09 febrero 2025

Capítulo 195 Caballo de Troya

Tiempo estimado de lectura: sesenta minutos.


—Buenos días, ¿Podemos hablar?

—Buenos días. Sí, claro, dime.

—¿Qué tal las fiestas?

—Lo de siempre: familia, regalos, brindis, ya sabes.

—Cada año me cansa más esta comedia, ¿no te ocurre a ti?

—¿Qué querías?

—Saber si has tenido noticias de nuestro hombre.

—Llamó a Mario para felicitarle el año nuevo, cogí yo la llamada de casualidad.

21 diciembre 2024

 Capítulo 194 Es Navidad

Tiempo estimado de lectura: cincuenta y cinco minutos.


Es Navidad, recuerda machaconamente Rosana por la megafonía del centro comercial. El espíritu navideño, puro marketing, lo impregna todo desde hace meses, el turrón apareció en las estanterías de los comercios cuando aún pensábamos en el verano. ¿Es Navidad? Es el mercado.

—Dentro de unos años sacarán a la venta toda la mercancía navideña en Agosto, ya lo verás.

Carmen sonrió condescendiente, sabe lo poco que me gustan estas fiestas tan manipuladas, ambos añoramos los tiempos cuando todo era más simple, tiempo de encuentro con la familia donde bastaba una cena sencilla, sin excesos, para celebrar que un año más estábamos juntos.

—Hemos pasado de sentar un pobre a la mesa a gastarnos lo que no tenemos para adorar al dios del consumo. (1)

—Estás muy combativo, vamos a terminar de comprar y te invito a comer, hoy eres mi pobre favorito.

Faltaban bastantes días para Navidad, el reparto de fechas con cada familia estaba fijado de antemano: cena de Nochebuena con unos, comida de Navidad con otros y fin de año reservado para nosotros, cenaríamos fuera de casa en algún lugar que Carmen mantenía en secreto. Terminamos de comprar, sin ella no habría sabido qué regalarle a Patri; no nos poníamos de acuerdo en el regalo de Candela y aplazamos la decisión. Salimos a buscar un restaurante, sí, por favor, me agobian las aglomeraciones. 


29 noviembre 2024

Capítulo 193 Todo el mundo tiene algo que ocultar


Tiempo estimado de lectura: sesenta y cuatro minutos.


Mi agradecimiento a mi amigo Torco, responsable siempre de la voz y los modales de Guido.


La violencia

No era oficial, pero a una semana de la propuesta ya disponía de despacho en la planta sexta del edificio donde se ubicaba Tándem export. 

Tomás estaba yendo muy deprisa. 

Llegué a las cinco y media, treinta minutos antes de la hora fijada; le había pedido margen para ordenar las conclusiones de la reunión con las chicas y una sala donde hacerlo. Al entrar, la misma secretaria que me atendió en la primera ocasión me recibió muy amable.

—Señora Rojas, bienvenida a Tándem export, soy Carolina Merino, voy a estar a cargo de su integración en la compañía. Acompáñeme, le mostraré su despacho. 

La seguí tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir. Carolina Merino era una fuente inagotable de información, no dejaba fisura para preguntas. Así llegamos a mi despacho, ¿eso he dicho? 

Mi supuesto despacho. 

01 noviembre 2024

Capítulo 192 La propuesta

Tiempo estimado de lectura: cincuenta y tres minutos.


Frau Bauer

Cuando reflexiono sobre lo que he hecho con mi vida en el último año y medio, pienso en mi abuela. Frau Bauer me habría escuchado, siempre lo hizo, habría dicho: keine schuld, evita la culpa. Mi abuela me inculcó que la culpa es una sentencia de cárcel auto impuesta y si no se reacciona a tiempo se convierte en cadena perpetua. 

30 agosto 2024

Capítulo 191 El futuro nos lo dirá 

Tiempo estimado de lectura: ochenta y cuatro minutos.


Con la inestimable colaboración de Torco en los diálogos argentinos y el diccionario de términos adjunto.


Londres: Indolencia

Aterricé en Heathrow a las once, un Mercedes enviado por Tomás me llevó directamente al hotel, a unos diez minutos de donde se alojaba. Viajaba ligera de equipaje, lo justo para pasar unos días de turista, quería aprovechar este viaje, entre otras cosas, para contemplar las vistas del London Eye, desde que lo inauguraron sentía curiosidad por ascender a lo alto del cielo de Londres. Tenía pensado encontrarme con una compañera de facultad que, recién doctorada, aceptó una oferta en una prestigiosa clínica, no la veía desde entonces, aunque manteníamos el contacto inquebrantable a través del tiempo. Había hecho el propósito de visitar a mi tía Frauke, llevábamos dos años sin vernos. Tenía una preciosa casa en Candem Town en la que me había alojado en numerosas ocasiones. Frauke era la hija menor de unos primos de mi madre, de niñas pasábamos las vacaciones con ellos en Alemania, era como una hermana. El Covid pudo con ella.