Capítulo 11
(Tiempo aproximado de lectura: 31 minutos)
Media hora más tarde seguíamos sin noticias de Carlos, no habíamos vuelto a hacer ninguna alusión al tema, ambos leíamos en uno de los salones del hotel. Carmen me sacó de mi lectura cuando dijo.
"Bueno, casi mejor así, una preocupación menos" – aquel comentario aislado la delataba, oculta tras su papel de lectora concentrada bullía una mujer ansiosa por volver a sentir y temerosa de dejarse llevar. La miré y le sonreí.
"Nos organizamos por nuestra cuenta, dentro de un rato nos vamos al centro, cenamos, si te apetece vamos a bailar…" – el sonido del móvil interrumpió mi frase, vi como los ojos de Carmen brillaban, miré el numero y le hice una señal afirmativa.
"Carlos, dime"
"¿Qué hay Mario? Perdona el retraso, estuve haciendo unas llamadas y se me complicó…"
"No te preocupes, estábamos haciendo planes precisamente"
"¿Sin mi? ¿Cómo crees que iba a fallar? Bueno a lo que íbamos, tengo reservada una mesa en el mejor restaurante de Sevilla, a las afueras, luego allí mismo tenemos un sitio genial para tomar algo al aire libre, incluso si las chicas quieren podemos darnos un chapuzón, luego un baile… y lo que la noche pida, incluso he reservado dos habitaciones, comunicadas eso si ¿Qué te parece?"
"¿Eso quiere decir que te traes pareja?" – Carmen levantó la vista sorprendida.
"Traigo una amiga, si; No vamos a ser nones, estaría mal, uno de los dos se iba a aburrir un poco no crees?" – comencé a entender por donde iba Carlos.
"Si, en eso tienes razón"
"¿Os recojo a las nueve?"
"Mejor dame las señas, prefiero tener el coche a mano"