26 febrero 2021

Hasta aquí. Crónica de un semestre.



Veintiséis capítulos y un semillero 


A mediados de septiembre del año pasado me tomé un tiempo para pensar. Llevo muchos años escribiendo el diario, desde noviembre de dos mil siete. Esta es mi primera experiencia fuera de mis escritos en el ámbito profesional y pronto pagué las consecuencias de entrometerme en un terreno en el que me sigo considerando un aprendiz. «Escribo para mí», decía en uno de los primeros comentarios que hice. Es cierto, ante todo escribo para mí y también para quienes quieran acercarse a la historia y sientan que les aporta algo. Más tarde, leyendo las biografías de auténticos escritores, he visto con gran sorpresa que no dije nada original.

13 febrero 2021


Capitulo 141 Que tu mano derecha no sepa…


(Tiempo aproximado de lectura: 34 minutos)


Viernes, dos de Junio de dos mil


Llegué al picadero a las dos y cuarto, tenía poco tiempo porque a las cuatro debía estar de vuelta. Cogí una tónica y me condujo al dormitorio; abrió uno de los armarios. Al fondo, detrás de la ropa, descubrí un pequeño mueble empotrado de treinta por treinta centímetros que me había pasado desapercibido hasta ahora. Lo abrió con una pequeña llave que pendía de su llavero. En su interior había una caja fuerte. 

—Fíjate bien.

Marcó una serie de números y la abrió, en su interior había varios gruesos paquetes de billetes, unos seis, dos libretas encuadernadas en piel de tamaño cuartilla y algunos objetos que no llegué a identificar. Tomás sacó uno de los paquetes y entrecerró la caja. Contó unos billetes y me los ofreció.

—Cien, cuéntalo.