Capítulo 186 Fuego cruzado (2)
Tiempo aproximado de lectura: cuarenta y dos minutos.
Subí a la sala del crimen
le pregunté al presidente
que si es delito el quererte,
que me sentencien a muerte.
Pedro Infante
«No me llames si es lo que quieres, pero dime qué excusa has puesto para justificar mi ausencia»
Envié el sms y me tiré en la cama, el efecto de toda una noche de excesos cayó a plomo sobre mí. De camino había previsto cambiarme de ropa, maquillarme para ocultar los estragos y salir de inmediato hacia el gabinete. Nada de eso. Estaba anulada, sin fuerza ni ganas de moverme. Diez minutos, pensé, solo necesito diez minutos.
Media hora después, arrastré mi cuerpo hasta el borde de la cama y conseguí sentarme, otro empujón y estaba en pie dispuesta a ducharme, comer cualquier cosa y arreglarme para hacer acto de presencia.
Al salir de la ducha escuché el teléfono. Llegué a tiempo antes de que, quien fuera, colgase.