Capítulo 201 Phobos y Deimos
Tiempo estimado de lectura: cincuenta minutos.
«El amor no conoce barreras, ni colores, ni especies.
La forma del agua. Guillermo del Toro 2017»
Día 3 (jueves)
A las diez, Candela y yo salimos a la barra, el pub llevaba una hora abierto, las demás chicas ya estaban moviéndose por el local, Deylin, la mulata charlando con una camarera; Martina, sentada en una mesa con dos maduros a los que parecía conocer bien; Andreíta, la nueva, hablaba con Diego inclinada sobre la barra, las piernas rectas, abiertas y el culo empinado llamando la atención de las mesas cercanas, en cuanto acabase tendría asegurada la primera consumición y tal vez el primer servicio, cosas de tener un trasero llamativo. Poco a poco, el local se llenaba. Nos dejábamos ver cogidas del brazo devolviendo saludos, nos deteníamos, me presentaba, era el momento de seguir nuestra ronda.
Yo no quería pensar. Candela, experta en tragarse los golpes que le había dado la vida, me lo dijo mientras nos preparábamos antes de salir.
—Ahora te olvidas, pones buena cara y miras p’alante, ya tendrás tiempo de llorar y gritar hasta quedarte ronca. Toca ponerse guapa, sonreír y no pensar, sobre todo eso: no pensar. Mañana… ya veremos qué hacer. ¡Vamos! ¡a menear el culo!