Capítulo 101 El regreso (2)
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Prólogo. Ten years after.
Todo comenzó aquí
Quince de Noviembre de dos mil siete.
“Conocí a Carmen el verano de 1991; Dirigía yo entonces un curso de verano en la facultad y ella era una de las alumnas recién licenciadas que se había matriculado a última hora, casi fuera de plazo, lo cual me había dado la oportunidad de conocer las razones que la traían a mi curso. Entonces tenía veintiún años y yo acababa de cumplir treinta y cuatro; Era una chica alegre, espontánea, segura de si misma o al menos lo aparentaba muy bien; hermosa, fresca, con una elegancia natural que la hacía más atractiva ante la ausencia de sofisticación y la nula intención de presumir de una figura perfecta. Alta, morena, de ojos profundos y oscuros, delgada sin perder la formas, piernas largas, espalda muy recta que, cuando llevaba su largo pelo negro recogido en un moño le daba un aire de bailarina de ballet…”
Así comenzaba este diario hace hoy diez años, un diario que ni por asomo pensé que duraría lo que está durando. Un diario que inicié, como ya dije entonces, para mí y para exponer unas vivencias que quería compartir por si encontraba, sobre todo solidaridad.
Los años me han mostrado mi ingenuidad y mi falta de profesionalidad en esto de escribir. He intentado corregir lo uno y lo otro. He procurado mantener un continuidad cuando mi tiempo me lo ha permitido y, a pesar de algunas profundas ausencias, aquí me habéis tenido durante más de cien capítulos y multitud de comentarios, algunos de ellos desafortunados que me han costado el abandono de varios lectores. Mea culpa.
El diario siguió mostrando la evolución de una pareja, sus aciertos y sus errores. Y en el camino se llegó al desencuentro.
La fractura se hizo patente y la publiqué este día.