Capítulo 132 Soy lo que tú querías
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Jueves, dieciocho de Mayo de dos mil
—Sí, dígame.
—¿Cómo estás?
—Ahora no es buen momento.
—¿Ni para un buenos días, ni un bien y tú, que tal?
Aguardé a que salieran los últimos rezagados de la sala de juntas y cerré la puerta.
—No te esperaba.
—Ya lo he notado.
—Es que tengo mucho lío.
—Sí, ya me dijiste: tu jefe; ¿sigue igual?
—No me refería a eso pero ya que lo dices, sí; me está suponiendo un esfuerzo extra.
¿Qué estaba haciendo? No tenía por qué darle tanta información sobre mis asuntos.
—Sé lo que es, no es la primera vez que veo casos parecidos
—¿Y vosotros, cómo estáis? —dije para atajar el tema sin darme cuenta de que había incluido a su mujer.
—Bien, echándote de menos. Claudia no quería que te llamase, dice que es mejor darte tiempo; sin embargo yo necesitaba escuchar tu voz.
—Tiene razón, necesito tiempo, sabes que acabo de recuperar mi matrimonio.
—Y me alegro, aún así no puedes renunciar a los amigos. ¿O esa es la condición que habéis pactado para reconciliaros?