentro.