Capítulo 107 Sexo, mentiras y lo que pudo ser
(Tiempo aproximado de lectura: 98 minutos)
Jueves, 13:30
—Lo primero que debemos hacer al volver a Madrid son unos análisis. Tanto tú como yo hemos estado expuestos a un riesgo importante, sobre todo tú, pero no eludo mi responsabilidad. Pongo la mano en el fuego por Carlos y por Doménico, quizá por Tomás, no puedo estar nada segura del resto.
—¿Del resto? ¿Puedes ser más concreta?
Sus ojos me traspasaron.
—¿Necesitas ese dato ahora o es solo para joder?
Desvié la mirada, tenía razón, había sido una salida fuera de tono.
—Disculpa, no tiene sentido. El mayor riesgo lo he asumido yo, debería haber pensado en hacerme un control hace tiempo.
«Y tú» pensé, pero no era momento para abrir un nuevo frente.
—No solo me has puesto en riesgo a mí, piensa en Graciela o en Elvira ¿En qué estabas pensando?
En qué estaba pensando, dice. ¡En qué estábamos pensando! Ambos hemos ignorado las más mínimas normas de seguridad, esas que estamos hartos de repetir a diario. ¿Qué ha sucedido para que nos hayamos lanzado a actuar a ciegas de una forma casi suicida?
—Tema cerrado. Punto dos: La mentira es una apuesta que tiene sus costes, has dilapidado un capital que te va a costar recuperar, Mario, y eso solo se consigue con tiempo y con esfuerzo. Lo siento pero es así.