08 enero 2023

Capítulo 173   Lo que ocurre en la playa… (3)

Tiempo aproximado de lectura: 34 minutos.


Lo que pensamos y nunca diríamos

Lo que nos permitimos decir en privado

Lo que decimos en público

Tres versiones de nosotros que solo la enfermedad, el alcohol o la ira conectan entre sí en ocasiones.


(Extracto de una conferencia dictada por el autor hace años)


(Veintidós de Agosto, Miércoles)

Nos levantamos tarde; al final conseguimos desbloquearnos, estuvimos hablando largo y tendido a la luz de la luna acompañados por el canto de la cigarra y los grillos. Solo faltaba cargar el equipaje y ponernos en carretera, porque no hubo forma de encontrar plazas en un vuelo para ese mismo día. 

Llamaron a la verja. No habíamos acabado de desayunar; Mario acudió y poco después volvió acompañado.

—Se lo he dicho, pero insiste en hablar contigo.

—Por favor. —rogó un Gerardo apesadumbrado. Le invité con un gesto a sentarse.

—Siento mucho lo de Mageli; me lo ha contado.

—Ya. Si vuelves en media hora nos habremos ido.

—No os vayáis, sois mis invitados y nadie, nadie toma decisiones a mis espaldas.

—Ella no me lo pidió, es decisión mía. Y de Mario. —puntualicé.

—Te ruego que lo reconsideres, no volverá a pasar nada tan desagradable, tienes mi palabra.

Mario se había mantenido al margen e inició una discreta retirada.

—No la culpo; deberías haberle contado cuál era nuestro acuerdo.

—¿Crees que ella me lo cuenta todo? Te ha vendido una imagen de esposa ultrajada pero la realidad es bien distinta: Mageli hace su vida como yo hago la mía, procuramos ser discretos y miramos a otro lado.

—Es igual, no tolero la forma en que me ha tratado y, como además, tiene razón…

—Si te vas, me pones en un compromiso muy difícil con Tomás.

—No tiene por qué enterarse.

—Se enterará, siempre se entera de todo.

—Mira, Gerardo, yo podré llevar una vida, digamos, irregular; pero es mi vida y no consiento lecciones de nadie.

—Lo lamenta, está abochornada.

—No parece una mujer que se abochorne con facilidad,

—Te lo aseguro. Anoche estuvimos hablando hasta las tantas y se arrepintió de haberte hablado como lo hizo, créeme.

—Quiero oírselo decir.

Mi exigencia le mudó la expresión.

—Escúchame, te estoy ofreciendo disculpas y dándote garantías; pero pongamos las cosas claras: aquí la única señora es mi mujer y no voy a consentir que se rebaje ante una…

Había ido elevando el nivel de crispación a medida que hablaba y se mordió la lengua en el último segundo. Me encaré con él:

—Una, qué, ¿una furcia? Dilo.

Soltó el aliento con fuerza antes de continuar.

—Te ruego que aceptes mis disculpas y lo olvides, no volverá a ocurrir. —dijo en tono conciliador.

—No quiero volver a verla.

¿Por qué lo hice? Tal vez porque cediendo ganaba una batalla sobre esa mujer que, ninguneada por su marido, encontró en mí el chivo expiatorio para descargar su frustración; tal vez porque acababa de humillarme como nunca lo habían hecho y sentí algo arrollador, inconfesable; tal vez porque me gustaba Gerardo a morir, cómo follaba, la forma de tocarme por dentro rebuscando concienzudamente hasta hacerme estallar y ponerlo todo perdido; y, sobre todo, tenerlo tan pillado que podía poner mis condiciones o perdería la oportunidad de usarme dos veces por semana.

—Yo me encargo. Gracias, Carmen.—dijo levantándose.

—Ahora vete, no sé cómo voy a contarle esto a mi marido.

—Te adora, se ve a la legua, hará lo que tú digas.

Me sujetó por la nuca y me besó más tiempo del que podía aguantar sin pasar a mayores. Se marchó; al momento salió Mario y ocupó la misma silla de Gerardo. Le habría besado; en cambio, le conté en pocas palabras.

—No te entiendo, hace un rato estabas empeñada en marcharte como fuera y de pronto decides quedarte. Explícamelo porque no me entra en la cabeza.

—Hay muchos intereses en juego que se pueden desbaratar si me empeño en marcharnos.

—Estás hablando de Tomás.

—De Tomás y de la relación que mantienen. No puedo echarlo a perder por una bobada.

—¿Ahora es una bobada?

—Una bobada, sí, una bobada de Mageli; no ha sabido hacer su papel.

—Su papel de mujer engañada.

—Su papel de mujer que también vive su vida. Debería encarar con elegancia estas situaciones como probablemente hace su marido.

—En fin, tú verás, pero decídete de una vez.

—Está decidido, Mageli no nos va a molestar, Gerardo ha apostado por nosotros y…

—Ha apostado por ti, querrás decir.

—…eso la deja en una posición que no le van a quedar ganas de volver a enfrentarse conmigo. —Peiné con los dedos un mechón rebelde de su frente—. Vamos, cielo, disfrutemos de las vacaciones.

Pero era complicado no volver a encontrarnos. Fue en una terraza, de madrugada, llegamos después de tapear y tomar unas copas en un chiringuito cerca del puerto, enseguida los localicé; yo llevaba un vestido ibicenco blanco con una abertura tal que, al caminar, dejaba al descubierto el muslo al completo; la espalda desnuda hasta los riñones; el pelo ondulado por el aire del mar y la ausencia de sujetador hacían el resto. Los ojos de Gerardo volaron por mi silueta al punto de provocar una llamada de atención de su mujer. Iniciábamos la retirada porque estaba todo ocupado cuando se acercó.

—Habéis llegado un poco tarde, si queréis sentaros con nosotros…

—No queremos molestar. —dije en un intento de evitar lo inevitable.

—Estaremos encantados de compartir unas copas.

—¿Seguro?

—No te lo ofrecería si no estuviera seguro. —Contestó rozándome la oreja con los labios. Por primera vez se dirigió a Mario—. Vamos anímala, este sitio es lo mejor.

Según nos acercábamos a la mesa pude ver la insólita transformación de Mageli: pasó en un abrir y cerrar de ojos a mostrar una sonrisa amable, forzada pero amable. Mario la saludó con dos besos y yo le devolví una sonrisa gélida. Ninguno estábamos cómodos; tomamos esa copa e ignoré un par de veladas pullas, yo había cruzado las piernas a poco de sentarme y el vestido cayó a los lados hasta el límite de lo obsceno, Gerardo no apartaba los ojos, esto terminó de enrarecer el ambiente, tensó la cuerda entre el matrimonio y propició que Mario se inventara una excusa para marcharnos. Ella ni se molestó en levantarse y él, después de darme dos besos arriesgados, propuso la siguiente cita:

—¿Quedamos mañana?

—Sí, claro.

Miró a Mario como si hubiera sido invisible hasta entonces.

—¿Te importa si te robo a tu mujer? Quiero enseñarle la puesta del sol en medio del mar.

De un lado, la arrogancia de quien todo lo puede; del otro, la viva estampa del cornudo. «Si he de elegir, elijo a Gerardo», pensé sin pensar lo que pensaba.

—Eso es cosa vuestra. —respondió con un aplomo sin fisuras. Yo le amé más que nunca; Gerardo retiró el guante.

—Te recojo a las siete, preciosa, tráete bañador, o mejor no, ¿para qué? No la esperes temprano. —le dijo en un alarde de autoridad; Mario renunció a responder.

—No digas nada. —me advirtió mientras tratábamos de movernos entre la muchedumbre, parecía confuso e inseguro tras el encuentro.

—No pensaba hacerlo.

—¿Qué querías que hiciera?

—Está bien, cariño, has estado muy bien.

—¿Tú crees? Yo no estoy tan convencido.

—Has actuado sin pensarlo mucho, has sido tú mismo.

—Un consentidor.

—Dime, ¿lo has disfrutado?

—Ahora que sé tu opinión, sí.

Se detuvo y nos besamos entre el tumulto.

—No sabes cuánto te quiero.

—¿A pesar de ser un cornudo?, ¿un pusilánime que no le planta cara a quien busca llevarte a la cama?

—Por eso mismo.



(Veintitrés de Agosto, Jueves)

Busqué el momento adecuado para poder hablar a solas con el patrón, fue a media mañana, Gerardo estaba abajo.

—Santos.

—Señora.

—Quería disculparme por mi comportamiento el otro día, cuando estábamos en la proa.

—Debe de estar confundida, no estuvimos en proa en ningún momento, y menos solos. 

—Claro. Gracias, Santos.

—Si no necesita otra cosa…


…..


Estábamos en cubierta tumbados en las hamacas con una copa de vino; echaba de menos una ducha, el salitre secaba mi piel. Arriba, Santos debía de tener una buena panorámica de mi desnudez, de mi mano agarrada a la verga de su jefe, de los besos desperdigados por mi cuerpo. Gerardo mandaba, en él y en mí.

Después de nadar hicimos el amor en cubierta sintiendo la presencia del patrón; estaba a sus cosas pero cerca, muy cerca, arriba en cabina, atento a la furia del amo y a la agonía de la hembra. Miré sin querer y le vi deseando ser él y rompí las amarras, grité y caí en un orgasmo ruidoso y largo, muy largo. Para él, para su amo, para mí. Nos dejamos mecer por el mar sereno y calmo. Luego fue a por una botella de vino, me dejó sola. Miré y le vi, nos miramos sin ocultarnos. Gerardo volvió con signos de haberse metido algo, sirvió dos copas, bebimos, me colmó de caricias y besos, me apropié de la verga y así lo retuve. Besos, caricias, el preludio de una nueva función y el patrón vigilando en lo alto.


…..


Pasé cerca camino del camarote, necesitaba una ducha. Volví como había ido: desnuda, intocable, deseada.

Me preocupaba Mageli, no se merecía esto. Le pregunté. Las espadas seguían en alto aunque reinaba la calma entre ellos. Estaba encelada, según él, y le resultaba impropio de una mujer de su clase. Ese tono cercano al desprecio me obligó a apostar por ella, a pesar de todo.

—No te entiendo. Trata de defender su territorio, me ve como un peligro, es lógico.

—¿Y ya está?

—Ya está, sí, ¿hay algo más que no sepa?

—¿Te has dado cuenta cómo te mira?

Las escasas veces que habíamos coincidido esquivé el contacto visual con ella, era una mujer atractiva, con cierta voluptuosidad bien manejada y mantenía una postura beligerante en mi presencia.

—Intento evitarla, es lo adecuado.

—Habla mucho de ti, sobre todo en la cama; que si Carmen esto, si Carmen lo otro.

—¿Qué intentas decirme?

—Cuando le conté el plan no lo entendió y cuando le dije que era un compromiso con Tomás Rivas se puso hecha una furia. Sabe cómo resuelve los contratos, se lo conté una vez, hace tiempo, para darle picante a una noche, no debí haberlo hecho. Quiso saber si la cesión del chalet era para una de sus fulanas. Por eso estuvo tan poco amable cuando os presenté.

—Ya me extrañó.

—Desde vuestra llegada ha estado acosándome a preguntas, quería saber si te conocía de antes, si nos habíamos acostado, si has tenido que ver con los negocios con Tomás. 

—Será mejor vernos lo imprescindible de ahora en adelante.

—Espera. Sus ataques han ido evolucionando; desde que te conoce insiste en lanzarme pullas preguntándome si me gustas, si eres mi tipo, dice que no le extraña, con tu altura, con ese cuerpazo y esa cara de niña. Al principio lo tomé como munición para desgastarme; pero en la cama, mientras hacemos el amor, esas frases ¿qué sentido tienen? Me aventuré a contraatacar, a jugar contigo como hacemos alguna vez poniendo a algún amigo en nuestra cama de forma imaginaria; esta vez eres tú y le estimula, pero de una manera insólita, me habla de ti, finge estar ofendida, pero te describe y se excita.

—Qué me estás diciendo.

—Puede que la hostilidad que te muestra sea, cómo lo diría.

—¿Rechazo a un sentimiento oculto?

—Puede ser.

—Alguna vez has notado alguna atracción, por pequeña que fuera, hacia…

—¿Hacia alguna mujer? Que yo me haya dado cuenta, no.

El patrón, y hombre para todo, llegó con unas tapas variadas y una mirada profunda mientras nos llenaba las copas. Otra vez la sensación de haber vivido algo así: Un lacayo fiel, sordo y mudo, pero no ciego, al que me mostraba desnuda y recién follada. 

—¿Y por qué me cuentas esto?

—Porque aún nos quedan bastantes días de convivencia y lo ideal sería acabar con esta hostilidad. Si mi suposición es cierta tú, con tu experiencia, eres la persona idónea para sacar lo mejor de Mageli. He pensado un plan…

—¿Mi experiencia?

—No lo malinterpretes, eres psicóloga, si está reprimiendo una tendencia…

—Espera, espera. No hables de represión ni de tendencias con tanta ligereza. ¿Qué es eso de sacar lo mejor de ella? Soy psicóloga, no curandera. A tu mujer no hay que llevarla por ningún camino, ni orientarla, ni liberarla; olvídate. 

—No quería decir eso.

—Pero lo has dicho. No es una menor, no necesita ser tutelada, es una mujer adulta y lo que quieras que haga no será a escondidas.

—Entonces, qué propones.

—Hablar, hablar siempre es lo mejor. Si consigues que quiera hablar conmigo tal vez entre las dos podamos acabar con la desconfianza que nos separa, no prometo nada.

Acordamos un plan muy diferente. La invitaría a la villa con la excusa de disculparme por el tono en el que había acabado nuestra discusión, me las arreglaría para estar a solas. Yo estaría en la piscina en top less y no desnuda, como proponía Gerardo; dado su carácter entraría sin llamar porque consideraba la villa su propiedad y su orgullo no le haría detenerse ante una verja; en cuanto la escuchase llegar saldría del agua, me encontraría con el más pequeño de mis wicked weasel, uno semitransparente. Ese sería el test que, debido a la sorpresa, diría si Mageli me deseaba.


(Veinticuatro de Agosto, Viernes)

Desperté temprano, la luz de la pequeña escotilla bastó para sacarme del sueño. Gerardo dormía profundamente. Nos acostamos de madrugada y seguimos la fiesta en el camarote. Me puse una braga de bikini y salí a cubierta. Debería haberme duchado antes para quitarme el penetrante olor a sexo, y orinar, tenía ganas. El mar resolvería ambos problemas. Escuchaba al patrón trajinar en el puesto de mando. Otra vez la sensación de estar viviendo un camino ya recorrido, ¿dónde, cuándo, con quién? Subí al puente, si era producto de mi imaginación o algo real debía descubrirlo. 

—Buenos días, Santos.

Se volvió sorprendido. Sí, ya había vivido esto, no era una fantasía. Yo, intocable, hiciera lo que hiciese; como presentarme desnuda.

—Buenos días, señora, ¿ha dormido bien?

Me desperecé, mitad necesidad, mitad provocación.

—Poco. Nos acostamos tarde y luego… espero no haberle molestado.

—En absoluto, señora; tengo el sueño profundo.

—Ya tiene que ser profundo, ¿Me traería un café, por favor?

—Ahora mismo, señora.

Santos era un hombre curtido en la mar, recio, fuerte, de brazos potentes y muslos musculados por el trabajo, tostado por el viento del mar, destacaban sus ojos gris claro, casi azules. 

Le sentí llegar, miraba al horizonte y seguí como si no lo hubiese escuchado; me estaba mirando, a mí, desnuda con una pequeña braga con las nalgas descubiertas. Aguanté.

—Su café, señora. —dijo cuando se llenó con mi cuerpo, ambos sabíamos lo que estaba pasando, no era la primera vez. Entonces, ¿para qué me había disculpado?

—Gracias, Santos. Parece que vamos a tener un día estupendo.

Tan cerca, tan desnuda. Percibía el poder que me daba ser la querida del señor, la puta del hombre del que dependía la vida de Santos.

—¿El señor está despierto?

Me alejé dos pasos, posé la taza y la endulcé.

—Lo dejé dormido, está agotado. —sonreí dando a entender: «ya sabes lo que quiero decir»—. Si le sirvo yo…

—No importa, no es urgente.

—Voy a nadar, todavía no pega el sol. —Un impulso incontenible me llevó a deshacerme de la braga, el riesgo me ahogaba el pecho; la doblé y la puse sobre el tablero, a un lado de la radio—. Mejor la dejo aquí, no vaya a ser que se vuele.

¿Por qué lo estaba haciendo?, ¿por qué me exponía de nuevo al rechazo? No conseguía parar, otra vez estaba yendo demasiado lejos, sin embargo debía arriesgar si quería saber dónde, cuándo y con quién sucedió algo parecido. ¿Y si esta vez conseguía desvelar el misterio?

—Descuide, señora, se la guardo.

Apuré el café y me volví. No se movió, estaba bloqueando la salida. ¿Qué quería de mí? 

—Si me deja salir…

—Perdón. —Se hizo a un lado, lo justo para provocar el roce. Pecho contra brazo; muslo con cadera. Olía a sudor y tabaco, ¿qué aroma percibió en mí?

—Ahora vuelvo, me llama el agua.

Llegué a la borda, me alcé sobre las puntas, miré atrás y lo vi en el puente observándome a través del cristal. Tomé impulso, me lancé al agua y volé hacia el fondo perdiendo fuerza porque el cielo tiraba de mí, di unas brazadas en un mar limpio lleno de vida. Salí a flote y comencé a nadar, era libre, libre.

Subí a la plataforma de popa; estaba ahí, podía sentirlo. Usé una toalla grande para secarme y me tumbé a aprovechar que el sol aún no había ascendido. Acunada por el vaivén de las olas cerré los ojos y me dejé acariciar por la brisa.

—Su…

Abrí los ojos; frente a mí, tapándome el sol, Santos extendía la mano guardando en el puño la pequeña prenda.

—Mi braguita. —Me incorporé a cogerla—. Gracias

La dejé a un lado, volví a echarme y nos quedamos mirando. 

—Está buena. El agua. —añadió tras una pausa jugando con la ambigüedad; en el límite, rozando el límite. 

—¿Usted cree?

Subí los brazos por encima de la cabeza, los estiré y todo mi cuerpo se puso en tensión, la espalda arqueada, las píes apuntando como una bailarina y el pecho… los pechos me dolían de tanto deseo. El bulto en la entrepierna era imponente.

—¡Santos!

—Sí, señor.

—Sube, quiero fijar la ruta.

Gerardo me miraba desde el puente con desconfianza. No era mi dueño, tampoco mi pareja, no había hecho nada delante de Santos que no hubiésemos hecho la tarde anterior, incluso nos vio follando como animales, volcada sobre la mesa, de rodillas delante de una tumbona comiéndole la polla. Le devolví la mirada con altivez. Ni un paso atrás.

Diez o quince minutos después le sentí cerca, abrí los ojos, traía un par de zumos.

—Gracias, estoy muerta de sed.

Se sentó a mi lado y me cubrió el pecho con la mano pasando de uno a otro.

—¿Qué hacías con Santos?

—Nada, actúo sin pudor; sabe cuál es su lugar.

—No me gusta que le des confianza, es mi empleado.

—Y yo, tu invitada.

—Hoy no eres mi invitada, estás trabajando, haciendo un servicio muy bien pagado, por cierto.

Con firmeza, sin llegar a ser desagradable, me puso en mi sitio.

—Si no te gusta verme hablar con él, no volveré a hacerlo.

—Puedes hablar con Santos cuanto quieras, me molesta que lo calientes. Shh, calla; es lo que estabas haciendo: portarte como una zorra. Pierdes categoría.

—Lo siento.

—Santos te respeta porque eres mía, en realidad te desprecia tanto como te desea. Sabe que estás jugando con él porque, por mucho que lo provoques, no puede tocarte, y le cabrea.

—Tienes razón.

— No vuelvas a perder los papeles.

—Descuida.

El sueño se había esfumado. Su cortesía habitual no era distinta a la forma en que se dirigía a Santos: una falsa relación de igualdad que desaparecía al más mínimo error y dejaba salir al auténtico Gerardo; seco, frío, autoritario, siempre un escalón por encima de los que trabajaban para él. 

Como yo. No volvería a olvidar cuál era mi lugar

—Vamos al agua. —La tormenta había pasado, se desprendió del bañador, me levanté y nos lanzamos al mar.


…..


El chofer, y no él, me dejó en la villa a mediodía; cuando me lo anunció temí que se hubiera molestado por la escena con Santos; algo notó porque me besó con ese ansia que le provocaba mi boca. Tenía cierto asunto por resolver en Cádiz y no podía demorarlo. ¿Sería cierto? Hubiera querido pasar el resto del día conmigo, dijo al despedirnos.

Mario me esperaba tarde y su alegría me compensó con creces. Esta vez llegaba con ganas de hablar y le conté al detalle cómo había sido la travesía por alta mar y los lugares visitados.

—¿Y Santos, qué tal se ha portado?

—Tan correcto y formal como de costumbre, eso sí, no me ha quitado ojo de encima en ningún momento, sobre todo cuando follábamos en cubierta.

—¿Estando él?

—Cerca. Gerardo no es como tú, tiene claro que es…

—Ciego, sordo y mudo, ya lo sé, y para ti, tenerlo de voyeur, habrá sido un estímulo brutal.

—Brutal se queda corto. La primera vez, mientras me comía el coño, estaba en la terraza superior. Le sujeté para que no lo viera, y seguimos sin dejar de mirarnos. Me corrí como una mala bestia. Tengo que acostarme con Santos, sea como sea, Mario, como sea; él lo desea tanto como yo, estoy segura.

—Paciencia, es cuestión de tiempo, tarde o temprano te regalará.

—Me va a regalar... ¿tú crees?, ¡oh, Dios! Ven, sube, ven.

—Espera un poco, aún no me he recuperado.

—Déjame a mí.

—Ah, joder, qué me haces.


(Veinticinco de Agosto, Sábado)

El entendimiento

Todo sucedió como estaba previsto.

—Mageli, soy Carmen.

—¿Cómo tienes mi número? —preguntó molesta.

—Me lo ha dado Gerardo, quería hablar contigo; lamento como hemos empezado, pensaba que estabas al tanto del acuerdo, debería haber sido más clara contigo cuando nos conocimos.

—No esperaba esta llamada; de verdad, me sorprendes. Yo tampoco estuve acertada, pero entenderás que vivir una mentira no es agradable.

—Lo sé, me dijo Gerardo que habéis hablado.

—Largo y tendido. No te voy a decir que nuestro matrimonio sea perfecto, ni mucho menos, sé hace tiempo de las… aficiones de mi marido y llegó el punto en el que tuve que decidir, o nos divorciábamos o adaptaba mi vida a una convivencia donde se terminaban las mentiras y nos aceptábamos como somos.

—Escucha, ¿por qué no seguimos hablando esta tarde?, estaré sola, Mario va a recibir a su socio a Cádiz. —Era una coartada como otra cualquiera y no dudó en aceptar.

Una hora antes de la cita me preparé a conciencia: repasé la depilación de piernas, ingles y axilas; me pinté las uñas de manos y pies; escogí unas pulseras, una la coloqué en el tobillo izquierdo; recogí el pelo en un moño alto y elegí uno de los wicked weasel regalo de Mario el verano anterior, apenas un diminuto triángulo de un tejido tan ligero que, en cuanto lo ajusté, dibujó el perfil de la vulva como si fuera una segunda piel. Dejé el pequeño sujetador sobre la mesita baja del jardín al lado de las tumbonas y me zambullí. Hice unos largos y salí para ver el efecto. Cómo había cambiado en un año, el verano pasado me negué en redondo a ponérmelo y a duras penas logró convencerme para usar algún otro menos escandaloso. Un año después observaba con cierto placer cómo el finísimo tejido se adhería y transparentaba dando el efecto de estar desnuda. No lo estaba del todo y la pequeña prenda le daba un morbo añadido a mi desnudez. Por la parte de atrás desaparecía entre los glúteos volviendo a asomar en forma de delta cerca de los riñones. Volví a sumergirme y esperé.

A la hora acordada aparcó un auto al otro lado de la alta valla vestida a ambos lados de espeso aligustre. El corazón me dio un vuelco, no tardaría en saber si mi actuación provocaba rechazo, y me iría a vestir, o descubría los deseos ocultos que creía ver su marido. Tal y como había supuesto, entró sin llamar, caminó hacia el otro lado de la casa, volvió y me encontró en el agua. Simulé no haberla oído llegar y seguí chapoteando.

—Hola. ¡Hola! —insistió alzando la voz. Di un giro en el agua fingiendo sorpresa.

—Ah, hola, no te he oido llegar.

Nadé hasta el borde, tomé impulso con los brazos y subí; el golpe de efecto funcionó, se quedó inmóvil mientras yo ayudaba con las manos  a escurrir el exceso de agua de mi cuerpo. Recogí la toalla de una mesita cerca de ella y empecé por secarme el pelo y la cara. El rubor en su rostro comenzaba a ser visible. Me estaba mostrando sin pudor aunque sin descaro. Seguía callada, como si esperase a que terminara antes de hablar, en realidad estaba en shock, nada extraño si el pequeño tanga estaba cumpliendo su misión.

—No te esperaba aún. Voy a vestirme. 

—No hace falta, —dijo atropelladamente. 

—¿Seguro? Lo mismo luego me doy otro chapuzón ¿te apetece? Si quieres te dejo un bañador o un bikini. 

—Ya veremos. 

Con el permiso concedido para seguir prácticamente desnuda, le ofrecí algo de beber; el impacto de mi cuerpo mojado y de los aros en los pechos, que no dejaba de mirar a hurtadillas, había suavizado una reacción que esperaba más dura. Aceptó un zumo, ceñí la toalla a la cintura y entramos la cocina. 

—Tenéis una casa preciosa, no sé cómo daros las gracias. 

Silencio. Seguí preparando los vasos y devolví el frasco a la nevera, me sentía observada, algo que empezaba a gustarme.

—Este año ha sido muy complicado, perdimos la reserva que hacemos todos los veranos en Lanzarote y se nos echó encima el tiempo sin tener nada concreto, gracias a tu marido…

—Las gracias dáselas a Tomás, ¿no te parece?

—En parte. ¿Lo conoces?

—De oír a Gerardo hablar. No terminaste de decirme qué haces para él.

Cogí mi vaso y me encaminé de vuelta al exterior. Ella tardó en arrancar, creo yo, para poder mirarme. Cada vez me estaba gustando más esta situación. Por el camino me deshice de la toalla. Enseguida me alcanzó.

—Soy doctora en psicología, dirijo un área de intervención en una importante clínica de Madrid. Con Tomás colaboro en la gestión de algunos de sus negocios; me encargo de comprobar que los contratos, y cualquier otro documento, llegue a su destino, organizo la logística de las reuniones y, si alguien viene de fuera, superviso que todo esté dispuesto a su llegada.

Nos sentamos en los butacones de mimbre; a Mario le habían recordado a la clásica Emmanuelle. Bebí un sorbo con tan mala fortuna que derramé el zumo por la comisura y descendió por la barbilla y el pecho; si lo hubiera preparado no habría salido tan natural, los nervios me habían traicionado pero jugaron a mi favor: Mageli no perdió detalle del recorrido del zumo, como tampoco quito ojo de mi maniobra para limpiarme con la mano.

—Qué tonta estoy. —Tenía las manos pegajosas; me levanté, fui al borde de la piscina a enjuagármelas y aproveché para aclararme con abundante agua la boca, el cuello y el pecho, aunque apenas se había manchado. Toda una exhibición dirigida a sacar a la luz esa supuesta inclinación lésbica. Regresé a mi asiento e insistió:

—Y volviendo a lo que estábamos hablando, concretamente ¿en qué consiste esa colaboración? Parece poca cosa para toda una doctora en psicología.

No me pasó inadvertida la discrepancia entre la impertinencia de la pregunta y el tono inseguro de su voz.

—Es complicado.

—Claro, claro.

—Si quieres te hago una tediosa exposición de la forma en que estudio la comunicación no verbal en la interacción que se establece entre las partes durante una cena de negocios, por ejemplo; también soy bilingüe alemán y eso nos va a ayudar a gestionar una difícil negociación encallada desde hace tiempo. 

—Pensé…

—¿Quieres?

El tiempo de ofrecerle un pitillo, coger uno y encenderlo le concedió un margen para ordenar las ideas. 

—Gerardo me ha contado cosas sobre Tomás que asustan.

Era hora de poner las cosas claras; arriesgaba mucho pero tenía que avanzar. 

—¿Que tiene un grupo de prostitutas para ayudarle a cerrar los contratos difíciles? 

—Algo así.

—Es verdad; pero no somos exactamente prostitutas.

¿Acaso Luca era prostituta? Probablemente lo empezaba a ser cuando Tomás la rescató del infierno al que estaba abocada, ahora trabajaba cuatro o cinco veces al mes, ganaba un salario que, con su formación, no habría encontrado en ningún lado, criaba a su hijo y estaba estudiando para que en unos años esa vida fuera solo un recuerdo. ¿Y Lorena? Llevaba el mismo camino, todas disponían del tiempo necesario para pensar en un futuro mejor, ahorraban y seguían el consejo de Tomás: esto no va a durar siempre. 

—Entonces, es cierto, utiliza a mujeres para acabar de convencer a sus clientes. Vaya.

—No siempre las cosas llegan a mayores, gran parte de las veces nos limitamos a hacer de compañía agradable durante una cena de negocios en la que se decide el acuerdo.

—Y en otros casos, ya imagino.

—En otros casos, la cena continúa en alguna discoteca y, a veces, seguimos en el hotel con el cliente.

El fingido escándalo que aparentaba se había ido diluyendo hasta mostrar a una mujer profundamente interesada en sonsacarme detalles sobre mi actividad de scort.

—¿Y tú? No pareces necesitarlo, tienes una profesión, un marido, ¿por qué lo haces?

Estaba dando por sentado que me acostaba con los clientes, yo misma lo había confirmado la tarde del ultimátum, también se lo habría contado su marido, no tenía sentido negarlo. Se habían acabado las hostilidades casi sin hacer nada. No había por qué ahondar, sin embargo esa mujer me hacia sentir que tenía que contarle más para poder entenderla, lo necesitaba para dar el paso.

—Primero fue para conocerme, surgió de una necesidad. Hubo un momento muy tormentoso en nuestra relación de pareja, podían haber pasado dos cosas, o la ruptura o la catarsis. Necesitaría mucho tiempo para poder extenderme.

—Tampoco me conoces tanto.

—Cierto. Como psicóloga, investigar es mi modo de trabajo, e investigar por qué en el trauma que me perseguía desde la pubertad había un trasfondo que rozaba con la prostitución se constituyó en un objetivo. Tomás me ayudó a no hacer ese camino sola y de ese modo me libró de innumerables peligros. Sí, Mageli, también trabajo de puta para Tomás, puta, scort, llámalo como quieras y he de ser sincera, mereces saberlo: esta estancia no es gratuita.

—Lo sé, pero quiero oírlo de tu boca.

—Gerardo nos cede la villa a cambio de pasar dos noches a la semana conmigo. No sé si realmente estabas al tanto, por lo menos lo intuías pero ahora que lo sabes, tú tienes la palabra, si no estás de acuerdo esta misma tarde hacemos las maletas y nos vamos, diga lo que diga tu marido.

Nos quedamos en silencio.

—Dame tiempo para digerirlo, es demasiado.

—¿Nos vamos al agua? Ven te daré algo que ponerte. 

Fuimos a la alcoba y le mostré varias opciones, empecé por un bañador negro, había un problema de talla y pasamos a los bikinis; escogió uno estampado bastante discreto, la dejé cambiándose. Cuando apareció en el jardín superó mis expectativas: venía sin la parte de arriba, pegó una carrera y se zambulló. Me había quedado muda viendo el baile de sus pechos a la carrera, cada vez me gustaba más el movimiento de unas tetas libres de sujeción. ¿Me estaría volviendo definitivamente lesbiana? Nadamos juntas unos largos, tenia buen estilo, poco después salimos y nos tumbamos al sol. Había traído la crema solar al césped y dejé que la usara primero.

—¿Duele? 

La pregunta del millón. Untaba mis senos con el protector, tenía la mirada ocupada en el masaje. Sentí una punzada de placer.

—Apenas, es solo un pinchazo, pasa pronto.

—Te quedan muy bien, me imagino la cara de Gerardo cuando lo vio.

Sonreímos. Dos mujeres cómplices compartiendo una confidencia.

—A todos se les pone cara de bobos. —Nos echamos a reír.

—¿Tienes más?, quiero decir…

—¿Ahí abajo? Me niego.

—Estará encantado tu marido.

—Le gustan mucho, pero no me los puse por él. —me tumbé en la toalla y torcí el cuello para poder verla—. Lo hice por una mujer.

Lo que me imaginaba: estupor, sorpresa.

—Te sorprende. Irene es una persona muy especial, nos queremos y estos aros y los que ella lleva son un símbolo, una especie de alianzas. —Alejé la tristeza, ¿por qué hablar de la ruptura?

—Nunca hubiera pensado que tú…

—¿Que fuera lesbiana? No lo soy, es evidente, me siento atraída tanto por hombres como por mujeres, además, es algo que notas, es como un lenguaje solo visible para quienes sentimos de la misma manera.

Estuvimos tomando el sol en silencio el tiempo suficiente para que asimilara lo hablado. Así debió de ser porque de pronto irrumpió como si no hubiese pasado ni un minuto.

—El caso es que no te he notado nada.

Era la ocasión; me incorporé y permanecí en silencio mirándola como si pudiese leer su pensamiento. Sonrió y se sentó en la toalla.

—¿Qué pasa, piensas que yo…?

—Lo que yo piense es lo de menos. ¿Volvemos al agua?

—Espera. Dime qué estabas pensando mientras me mirabas como lo has hecho.

—¿Y cómo te he mirado?

—Igual que un tío, me has hecho sentir…

—¿Mal?

—No.

—¿Rara?

—Un poco. ¿Ves?, lo estás haciendo otra vez.

Era una mujer muy atractiva una vez liberada de ese gesto duro con el que me había estado tratando. La miré sin ocultarme, tenía unos labios carnosos que invitaban a besarlos, Mageli sabía dónde estaba mirándola porque se mordió el labio inferior para mitigar la tensión. Me atraían poderosamente los pechos que no había ocultado en ningún momento; mayores que los míos, firmes, con los pezones oscuros y erguidos. Podría comérselos toda la tarde sin cansarme. Una ligera tripita le daba una sensualidad muy fuerte.

—¿Qué estás haciendo?

—Mirarte como solo te miran los hombres.

—Qué sabrás tú.

—No me lo creo.

—¿Qué es lo que no te crees?

—Lo que has insinuado, me juego… la braguita del bikini a que no has tenido ninguna relación con una mujer.

—Te equivocas; cuando tenía trece, Mamen, mi mejor amiga de la infancia y yo exploramos lo que podría ocurrir cuando estuviéramos con un chico. Duró el tiempo del verano, a la vuelta hicimos como que no había sucedido. ¿Qué haces?

—Quitarme la braguita, he apostado y he perdido.

Me libré del bikini, puse la toalla sobre el cojín del butacón y volví a sentarme, con un pie sobre el asiento, apoyando la pierna en el brazo de mimbre. Sus ojos se clavaron en mi sexo, lo notaba húmedo, ¿podría verlo? Nos mantuvimos en silencio no sé cuánto tiempo, treinta segundos tal vez, pero me supieron a eternidad. Exhaló todo el aire y dijo:

—No sé cómo hemos llegado a esto. —Se levantó del suelo para desnudarse, lanzó la braga a la mesa y se sentó enfrente. Mis ojos explorando el vello cuidadosamente recortado y los labios gruesos medio abiertos le ponían nerviosa.

—Tú no has perdido ninguna apuesta, pero me alegro.

—¿De qué te alegras, eh, chica lista?

—De estar contigo, de verte desnuda. Eres muy guapa, lo sabes, ¿verdad?

Se removió en el asiento, por fin relajó la postura y las piernas cayeron a cada lado.

—¿Te gusto?

—Me gustas mucho, eres… —la recorrí en detalle, me comería ese manjar que tenía delante—, preciosa.

—¿No nos íbamos al agua?

Me levanté, la cogí de la mano y la ayudé a incorporarse. De la mano, llegamos al borde y nos lanzamos al agua juntas, sin vacilar. Fue inevitable, al salir a flote caímos en brazos la una de la otra, nuestras piernas se enlazaron solas, el golpeteo de sus tetas en mi cuerpo me volvía loca. Y la besé, abrió los ojos sorprendida, asustada quizás, la besé nuevamente, nos besamos, nos comimos la boca, las manos resbalaban por la piel mojada y buscaban dónde agarrarse, le palpé el culo, me cogió las tetas, las dos, le mordí el cuello, oírla jadear era un afrodisíaco que me hacía seguir, seguir hasta donde notase el más mínimo rechazo.

No lo hubo, sus dedos habían tomado la delantera y me sentí libre de explorar entre sus labios, gimió envuelta en temblores y se corrió enseguida.

—Estoy loca. —reconoció. Flotábamos juntas, con las piernas enlazadas, le cogí con ambas manos la cara y la dirigí a mis pechos, no opuso resistencia, besó el pezón, duro como una roca, lo succionó y lo enfrentó a un pulso con su lengua. Gemí sin medida. Sigue, le pedí y me llevó a un orgasmo dulce y tranquilo que me hizo reír al volver a la vida.

—Vamos a la cama. —Me habría seguido al fin del mundo. Tenía tanto que enseñarle…



109 comentarios:

  1. No está, ni mucho menos, acabado a mi gusto, pero me marcho de viaje esta tarde y quería dejarlo publicado. Así que, Wiru, espera un poco.

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  2. No se, este capítulo me a dejado mal sabor de boca, Carmen dice tener un plan, pero le puede lo que siente por Gerardo, así ningún plan se puede llevar a buen puerto.

    Mario tiene dudas, Carmen sabe que lo tiene comiendo de la mano y en cierta forma se aprobecha de ello, no me parece justo.

    Carmen lo quiere todo, la abaricia rompe el saco, son sus vacaciones no las de Mario, Mario cada vez es más el convidado de piedra.

    Por último lo de Magali, pasa de estar ofendida y ultrajada a terminar de acostarse con Carmen, no se, me a parecido todo demasiado precipitado.

    No puedo evitar estar algo decepcionado con Carmen, sus ganas de follar con Gerarldo le nublan el juicio y no se está dando cuenta que es el, el que la utiliza a ella.

    En este capítulo he sentido la incomodidad de Mario, siento decirlo pero es humillante tener que tragarte tu orgullo delante del hombre que se folla a tu mujer mientras Carmen y Magali estaban presentes observando la escena.

    Después esta esta escena.

    No digas nada. —me advirtió mientras tratábamos de movernos entre la muchedumbre, parecía confuso e inseguro tras el encuentro.

    —No pensaba hacerlo.

    —¿Qué querías que hiciera?

    —Está bien, cariño, has estado muy bien.

    —¿Tú crees? Yo no estoy tan convencido.

    —Has actuado sin pensarlo mucho, has sido tú mismo.

    —Un consentidor.

    —Dime, ¿lo has disfrutado?

    —Ahora que sé tu opinión, sí.

    Se detuvo y nos besamos entre el tumulto.

    —No sabes cuánto te quiero.

    —¿A pesar de ser un cornudo?, ¿un pusilánime que no le planta cara a quien busca llevarte a la cama?

    —Por eso mismo.

    Mario en cierta forma se avergüenza de si mismo y realmente piensa que puede perder a Carmen, para mi ella no se a portado bien.

    Muchos dirán que no se a sentido humillado, pero en esta ocasión si que se a sentido así.

    En este capítulo Carmen no me a gustado, tenía que decirlo y ser sincero con lo que este capitulo me a hecho sentir.

    Un abrazo muy fuerte a todos.

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  3. Sinceramente, espero que Carmen se folle a Santos y ponga en su sitio al imbecil de Gerardo, que mal me cae, es un falso y un clasista.

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  4. Bruto.
    No te preocupes lo vamos viendo y luego ya tú lo acabas, y mientras gracias por los reyes.

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  5. Amigo Wiru.

    Este capítulo me ha dejado muy confuso, he visto a un Mario que a estado a la altura, incluso tratándose su orgullo por Carmen, pero sin embargo no puedo evitar pensar que a sido Carmen la que no a estado a la altura.

    Entiendo que Carmen sigue inmersa en esa terapia de autocuracion, pero ella solo a pensado en ella misma, a podido más la calentura que la razón.

    Cuando Mario se cuestionaba a si mismo, porque se sentía un pelele delante de Gerardo, la contestación de Carmen a sido te amo por eso mismo.

    No lo entiendo, ni siquiera ha hecho el amago de intentar consolarle, seguramente se me escapa algo, espero puedas iluminarme, en partes del capítulo me he llegado a enfadar con Carmen, es mi personaje favorito y no puedo evitar ser más duro con ella que con los demás.

    Un abrazo muy fuerte Wiru.

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  6. Gracias Mario.
    No tengo ninguna prisa. Demasiado haces y demasiado poco creo que te lo agradecemos.
    Como te dije, solo es saber que lo has corregido, releerlo y guardarlo.
    Buen viaje.

    Wiru

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  7. Mi cuñada y yo hemos comentado el capitulo después que que ella lo haya leído, lo primero que me ha dicho es que Mario no deberia sentir ese sentimiento de inferioridad que siente por Gerardo, el tío a vuelto a drogarse para dar la talla. Es un tío normalito aparentando ser mas de lo que es, el tiempo lo pondrá en su sitio.

    Según ella, el tío que va a sorprender de verdad a Carmen va a ser Santos, este tiene pinta de ser una bestia en la cama y seguramente no necesitara doparse, a ella también Carmen le a de decepcionado en este capitulo, siempre dice los dos, pero termina siendo ella.

    Como dice mi cuñada, Mario si a estado a la altura, a apoyado la decisión de quedarse que a tomado unilateral mente Carmen sin estar de acuerdo, se a tragado su orgullo delante de Gerardo, en presencia de Carmen y la mujer de este y también le a apoyado en su deseo de follarse a Santos.

    Carmen a visto como Mario se cuestionaba a si sismo, la opinión que tenia de si mismo, con decirle has sido tu y lo has hecho muy bien ya esta solucionado, que hubiera pasado si Mario se hubiera plantado y le hubiera dicho a Gerardo que no, eso le hubiera gustado leerlo a mi cuñada.

    En definitiva, los dos opinamos que quedan tres capítulos muy interesantes, su instinto le dice que las vacaciones no van a acabar tan bien como pintaban un capitulo atrás, yo espero que se equivoque.

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  8. Pues si que tuve tiempo libre ayer, opino lo mismo, cuando puedas, termina de dejar el capítulo a tu gusto.

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  9. Bueno ahora que tengo un momento libre, comentaré, cuando empecé a leer lo que esperaba encontrarme es una Carmen que no se dejara convencer con dos palabras de Gerardo, Tomás hubiera entendido perfectamente que volvieran siendo la mujer de Gerardo la que los hecho.

    Seria Gerardo el que hubiera quedado mal, otra cosa que no entiendo es porque Carmen no utilizo esto para follarse a Santos, diciéndole a Gerardo, quieres que me quede, quiero follarme a Santos.

    Lo de la mujer de Gerardo me huele mal, me da a mi que Gerardo le a dicho que si quiere seguir viviendo bien tiene que arreglar el problema que a creado, si no no comprendería ese cambio de acritud tan repentino.

    Gerardo no va a ceder a Santos, el es su subordinado y no se va a humillar ante una mujer que desprecia, eso ya se a visto en este capítulo.

    Si yo fuera Carmen me lo fallaría sin permiso de Gerardo, si a este se le ocurre reclamarme le diría, el acuerdo es casa,coche y barco por cuatro días de sexo.

    Lo que yo haga los días que no tengo comprometidos contigo no es asunto tuyo.

    Mario es el único que está demostrando estar a la altura, el problema que veo es que la recompensa que obtiene es demasiado escasa.

    La verdad es que me esperaba otra Carmen, una que usará más la razón en vez del deseo como ella misma dice, siente tanto deseo por Gerardo que incluso tengo la sensación que vendería a Mario si hiciera falta.

    Yo he defendido a Carmen y lo seguiré haciendo, pero en este capítulo me hes imposible.

    Un abrazo a todos.

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  10. “Si he de elegir, elijo a Germán, pensé sin pensar lo que pensaba.”

    No es la única frase de Carmen que me ha hecho dudar de la sinceridad con la que le asegura a Mario que él es el importante. El juego de palabras final, ese “sin pensar lo que pensaba” parece una justificación que se hace a ella misma porque a lo mejor se asusta de lo que ha pensado.

    Me gustaría conocer vuestra opinión, en particular la de Diva.

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    1. Este capítulo me a dejado la misma sensación que a ti Dosoctavas, que Carmen no es totalmente sincera con Mario, pero lo que es peor, con sigo misma.

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  11. Quieres mi opinión por qué, ¿por ser mujer? Si es por eso te valdría igual la de Cris, la de Lucia o la de Mia, por ejemplo.

    Vamos a ello. Si has leído el capítulo con atención verás que la respuesta te la da Mario en la entradilla; una cosa es lo que pensamos y nunca diríamos y otra lo que decimos en privado o en público. Y otra más es lo que se nos viene a la cabeza libremente sin pensar y que a veces tiene sentido y otras no. Si fuéramos soltando todo lo que nuestra mente produce (como los enfermos de Tourette), el mundo sería ingobernable.

    Creo que Carmen, en esa situación concreta y solo en esa, llevada de la emoción piensa que, pudiendo elegir se quedaría con Gerardo; es un pensamiento, loco, íntimo, una especie de travesura que se queda para ella sola y que solo comparte con nosotros en el diario, con nadie más y que no tiene mayor trascendencia, la tendría si lo creyera de verdad o lo dijera en voz alta con intención de hacer daño. ¿Me explico? Cuántos padres en un momento de agobio han pensado “con lo bien que estaba sin niños”, o cosas peores. ¿Eso los convierte en malos padres? No, eso los convierte en seres humanos. Como Carmen.

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  12. Sinceramente Diva, yo no veo ese pensamiento tan inocente, Creo que en ese momento eligiria a Gerardo sobre Mario sin dudarlo, en estos momentos Mario no es el hombre mas importante de su vida, creo que ni siquiera el segundo, yo creo que tendria que ser mas sincera con Mario y decirle la verdad.

    Yo estoy seguro que Mario es consciente de ello, aunque no diga nada, pero en el ultimo capitulo Mario demostró con echos lo comprometido que esta, yo siempre prefiero la verdad por mucho que esta duela y Mario se a ganado el derecho de saberla también.

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  13. Si algo tengo claro es que Carmen jamás cambiaría a Maruo por Gerardo, más bien porque el segundo es obtuso profundo.

    Ahora mismo Carmen está deslumbrada por el poder amatorio que derrocha Gerardo, pero esto es como cuando comes demasiado seguido la comida que más te gusta, que cansa.

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  14. Complicado tratar de analizar una cabeza que no es la nuestra, y por ende obviamente carga con otras ideas, ideales, experiencias, preconceptos, cultura, conocimientos, deseos, necesidades, etc etc.
    Seguramente no compartiremos algunas cosas, pero la verdad es que se disfruta mucho el diario. Es una historia francamente increíble, atrapante excelentemente relatada. Otro punto a tener en cuenta es que lo que cuenta Mario ya pasó, así que lo que nosotros esperemos, querramos, tratemos de corregir (siempre según NUESTRA cabeza) no viene al caso porque es inmodificable.
    Quedan un montón de personajes, eo instructor del gimnasio,.las compañeras de Carmen, Claudia, el marido, Tomás, Irene, Graciela, el italiano, el dueño del bar donde si no recuerdo mal va a volver Carmen.... Todos importantes y sin embargo desaparecen en estos últimos capítulos, habrá que ver qué pasa en sus "pasadas-futuras" intervenciones
    Un saludo a todos, que tengamos un buen año. Especialmente agradecer a Mario por su obra

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  15. Tienes razón, es igual que cuando ves un partido de fútbol y le gritas a la televisión esperando cambiar algo, jajajaja.

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  16. Mi novia me a dado su opinión del capítulo y lo voy a plasmar aquí, según Nadia, mientras Mario gana enteros a ojos de Carmen, Gerardo pierde ese terreno que le otorga esos polvos brutales ayudado por la droga que se mete.

    Mario está apoyando a Carmen, no le pone trabas y sabe estar en su lugar, cuando Gerardo intenta humillarlo delante de Carmen y su mujer, Mario contesta seguro, haciendo que Gerardo repliegue velas y dejándole sin poder contestar.

    El hombre que todo lo puede, no puede humillar a Mario a los ojos de Carmen, y está admira la forma en la que Mario a contestado a Gerardo, dejándole sin argumentos.

    Carmen quiere follarse a Santos, a probado a Gerardo y se a dado cuenta que Gerardo no juega, el jamás permitirá que eso pase, además de dejarle claro que no vuelva a intentar calentar a su subordinado, demostrando que no es oro todo lo que reluce.

    Sin embargo cuando Carmen le a dicho a Mario que necesita follarse a Santos, Mario vuelve a apoyarla.

    Según ella ahora mismo, Carmen puede que elija a Gerardo deslumbrada por el brilli, brilli, pero esta segura que al final de las vacaciones será Mario quien esté en lo alto.

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  17. Hola Apasionado.
    En cuanto lea este capítulo (estoy muy liado en estos días) intentaré responder a tus dudas desde mi perspectiva.
    Gracias

    Wiru

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  18. Mía he leído el que será tu último comentario en TR, espero seguir conversando contigo en este lugar que nos brinda nuestro querido anfitrión, para poder expresarnos.

    Un abrazo muy fuerte.

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  19. Sigo sin coincidir. ¿Alguien se atrevería a decir en público todo, absolutamente todo lo que se le pasa por la cabeza en todo momento?, ¿delante de cualquier persona, sea hombre, mujer, jefe, la que más odias o la que más deseas?, ¿no creéis que si se supieran algunos de vuestros pensamientos o deseos os sentiríais avergonzados delante de la gente? Y no me refiero solo a los de tipo sexual. No hace falta ser un canalla o una arpía para que alguna vez te asalten pensamientos que enseguida rechazas con un “qué barbaridad” y te olvidas.

    Eso es lo que está haciendo el autor con los pensamientos de los protagonistas, exponer en público (a los lectores) lo que nunca se llega a conocer de una persona porque, si se supiera, sería criticada y censurada justamente como se está haciendo.

    Qué difícil debe de ser el trabajo del psicólogo, escuchar sin juzgar, sin poner las propias creencias por delante para poder ayudar sin prejuicios. No todo el mundo vale.Y para el paciente es tan duro como ponerse delante de tu ginecólogo, creo yo.

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    1. Tienes razón, como ya he dicho en otro comentario, comentarios como el tuyo me ayudan a entender mejor el diario, te doy las gracias.

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  20. Lo lamento pero no voy a consentir que el blog se ensucie como ha sucedido con el espacio de comentarios de TR.

    Bueno, en realidad no lo lamento, tenía que evitarlo y por primera vez he tomado una medida drástica. He parado los comentarios que han llegado en respuesta al de Apasionado sobre el último de Mia en TR. A algunos os lo he explicado por mail, a otros no he podido hacerlo, algunos lo habréis entendido, otros, lo veo venir, lo considerarán una medida de censura.

    La cuestión es que no podemos trasladar debates envenenados al blog que, hasta ahora, se ha mantenido dentro de la corrección y la cordialidad incluso manifestando la discrepancia. Por eso no voy a publicar los comentarios a que ha dado lugar el último de Apasionado que, sin ninguna mala intención, ha generado una deriva que no es buena y os pido por favor que no sigáis por ahí porque no lo publicaré, espero que lo entendáis y lo apoyéis.

    En modo alguno intento censurar la libre expresión de opiniones. Siempre he tratado de ver este espacio como un lugar de encuentro de amigos y de esa misma manera yo no aceptaría en mi círculo de amigos a quien molesta, insulta o mantiene una doble cara que mueve a la desconfianza.

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    1. Lo siento Mario, me voy a explicar, con mi comentario no he pretendido insultar a nadie, simplemente quería expresar mi deseo de seguir conversando con Mia sobre el Diario, yo hay muchos puntos que me generan dudas, comentarios como los de Divagante, Mia, Wiru y demás comentaristas me sirven muchas veces para entender ciertos pensamientos, tanto de Mario como de Carmen, también decir que en más de una ocasión me a servido para darme cuenta lo errado que estaba con mis percepciones.

      Te prometo Mario y prometo a todos los comentaristas que ese comentario no ha ido con intención de buscar bronca y si a alguno le a ofendido le pido mis más sinceras disculpas.

      Lo siento de verdad.

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  21. Lo primero, agradecer a Mario el esfuerzo para publicar el relato.

    Personalmente me ha gustado, a pesar de que como le ocurre a Apasionado, esta Carmen no es que no me guste, que si, pero me defrauda.

    En este capítulo vemos a un Mario que sabe el papel que desempeña en las vacaciones y que está a disposición de los designios de Carmen, es más, en este capítulo es un convidado de piedra. Si no sale, solo nos perderíamos una muestra más del miedo que Mario tiene de perder a Carmen, sin quitar que el disfruta de la mayoría de las situaciones, pero tiene miedo a Carmen.

    Y Carmen, es curioso que toda la fortaleza y entereza que aparenta con Mario, no lo tenga ni con ella ni con otros personajes.

    Gerardo ha demostrado que en la relación con Carmen solo tiene miedo de Tomas, y Carmen en vez de aprovechar esa circunstancia, se deja pisar, auto convenciendose en que tiene el control.

    Y el cambio de Magali, me huele mal, de estar tan ofendida a encamarse con Carmen, y con mucho interés por saber la función de Carmen en el organigrama de Tomas. No nos olvidemos que Tomas en un principio no estaba muy convencido con la propuesta que le hizo Gerardo a Carmen.

    Creo que estas vacaciones se le van a hacer largas a Mario.

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  22. Yo también veo en Magali un caballo de troya, esta claro que Gerardo esconde algo turbio y el destinatario es Tomás, quizás Gerardo ansia el poder que en estos momentos ostenta Tomás.

    Espero de verdad que Carmen se esté dando cuenta y nos esté brindando una actuación digna de un Oscar, si algo tengo claro es que Carmen jamás traicionaron a Tomás, no de forma consciente y deliberada, no olvidemos que Mario también está ahí, viéndolo todo desde la distancia y con la claridad que suele otorgar esa distancia.

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  23. No me molesta en absoluto que no hayas publicado mi entrada, al contrario, has hecho bien. Hace mucho que di de baja mi cuenta de todorelatos para evitarme disgustos, me sacaban de mis casillas y me apunté a la propuesta de otros lectores y me di de baja. Gané en tranquilidad. Por eso prefiero que hayas parado mi comentario y los que haya habido, aunque no decia nada especial. Mejor no andar con essos temas

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  24. Excelente relato, pero me queda un amargo sabor de boca, Carmen se pasa, y aunque ella dice que tiene tu odo bajo control, siento que no es asi, y que Mario, la sacara del embrollo en que se esta metiendo, como dicen maruo viendo a la distancia pyede ver lo que Carmen no cw por su calentura. Coincido con los comentarios de que Magali no es una blanca paloma, y me sa la impresion de que es Ferman quien envio a Magali para sondear a Carmen y ver realmente que funciones tiene Carmen con Tomás

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  25. Me tenía que haber llamado Apasionada en vez de Mía. Dejémoslo correr.
    Dosoctavas, a mí tambien me ha chocado esa frase de Carmen, luego, despues de leer a Diva y recordar la de veces que se ha hecho mencion a Maquiavelo pienso que tiene un plan pensado y no esta tan cegada por Gerardo como parece. Puede que yo no esté acostumbrada a escuchar los pensamientos ocultos de la gente, como dice Diva y es verdad, no me gustaría que nadie escuchase lo que a veces me llega a la cabeza sin pensar, ¡tierra, trágame!

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  26. Perdonad, Mario y lectores del Diario.
    ¿Podeis decirme por qué está repetido este capítulo 173 uno debajo del otro?
    El primero termina en "Tenía" y se ve de nuevo el encabezamiento de dicho capítulo, el tiempo estimado de lectura y todo el mismo capítulo repetido.
    Solo que esta vez termina en "Tenía tanto que enseñarle..." y se repite mas abajo "que enseñarle......"
    ¿Es un "bug" del blog?, ¿es mi navegador Firefox y Chrome?
    Gracias por responder.

    Wiru

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  27. No Wiru, no ha sido tu navegador, y menos mal que has avisado. No sé si ha sido un error de manipulación durante una de mis correcciones o un error del blog; veremos a ver si se reproduce. Estaré atento. Gracias por alertar.

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  28. De nada Mario.
    Un placer poder ayudar.
    Buenas noches.

    Wiru

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  29. Veo que lo has arreglado. Gracias de nuevo.
    Uuummm Mario, un bikini Wicked Weasel (WW).
    Por lo que veo, tú si entiendes de bikinis.......jejeje.

    Wiru

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  30. El argumento de Diva me convenció. Es cierto que si todo lo que pensamos saliese a la luz serie terrible y que hasta ahora no se me había ocurrido pensar que estamos entrando en la intmimdad de los pensamientos de un matrimonio. casi tendria que hacer una relectrua del diario.

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  31. Buen capítulo, se me ha hecho corto.
    Apasionado. ¿te has quedado mudo? Da señales de vida, hombre, pero

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  32. pero que sea aqui, iba a decir y se m envió solo el mensaje

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  33. No es eso Marta, solo pensé que lo mejor para el Blog, Mario y demás compañeros, me mantuviera en un perfil bajo durante un tiempo.

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  34. En absoluto, Apasionado. tu presencia es tan útil como la de todos y cada uno de los que participáis aquí. Se te escucha como no sucede... no sigo.

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  35. Te lo agradezco Mario, pero tengo que aprender a guardarme mi orgullo en el bolsillo, porque aquí no solo estoy yo, este silencio a sido un castigo autoimpuesto.

    La verdad es que me a costado no participar en los comentarios.

    Ya que estoy aquí aprovecho, Divagante tiene razón, todos tenemos pensamientos de los que nos arrepentimos enseguida.

    La realidad es que para esas vacaciones la elección de Carmen siempre será Gerardo, eso no significa que no quiera a Mario, de echo Carmen no se lo esconde a Mario.

    Lo de Magali me huele a trampa, cada vez que vuelvo a leer el capitulo el olor se hace más intenso.

    Es un caballo de Troya moderno, lo de maquiavelo aparece mucho, pero y si no es en referencia a Carmen.

    Si a mi una persona que unas horas antes me quería fuera de su casa y me trataba con una gran ostilidad, después viene con el cuento de que era porque yo le gustaba e intentaba ocultarlo, ya os digo que pongo un océano de distancia entre esa persona y yo.

    Un saludo a todos.

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  36. Eh, Apasionado, te lo dice uno que muchas veces se ha dejado llevar del caracter y ha hablado mas de la cuenta. Sigue con nosotros y no te arrepientas de nada. lo unico que te aconsejo es que no entres al trapo de provocaciones. y no sigo no vaya a ser que el jefe no me publique (y con razon, no me quejo). Repito que yo vivo mucho mas tranquilo y con la tension arterial mas baja desde que cerré la cuenta en TR.

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  37. Gracias Dosoctavas, tienes razón, me enciendo y entro en bucle, la verdad es que este blog es como una mantita caliente en un día frío, y es gracias al respeto con el que nos hablamos unos a otros.

    Es un placer comentar este gran relato con vosotros.

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  38. Sien mucha curiosidad por saber cómo van a terminar estas vacaciones, no solo es Gerardo, ahora también Magali, es como si Gerardo estuviera presentando su candidatura en contra de Tomas.

    Si Gerardo le propone que trabajo para el como lo hace con Tomás, ¿cual creereis que será la respuesta de carmen?

    Dejo a Maruo fuera de la ecuación, aquí se está jugando una partida de ajedrez y el está fuera de esta, Yo creo que Carmen tiene muy claro al lado de quien quiere seguir su vida, ese es Mario sin duda, pero me gustaría saber vuestra opinión.

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  39. Dentro de este tipo de negociantes, quitar un valor al contrario se tiene que pagar y no es barato.
    En cuanto a Mario, no te preocupes todo el mundo le deja fuera de la ecuación, incluida Carmen.

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  40. Yo no he leído en ninguna parte que Gerardo tenga una actividad como la de Tomás, pensar que va a contratar a Carmen como escort es mucho suponer.
    Apasionado, creo que no le estamos dando suficiente importancia a la trama "maquiavelo" que ha ido sembrando poquito a poquito carmen hace ya unos cuantos capítulos, lodice la primera vez cuando mario le cuenta lo que Santos le ha dicho de que a veces le regala a las mujeres que usa, capitulo 170 (me lo he repasado este fin de semana)
    "—Pretendes cerrar con Gerardo un acuerdo que probablemente te acarree alguna obligación incompatible con Tomás, o crees que insinuarle que deseas follarte a su lacayo te va a salir gratis.
    —Déjame a mí, te vas a llevar una sorpresa.
    —¿Una sorpresa cuándo, por qué?
    —Cuando veas que todas las piezas encajan.
    —¿Qué piezas?, no me estoy enterando de nada.
    —Ya te enterarás.
    —No sé qué estás tramando pero sea lo que sea te ha iluminado la cara, Maquiavelo a tu lado era un simple aprendiz-"

    ¿De qué está hablando, cómo va a evitar el enfrentamiento con gerardo si quiere acostarse con Santos, y cómo va a evitar que tomas se enfade si consiente en seguir con Gerardo después del verano? Tiene un plan maquiavelico, segun Mario.
    En el 172 hay todo un epígrafe titulado maquiavelo:
    "—¿Lo de hoy cuenta en el acuerdo que tenéis?
    —No, no cuenta. Ha sido un…
    —Una atención de la casa, un capricho.
    —iba a decir un imprevisto. Vale ya, Mario.
    —Ten cuidado, te lo dije, estáis encandilados. ¿Qué va a pasar cuando vuelva a Madrid?
    —Lo tengo todo controlado.
    —¿Seguro?
    —¿No dijiste que soy peor que Maquiavelo?
    —Mejor.
    —Peor, mejor, eso depende del punto de vista. Confía en mí.
    —¿Cómo puedes tenerlo tan claro?
    —Porque lo conozco; en su mayor fortaleza reside su talón de Aquiles y es por ahí por donde le voy a ganar la partida, aunque crea que ha salido victorioso.
    —Como no me lo expliques…
    —Todo a su tiempo, cariño, lo verás encajar como un puzzle. Cuando volvamos a Madrid, Gerardo ya será historia."

    Vamos, que lo tiene todo calculado. Es carmen quien tiene la batuta.

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  41. Cuando digo que dejó a fuera de la partida a Mario, es porque esto es algo entre Gerardo y Tomás, Carmen es una pieza clave, pero contra el que está jugando Gerardo no es contra Mario, Gerardo lo ignora como si no fuera nadie, tal vez a la larga se arrepienta de subestimar de esa manera a Mario.

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  42. Lucia Gerardo tendrá sus negocios como los tiene Tomás, tal vez Gerardo quiera utilizar a Carmen para cerrar sus propios negocios a espaldas de Tomás.

    A que viene ese desempeño en la cana, sorprendiendo incluso a Lorena, luego las preguntas de Magali, sobre el papel que desempeña Carmen para Tomás.

    Por último, Mageli pasa de odiarla a ser su amante, esta claro que Gerardo también planea algo, yo confío en Carmen, es una mujer fuerte y muy inteligente, pero habeces los planes se tuercen, Carmen quiere follarse a Santos, tuvo la oportunidad de conseguirlo cuando Magali les obligó a dejar la casa.

    Carmen podría haber aprovechado ese momento para decirle a Gerardo que se quedaba con la condición de que le dejara follarse a Santos.

    Carmen no lo aprovecho y estoy seguro que Gerardo le exigira un precio alto por concederle el capricho a Carmen.

    Yo no subestimaria a Gerardo, nadie se hace rico siendo una hermanita de la caridad, además que Tomás le advirtió que Gerardo juega a ganar.

    Lucia todo mi ser espera que tengas razón, Gerardo me cae como una patada, verle caer serie el placer de los dioses.

    Un saludo para todos.

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  43. Lucía, yo no lo hubiera analizado mejor, cuando quieras te hago sitio en el despacho, vales para lo mío.
    Estoy al cien por cien contigo y creo que se cual es el talon de aquiles de Gerardo, la soberbia. No digo más.

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  44. Cuando volvamos a Madrid, Gerardo será historia. Con qué seguridad habla Carmen. Lo tiene todo medido como un puzzle ha dicho. Va a tener a Santos y al mismo tiempo va a conseguir que Gerardo deje des un incordio a su vuelta a madrid con lo que no habrá ningun conflicto conTomás. ¿cómo lo va a hacer? Esa es la maquiavélica cuestión que nos va a tener en vilo hasta el ultimo capitulo del verano, ya lo veréis.

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  45. Como me gusta leer vuestros comentarios, estoy con dosoctavas, Gerardo rezuma Sobervia por todos los lados.

    Marta cada vez que leo tu comentario me convences más, ya me sale una sonrisa pensando en la cara de pasmado que se le va a quedar a Gerardo.

    Lo único que lamento es que nosotros no podremos verla, Marta estoy como tu, con ganas de leer el último capítulo.

    Algo me dice que Santos en la cama será mejor que Gerardo, solo nos quedan 3 capítulos, me muerdo las uñas.

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  46. Tres o... (lo sé, soy un cabrito)

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  47. Jajaja, mira que te gusta hacernos sufrir.

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  48. Lo único que le achaco a Mario es que cuando se va Carmen con Gerardo este parece que se queda en cada, tienes un Aston Martin hombre, sácalo y dale zapatilla, con lo que me gustan a mí los coches de esta marca y no me los puedo permitir.

    Estoy seguro que mientras pisas a fondo ese coche, te sale una sonrisa de oreja a oreja, jajaja, como di lo estuviera viendo.

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  49. Bruto.
    Querida Lucía Lee nuestro Apasionado es eso, apasionado y por eso adelanta las tramas, como él las ve.
    Creo y creo que no me equivoco que la única manera de que se tire a su lacayo es por qué Gerardo piense que ya no tiene más que exprimir de Carmen y se deshaga de los restos y con regodeo, difícil, que va a pasar es probable, pero difícil, pero confiar en las dotes de Maquivelo de Carmen sólo lo hace Mario y es como confiar en mis dotes adivinatorias, una posibilidad casi nula, todos sabemos que si a Carmen se le ponen un poquito duros pierde el norte y hasta las bragas.

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  50. Bruto.
    Querido Cayó, un poquito cabrito sí, que esto empezó con tres capítulos y nos vamos a diciembre, eso sí con cortes estratégicos.
    Tú remata bien y con morbo y verás como no nos quejamos.

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  51. Querido Caio, no te lo voy a negar, tengo más imaginación que James Caneron y me monto unas películas ganadoras de unos Oscars.

    Dices que Gerardo la va a esprimir y de dejar los restos a Santos con regodeo, Gerardo aguanta porque se droga, Carmen le aguanta toda la noche de sobra, ya veremos quien acaba hecho un despojo al final de las vacaciones.

    Recordemos que Tomás protege a Carmen y Mageli ya a dejado claro que es un hombre al que teme.

    Mario publica pronto que si no me pongo a crear un mundo paralelo del relato jajajaja.

    Un abrazo muy fuerte Caio y otro igual de fuerte para los demás.

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  52. Hola a todos,
    Ya estoy de vuelta. Como, quizás recordaréis, me fui de tourneé el ocho y he vuelto anoche, no es ue haya tenido mucho tiempo libre para nada pero os he podido seguir y participar a ratos perdidos.
    Tengo el próximo capítulo en marcha, cincuenta y cinco minutos por el momento, como crezca más le meto la tijera. y los siguientes les echo un ojo de vez en cuando porque me gusta menearlos un poco al estilo de lo que se hace con las botellas de buen vino en las bodegas.

    Con TR, me lo estoy pensando. Hay un ruido chirriante que viene y va, me aburre, me agota, me entorpece y me tienta, me tienta mucho. Por otro lado existe un fondo de lectores silenciosos a los que me sabe mal abandonar. Soy consciente de que los cuatro o cinco mil lecturas que cifran mis últimos capítulos no son reales, pueden ser, con suerte, un veinte o treinta por ciento de lectores reales, personas que leen el texto hasta el final. No se merecen ser abandonadas. En fin, no sé qué haré al final.

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  53. Se nos está olvidando la naufraga, la naufraga plantó cara a Dpmenico y le dijo unas cuantas verdades a la cara, de hecho el italiano no a vuelto a aparecer.

    Como ya han comentado más de una vez Carmen y Mario utilizan a sus amantes en su veneficio, en esta ocasión es Gerardo, es verdad que yo esperaba ver a una Carmen más dura y no se dejara convencer tan rápido, cosa que me decepcionó, pero eso no significa que no tenga un plan.

    Lo de publicar en TR, creo que son más los que leen y no hacen ruido, yo ya he conseguido dos cosas difíciles, la primera fue dejar de fumar hace 7 años y la segunda dejar de comentar en TR, me doy por satisfecho.

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  54. Bruto.
    Querido Apasionado, Cayó le llamo a Mario, es una broma entre los dos, o por lo menos por mi parte, por un comentario que me hizo.
    Mi comentario iba encaminado a que tiene que ser una situación de saturación en la que Gerardo no quiera más con Carmen para cederla a su lacayo, a mí me parece muy difícil por no decir imposible con el tiempo va a tener, pero solo Dios sabe....
    La otra situación posible para mí sería que después de haber terminado su contrato con Gerardo fuese Carmen la que lo buscase, pero eso pierde emoción y creo que no va ir por ahí la cosa, pero seguro que Mario lo arregla.
    Todo esto son fantasías animadas de ayer y hoy.

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  55. Bruto.
    A ver Cayó, como sean menos de cincuenta y cinco minutos nos plantamos en tú casa.
    Y rapidito que luego te lías.
    Con TR lo entiendo, aunque también veo gente muy valida, y te recuerdo que yo y creo que muchos te descubrimos ahí, en mí caso siguiendo a otra autora y no hace demasiado.
    Se que las entradas son ficticias, pero algunos te siguen sólo por ahí, no creo que limitarte te importe mucho, pero si creo que a la gente normal te daría penilla abandonarla.
    Y a los anormales, ah que no se les puede llamar así, que les den sólo es ruido.

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  56. Caitoparaelmundo, entiendo lo que quieres decir con lo de Gerardo y yo también creo que dos semanas son poco para que eso ocurra, de todas maneras aquí hay algo que Mario nos oculta y que descubriremos cuando las vacaciones terminen.

    Pero como siga meneando los capítulos los va ha marear jajajaja.

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  57. Gracias a Mia por invitarme al blog.

    Reitero lo que dije en el comentario de TR. Hace dos semanas descubrí esta historia y finalmente hoy he llegado al capítulo 173, con un extraordinario sabor de boca. Fue como probar un tequila con sal y limón en pleno verano, o tomarme una taza de chocolate caliente ahora en el invierno.

    Desde mi perspectiva, esta pareja de Mario y Carmen es de las más fuertes y sólidas que he leído por estos lares. Uno por el otro siente un amor tan fuerte que precisamente por ello su toxicidad está casi justificada.

    Vivir tantos ires y venires, experimentar tantas experiencias, sentir entre ellos tanta rabia y rencor, y, aun así, continuar juntos, hasta este capítulo, con la misma complicidad del principio (incluso más) es fabuloso y digno de admirar.

    ¿Que Mario se ha sentido infravalorado e inseguro en los últimos capítulos? Pues claro, que es parte de amar a Carmen como lo hace... ¿Que Carmen se ha mostrado más receptiva a Gerardo que a su marido? También lo entiendo, porque es parte del proceso de morbo que ha llevado en su relación con su marido.

    En el fondo Carmen sabe que esta relación de consentimiento, es el artífice de esa llama inextinguible que tienen los dos, donde es inevitable el arrebato, el erotismo, pero también la humillación.

    Ambos están jugando, dejémosle, pues, jugar, porque así han podido sobrevivir hasta ahora y la narración del autor lo vuelve todo exquisito.

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  58. Bienvenida, Daiana; espero que te sientas cómoda con nosotros y compartas con total libertad tus opiniones y críticas sobre el diario.

    Mario

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  59. Gracias a ti, Mario, por compartirnos tu talento y esta historia tan extraordinaria: aunque me estás debiendo una infusión de tila. Había capítulos donde se me acabaron las uñas. La experiencia de haberlo leído de corrido (me fijé que el relato tiene bastantes años) es sumamente cardiaca.

    Estoy enamorada de Carmen, jajajaja, como sigas así, terminaré dudando de mi sexualidad.

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  60. Ay, no, Mario, no dejes de publicar en TR, que mira que fue allí justo donde te encontré jajajaja. Entiendo tu aversión por ciertos comentaristas, pero es que está de moda ahora moralizar a los autores por medio de los comentarios, con una extraña muestra de doble moral que es incomprensible tratándose de una página de relatos eróticos.

    No hagas caso, tú pa´ delante.

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  61. Eso dependerá de nuestro querido anfitrión, que mira remira y mete la tijera a los capítulos, estoy casi seguro que el 174 termina desglosado en dos partes jajajaja.

    Bueno en unas horas empieza la tamborrada, la fiesta por excelencia de mi querida Donostia (San Sebastian), por suerte yo hasta mañana a la noche no salgo tocando, ya tengo el traje impecablemente planchado, el tambor tensado y me tiembla el cuerpo de los nervios que siento como todos los años y eso que llevo saliendo más de 30 años.

    Con esto me despido, un abrazo muy fuerte a todos.

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  62. Ayer me encontraba delante de un plano extendido sobre la mesa de trabajo y al dar los dos pasos para atrás me empecé a reír, recordando un comentario que hice del relato tiempo atrás.

    Yo pienso que Mario no se debería sentir inferior a Gerardo, de momento Gerardo lo único que a demostrado es que folla muy bien, con droga, eso le hace perder muchos puntos.

    En el barco demostró sentirse amenazado por su subordinado, si tan seguro estuviera de si mismo, no le importaría que Carmen coquetear con Santos.

    Pero lo que hace es dejar claro que ella es lo que es, después manda a un chófer que lleve a Carmen a casa, en vez de llevarla el como la otra vez, vamos más inseguro no podría ser.

    Por último, Gerardo no deja de ser un cliente y Mario es su pareja, el amor de su vida, creo que por todo lo dicho Mario ha demostrado más fortaleza que Gerardo.



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  63. Tenemos chica nueva en el blog, bien, porque estamos en minoría. Bienvenida, Diana, ojalá te vuelvas asídua y podamos intercambiar opiniones desde el otro punto de vista.
    Estoy de acuerdo contigo en lo que comentas sobre la doble moral, pero respeto la decisión del autor sobre no trasladar aquí el debate sobre lo que esta ocurriendo en TR para no ensuciar este blog, así que no haré más comentarios sobre ese tema, lo que si te diré es que tienes razón en que a veces nos quedamos sin uñas y, ahora fuera de bromas, que a veces Mario el protagonista se sienta desconcertado forma parte, desde mi punto de vista, del proceso de aprendizaje de ssu nueva forma de entender la pareja, hay que tener en cuienta que, aunque el diario lleva publicandose quince años, solo ha recorrido uno de la vida de los protagonistas, lo que quiere decir que todavia son novatos a pesar de todo lo que han experimentado y por eso aparecen las dudas y los miedos en los dos. Imagino que con el paso del tiempo se sentirían mas seguros, es lo que yo entiendo cuando hablan de que al cabo de unos años, seguirian juntos y apenas se acordarían del patron del yate.

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  64. Daiana, espero que te sientas cómoda entre nosotros, somos un grupo de lectores que abandonamos TR y formamos una tertulia de casi amigos alrededor del autor sin otra intención que poder charlar sobre el relato y, eso sí, llamarle la atencion cuando algo no nos gusta. yo, que soy el mas peleón, le he llamado la atención más de una vez, lo que no caigo jamas es en el insulto ni en la grosería, no me enseñaron asi mis padres y procuro mantener la educación siempre en todo lugar.
    Nos lo pasamos bien, me meto mucho con algunos y sobre todo algunas de las participantes pero confío en que se lo toman bien, ¿verdad, Diva?, ¿verdad, Lucia?
    Espero verte por aquí, se bienvenida.

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  65. Disfruta de la tamborrada. Yo no podría, acabaria con un dolor de cabeza salvaje.

    Bingo, Apasionado. El capítulo nuevo se ha reproducido como las amebas, por división binaria. Ya tenemos dos, uno que ahora mismo tiene una duración de veintisiete minutos, —pero que está en vías de crecimiento porque hoy mismo me he encontrado con unas cuantas hojas de notas sobre la mesa—, y otro de treinta y cinco minutos. Este segundo es aquel del que os hice un adelanto, Calor....

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  66. Así lo haré, salgo a las 10 de la noche, dos semanas de vacaciones te parecen pocas y tu, ¿quieres alargarlas verdad?

    Cada vez tengo más ganas de saber el final, y tu no haces más que hacer sushi con los capítulos, ya no me muerdo las uñas porque no me quedan.

    Bien venida Daiana un gusto tenerte aquí, será un placer comentar el diario contigo.

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  67. Tamborrada disfrutada, estar al lado de Nadia mientras los dos tocábamos la marcha de San Sebastián, a sido la experiencia más satisfactoria de ni vida.

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    1. Me alegro. Esas experiencias compartidas unen a las personas. No hay que buscarles explicación.

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    2. ¿Qué es la Tamborrada? Suena a que es genial!

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    3. La tamborrada es la fiesta más importante de San Sebastián y toda la ciudad se reúne sin importar el frío o la lluvia. Más de 15.000 donostiarras, pertenecientes a más de 100 bandas diferentes, toman parte activa en la tamborrada.

      ¿De dónde viene está extraña celebración? Sus orígenes se remontan varios siglos, a la época de la Guerra de la Independencia, cuando las tropas de Napoleón invadieron San Sebastián y gran parte de la ciudad fue completamente destruida en un incendio. Durante la ocupación francesa, las mujeres iban típicamente a recoger agua a una de las dos fuentes de la ciudad. Al mismo tiempo era normal ver a las tropas napoleónicas marchar por la ciudad tocando sus tambores. No se sabe de quién fue la idea, pero pronto las mujeres empezaron a tocar sus cántaros de camino a la fuente, a modo de burla.

      Con el tiempo, este gesto desafiante continuó creciendo y también lo hizo su significado para los donostiarras. Las sociedades culinarias son en parte responsables del éxito de este evento. Dichas sociedades formaron gran parte de las bandas y, por esta razón, mucha de la gente que participa en la tamborrada va vestida de cocinero. Otros atuendos típicos son el uniforme de soldado y la ropa vasca tradicional para las mujeres.

      La tamborrada se ha convertido en la mayor fiesta de San Sebastián, sin embargo, es mucho más que eso. Se trata de una celebración de lo que significa ser donostiarra y es una manera para los ciudadanos de conectar con su identidad. La celebración representa también la superación de una tragedia, la unión de los ciudadanos en búsqueda de felicidad. Todo ello queda demostrado en la "Marcha de San Sebastián", canción que suena a menudo durante las 24 horas de la tamborrada.

      Daiana aquí te explico lo que es la tamborrada, y si es muy divertido salir tocando con los amigos de toda la vida.

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    4. Me puse al día anoche, y vi videos de la tamborrada. Es espectacular. Cómo quisiera estar allí.

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    5. Si lo es, como bien dices, hay que vivirlo, espero que algún día tengas esa oportunidad.

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  68. Gracias a todos por la bienvenida, me siento cobijada.

    Apasionado, apenas estoy reparando que estás aquí y que eres un comentarista asiduo, un placer saludarte, sabes que te adoro.

    Lucia Lee, tenemos que imponernos las mujeres entre tanto caballero, a veces nuestras opiniones, vistas desde otras perspectivas, suman a los relatos.

    Saludos, Dosoctavas, y me alegra que seas un "peleon" educado.

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  69. He asistido de espectadora una vez, invitada por un buen amigo, y he de decir que es un espectáculo increíble. Donosti es una ciudad que cada vez me gusta más y, si tuviera que elegir un lugar para vivir, es uno de mis dos lugares preferidos junto con París.

    Bienvenida, Daiana. Cuidadín con dosoctavas, que las mata callando, como decimos por aquí.

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    1. Gracias, jajaja y tendré cuidado con dosoctavas. Besitos.

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  70. Hola a todos.
    También quiero dar la bienvenida a Daiana a este mágico lugar de encuentro con los amigos y también, como no, con los sentidos.
    Un saludo afectuoso.
    Wiru.

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  71. Soy el único que tiene mono del diario, Mario se bueno y no tardes mucho, quiero comprobar que todas las teorías que me he montado, cuantas han sido acertadas.

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    1. ¿Sueles acertar, Apasionado? Esa es la pregunta jijiji, porque te tengo visto en comentarios de otros relatos.

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    2. Que va, se me da muy bien crear mis relatos en la cabeza, pero con el diario no doy nu una jajaja.

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  72. Que mala fama me estas echando, Diva, con lo buena persona que soy.

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  73. Santiago De Vinzenzi24 de enero de 2023, 3:21

    Preguntándole a un amigo sobre un sitio en dónde pudiese leer relatos eróticos y que haya un ambiente más ameno para comentar me recomendó este blog. Que grata fue la sorpresa de ver qué están Apasionado y Daiana en el mismo.

    Estoy planeando ir hacia otros horizontes para escribir mis historias por qué TR se volvió un sitio muy tóxico.

    Está historia es una de las que más me gustó de TR y ver qué acá está más avanzada fue una grata sorpresa. La voy a leer de un tirón la parte faltante y luego les diré mi opinión.

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  74. Quiero saludar a las nuevas incorporaciones, Santiago y ar16, que participó el pasado 22, activé su comentario y, sin embargo no aparece publicado sin que sepa el motivo. Si lo desea puede volver a intentarlo porque desconozco la causa por la que no se ve.
    Bienvenidos y espero que se sientan cómodos, si es que deciden volver a compartir con nosotros.

    El capítulo progresa al ritmo adecuado, cera y pulido.

    Saludos, a todos,
    Mario

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  75. Es que, dosocto, estás a un pasito del acoso. Ultimamente me tienes tan agobiada que creo verte detrás de las farolas y en las esquinas por las noches.
    Noooo, es broma. pero, sí, afloja un poco. ¿Qué te pasa conmigo? Si me conocieras... soy tan poquita cosa...

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  76. Vamos que el capítulo va a brillar más que un diamante con tanto pulido, jajajaja.

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  77. Estoy disfrutando con el "pulido " de este capítulo un montón, otras veces se limita a reducir la redundancia de términos y la eliminacion del exceso de adjetivos, en esta ocasiòn este proceso me lleva a romperme la cabeza para reescribir párrafos enteros, lo cual es toda una aventura.
    No sé si esto os interesa poco o nada, por si acaso os lo cuento, para eso están los amigos, para escuchar.

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  78. claro que nos interesa Mario, eres un escritor meticuloso y lo importante es que quedes tu, satisfecho con el capitulo, porque nosotros lo disfrutaremos mas, aunque eso suponga quedarnos sin uñas y después sin dedos.

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  79. Bruto.
    Alguna vez que has puesto algún pequeño ejemplo nos ha divertido, incluso haciendo sugerencias, algunas disparatadas y otras muy inteligentes, pero muy entretenido, así que entiendo que te lo estés pasando pipa.
    A disfrutar y nosotros a esperar.

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  80. Por lo visto tengo el beneplácito de la tecnología.

    Estaba yo haciendo tiempo, ya que el Maestro está pule que te pule el proximo episodio, y releyendo un capítulo ( antes del viaje de Carmen a Sevilla ) en el cual estaba la madre y la hermana con Carmen en un centro comercial. En un momento dado la hermana marcha al servicio creo y la madre con una cara de mosqueo que te cag...., le pregunta a Carmen , Te conozco y se que me ocultas algo, lo veo en tus ojos, no son lo de siempre y ella salta como lobo enjaulado más o menos como a Mario y como si fuera gallega le dice que ella ( su madre) también me oculta cosas y la pide una explicación del porque su tío y sus primos no fueron invitados ni a la boda de su hermana ni a la de ella, en ese momento regresa su hermana y la madre se calla.
    Yo siempre he tenido la incertidumbre de si en la relacion de Carmen con su padre existe algo oculto.
    Y con estas dos situaciones me pregunto, cuales de los personajes que giran al rededor de Carmen, tienen que ver en la famosa violación, al final me que con los siguientes y los asigno un papel.
    Gonzalo Arnedo, la activación del recuerdo. Tomás, su atracción por su padre. Ángel, como la violación es sí. Mario como el consentidor, que supuestamente es su padre.
    Porque ? sus padres sabiendo creo yo lo ocurrido, no la ayudaron llevándola a un sicólogo para que la tratará.
    Creéis que mi mente desvariar ? o que por el contrario algo de razón llevo?
    Para terminar, lo primero disculparme por todas las faltas de ortografía y gramaticales que cometí.
    Podéis insultarme, obligarme a que renuncie a escribir cualquier comentario en este blog o lo que creía oportuno.
    Si Mario no tardará tanto en publicar, esto no habria pasado
    Pero por favor decirme algo.¡¡¡¡ ME ABURRO!!!!


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  81. En que capitulo escribi mi comentario?

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  82. Creo que fue en el 169. ¿ lo pudes editar en este?

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  83. El regreso de Torco a TR, una vez salvados ciertos problemas tecnicos, le ha dado un aire fresco a la sección de comentarios. Hoy mismo viciosin ha hecho una aportacion magnífica, una version de Andrés Calamaro que he prometido incorporar a la cabecera de este blog mañana, cuando disponga de tiempo. pero como muchos entráis por smartphone y no se ve la cabecer, lo incluyo aquí. Los agradecimientos directos a viciosin.

    Andrés Calamaro, voy a perder la cabeza por tu amor
    youtube.com/watch?v=PnnhzYlE8Q4

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  84. Luis, mañana te respondo voy mal de tiempo ahora, discúlpame.

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  85. No te preocupes salio en este, de todas formas, gracias.

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  86. esta es una prueba de que Torco, alias Corvacho ya entra en el blog. ¡¡¡Bienvenido, amigo!!! te devuelvo tu cuenta y te cuento por mail cómo lo he conseguido. al final me voy a convertir en un mago de la tecnologia.

    Mario

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  87. ¡Qué alegría! volveremos a disfrutar del verbo florido de nuestro amigo argentino, ya estoy deseando.

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  88. Bienvenido de nuevo Torco, a ver cuando se te ve por aquí. Y Bienvenido San, te sigo con ganas en TR.

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  89. Ni de escapada en una casita rural con mi chica soy capaz de dejar escapar la ocasión de echar un ojito al blog. Será porque, como dicen las malas lenguas, soy una más de los adoradores del becerro de oro.
    Ya está bien, becerro, ¿Cuándo coño vas a publicar el nuevo capítulo? nos estás haciendo sufrir, maldito.

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  90. Bufff dijo que tenía el capítulo en cera y pulido y que lo estaba disfrutando, ya nos podemos armar de paciencia.

    Me alegro de que por fin hayas podido volver Torco, la informática es muy puñetera.

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  91. Apasionado: échate a un lado que te cae encima. ;-)

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    1. ¿El que me va a caer encima Mario?, un piano jajaja.

      Ahora en serio, llevo toda la semana de mala ostia con el portátil que uso en el curro, le doy a guardar los archivos y no me los guarda, menos mal que los estoy guardando en un pendrive.

      Por eso digo que la informática es muy puñetera.

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  92. Hola Mario, perdón pero no quiero parecer entrometida, quisiera saber si seguirás publicando tu historia. La extraño mucho.

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