31 enero 2020

Capítulo 128 Primero de Mayo

(Tiempo aproximado de lectura: 38 minutos)


—Coño Mario, cómo no me voy a sorprender, creo que es el primer año que no vienes contando el pedazo de viaje que os habéis dado.

Emilio me miraba como si no se lo pudiera creer. Desayunábamos donde solíamos ir cuando andábamos sobrados de tiempo. No, esta vez no hemos salido de viaje. El caso es que debería habérselo imaginado porque mis preparativos siempre han formado parte activa de nuestros desayunos durante las semanas anteriores al puente del primero de Mayo, sin embargo esta vez no hubo planes. Y ahora que lo pensaba: Emilio tampoco preguntó en todo ese tiempo. 

No, las cosas no eran como antes, puede que la confianza entre nosotros se hubiera erosionado demasiado a raíz del invierno tan crudo que pasé alejado de todos. Eso es algo que no se repara con una disculpa y ahí estaba la prueba.

—Bueno, es que la Semana Santa ha caído tan cerca… además, Carmen tenía cosas que hacer.

Emilio cabeceó y no dijo nada; sé cuando no quiere entrar en un asunto con el que no está conforme.

—De todas formas nos apetecía no hacer nada; ya sabes, vegetar.